La movilidad está de moda. Y con razón. Su gestión eficaz es clave para evitar el caos en las ciudades. Pero hay otro tipo de movilidad en boga desde hace más tiempo: la "movilidad profesional".

Es un juego de palabras para referirme a la capacidad de de navegar con éxito hacia un futuro profesional brillante, ya sea con el fin de escalar en la estructura empresarial o triunfar con un proyecto emprendedor. Es un proceso de progresión constante, como el movimiento del tornillo sin fin. Porque como dice la famosa máxima: "quien no avanza, retrocede".

Pero hay un problema capaz de frenar este proceso incluso en quienes tienen talento y gran ética de trabajo: creer que por saber hablar, sabemos comunicar.

Tener don de palabra o un gran vocabulario no es garantía de comunicar eficazmente, porque la eficacia está en conseguir resultados, algo que requiere del apoyo de los demás y no su mero entretenimiento.

¿Cómo comenzar a comunicar eficazmente? Evitando cinco errores comunes en el mundo profesional.

1. Egocentrismo.- Vender tu libro. Preocuparte solo de tus necesidades. Usar el pronombre personal "yo" más que cualquier otro. Esta actitud cae mal porque no tiene presente al prójimo ni sus necesidades.

Recuerda que para alcanzar tus objetivos necesitas apoyos que solo conseguirás teniendo en cuenta a los demás.

2. Escucha pobre.- Prima hermana del egocentrismo, muestra falta de interés y empatía. Las personas que interrumpen constantemente o que solo hacen silencio para pensar en la respuesta generan rechazo y frustración.

Para escuchar de forma activa interésate genuinamente por la opinión ajena y evita imponer la tuya. Mira a los ojos, asiente, parafrasea y anota.

3. Acusaciones.- Esto es señalar cada vez que hay un problema, error o metedura de pata con el fin de evitar que te salpique. Quien acusa repele. ¿Quién quiere estar cerca de alguien que a las primeras de cambio lanza balones fuera, ataca gratuitamente y no se responsabiliza de lo que le corresponde?

Evita usar frases como "te lo dije", "lo has hecho mal", "has sido tú", y sustitúyelas por opiniones que no ataquen de manera directa como "creo que podría haberse hecho de forma distinta".

4. Generalizaciones.- Implica dar una cualidad específica a todo o a todos. Ejemplo: "Aquí no hay nadie que sepa hacer eso". El peligro de estas frases es que definen a todo un grupo sin tener en cuenta las particularidades individuales. Y cuando la generalización es negativa, todo aquel que no se identifica puede sentirse atacado u ofendido. El mismo ejemplo mejorado: "No conozco a nadie aquí que sepa hacer eso".

Da beneficio a la duda y la oportunidad de que alguien sí sepa.

5. Correcciones en público.- Significa decirle a alguien que se ha equivocado, haciéndolo frente a otras personas. Esto es un problema porque le deja en ridículo hiriendo su ego y su autoestima. No conozco a nadie que le guste que le llamen la atención en privado. En público es muchísimo peor.

Pero el feedback es bueno y ayuda a mejorar. Por ello, si te das cuenta de que alguien ha cometido un error, toma nota y házselo saber más tarde en privado.

Nadie es perfecto, e incluso las personas más empáticas y carismáticas cometen estos errores de comunicación de vez en cuando. Lo importante es que, si los cometes tú, te des cuenta y evites repetirlos. Porque si los cometes con frecuencia, la gente y las oportunidades terminarán huyendo de ti.

En cambio, si haces todo lo contrario y buscas conectar genuinamente con los demás, ganarás en magnetismo, aumentarás tu influencia y te acercarás a alcanzar tus objetivos.