¿Te da miedo exponerte en público pero sabes que tu mensaje es importante y puede llevarte muy lejos -si te expones-?

Existe un truco mental que te puede ayudar.

Lydia es autora de un libro que ha vendido cientos de miles de copias. Contactó conmigo porque le han pedido dar una charla en un evento y se encuentra bloqueada, algo extraño, porque en el tú a tú es una persona abierta, confiada y enérgica.

De manera tajante me dijo al teléfono: "Quiero ayudar a muchas mujeres pero no quiero exponerme."

Dos ideas que juntas generan un cortocircuito. Porque para ayudar a mucha gente, tienes que exponerte a mucha gente.

Si no te expones, tu mensaje no llega a las personas a las que tiene que llegar. Es como si no existiera.

Si no te expones, no cumples tu propósito de ayudar a los demás con tu conocimiento. Los privas de tu grandeza.

Si no te expones, tus clientes potenciales no saben que existes y, por lo tanto, tu competencia te come (aunque tú lo hagas mejor que ellos).

En cambio, si te expones, a pesar de tus miedos e inseguridades, tu mensaje llega muy lejos, cumples tu propósito de ayudar a quienes lo necesitan y tu negocio florece.

¿Qué puedes hacer para evitar que el miedo te impida recoger los frutos que te ofrece esa exposición en público?

El poder de las fuerzas contrapuestas

Si has volado en avión alguna vez, es probable que te hayas preguntado:

"¿Cómo es posible que un aparato metálico tan pesado sea capaz de volar?"

La respuesta está en el equilibro entre dos fuerzas contrapuestas y el efecto que produce una tercera.

Por simplificar los conceptos€

La gravedad. Hace que el avión se quede en el suelo como consecuencia de su peso.

La sustentación. Dada la forma de las alas, la presión del aire sustenta al avión permitiéndole volar.

El empuje. Con la potencia de la hélice o los motores, el avión avanza.

"¿Y qué demonios tiene que ver esto con mi miedo escénico, Sebastián?"

Los pasajeros son tu público. Están en un punto A y quieres llevarlos a un punto B.

El avión es tu mensaje. Transporta a tu público del punto A al punto B.

El viaje es el proceso de transformación. Cambia la situación de tu público.

La gravedad es tu miedo. Puede impedir que el viaje se lleve a cabo si nada lo contrarresta.

La sustentación es tu responsabilidad o deseo de contribución. Lucha contra la gravedad para evitar que te paralice y te impida volar.

El empuje es la acción que te lleva a exponerte. Es la fuerza que, junto a la sustentación de la responsabilidad, te permite avanzar mientras vuelas.

Tú pilotas el avión.

Igual que sin avión no hay viaje, sin tu mensaje no hay transformación.

Igual que sin sustentación, la gravedad evita que el avión se mantenga en el aire, sin la sensación de responsabilidad, el miedo te dominará.

Igual que sin empuje, el avión no avanza, sin acción no hay nada.

Igual que sin piloto el avión no vuela, sin ti, nada de esto ocurre.

¿Cómo atreverte a volar, a pesar de todo?

La magia está en la sustentación, en tu deseo genuino de contribuir, de aportar, de ayudar a los demás. Porque cuando éste es al menos igual de intenso que tu miedo, tomar acción es solo cuestión de tiempo.

¿Cuál es tu sustentación? Descubre tu responsabilidad, haz que luche en igualdad de condiciones con tu miedo y verás cómo te resultará más fácil tomar acción; primer paso para impactar con tu mensaje.