­"Nuestra meta es ser como el amigo de la fibra óptica, estando cerca de nuestros clientes, siendo un vecino más de Manacor". Así de claro se muestra José F. Vallespir, un emprendedor mallorquín con años de experiencia en el mercado de la fibra óptica y cara visible de Hola Fibra en Mallorca. Trabajando siempre para los grandes operadores, tras analizar el sector ha decidido a crear su propia empresa y aprovechar sus amplios conocimientos.

"La mayoría de los operadores de fibra son gigantes, pero gigantes con pies de plomo. Debido a su gran infraestructura necesitan ubicar sus servicios postventa fuera de la isla, y ese es, en nuestra opinión,el servicio más importante. Nosotros no podemos competir con esas grandes empresas en cuanto a la comunicación, el marketing o la publicidad. Pero sí podemos dar un servicio puerta a puerta y de principio a fin aquí en Manacor. De vecino a vecino, y no detrás de una línea telefónica en la otra punta del mundo" afirma Vallespir. Parece que el hiperlocalismo ha llegado a la fibra óptica.

Hola Fibra, una pequeña empresa de fibra óptica que nació en Málaga hace apenas unos años, está basando su éxito en trabajar únicamente en pequeños mercados locales, muy reducidos, en l0s que el servicio al cliente prima por encima de todo. La expansión de la empresa, a través de un sistema de franquicias, ha llevado a José F. Vallespir a aventurarse empresarialmente en un mundo que conoce muy bien.

"Nosotros tendremos despliegue y tienda física en Manacor, con gente de aquí, que te atenderá en persona, en su lengua, y sin necesidad de largas esperas al teléfono" comenta Vallespir, a lo que añade que "los técnicos también estarán aquí, por lo que tanto instalaciones como servicio post venta y de averías lo daremos desde Manacor".

Uno de los mayores retos que encontró este emprendedor para iniciar su aventura digital fue el de la financiación. Al final, en gran parte, lo hizo al estilo americano, el sistema FFF -Fools, Friends and Family-. Así ha sido como en el proyecto han terminado familiares y amigos. "Y espero que ningún tonto" afirma Vallespir entre risas.

La empresa, que abrirá sus puertas en breve, tiene un duro camino por delante, luchando contra auténticos Goliats del sector. Pero lo cierto es que el mero hecho de que piensen en estar cerca de sus clientes, de sus "vecinos" como ellos mismos dicen, convierte a esta startup mallorquina en algo diferente.