Estamos asistiendo en las últimas semanas a las fricciones ente Bruselas y los estados miembros en relación a los borradores de presupuestos presentados por estos últimos. De todos ellos, los presupuestos presentados que más preocupación generan a Bruselas, a otros estados miembros y a los mercados de capitales son los italianos.

El gobierno de coalición italiano entre un partido de extrema derecha (Liga Norte) y un partido populista de izquierdas (Movimiento 5 Estrellas) tiene poco margen de maniobra si quiere hacer honor a las promesas electorales que les llevó al poder. A saber, reducción de impuestos, prestación garantizada para los italianos con menos recursos y reducción de la edad de jubilación. En pocas palabras: más gasto y menos ingresos que llevarían a mayor déficit y deuda pública. Y claro, que la tercera economía de la zona euro con una abultadísima deuda pública que ronda el 130% de su PIB (la más alta en la zona euro después de Grecia) pretenda incrementar aún más su déficit ha hecho saltar todas las alarmas.

Bruselas ya ha enviado una carta al gobierno italiano rechazando estos presupuestos que colisionan con el pacto de estabilidad presupuestario europeo. Bruselas no tiene competencia en la aprobación de los presupuestos de los estados miembros, eso es competencia de sus parlamentos nacionales, pero la actitud abiertamente hostil, sobretodo del líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, con Bruselas no sirve ciertamente para mejorar la situación y calmar a los mercados. Porque es en los mercados donde reside el principal riesgo, ya que los inversores están viendo el desarrollo de los acontecimientos con creciente preocupación y por ello la prima de riesgo italiana ha pasado de 100 puntos a más de 300 en tan solo 6 meses. Es decir, las veleidades del gobierno italiano han supuesto que el coste de financiar los 1.3 billones de deuda viva del país se haya incrementado en 26 mil millones de euros en poco tiempo. Y lo peor de todo, es que si no hay una rectificación de los presupuestos reduciendo el déficit estimado o una masiva intervención del BCE europeo comprando los bonos italianos de gobierno que venden actualmente los inversores, la situación solo puede empeorar y que la prima de riesgo supere ya los 400 puntos. En otras palabra un agujero de 39 mil millones de euros.

Otro de los problemas implícitos que puede producir el empeoramiento de los bonos italianos es que arrastre a los bonos de otros países perifericos como España. Por el momento España esta sudando para desmarcarse de Italia y su prima de riesgo ha conseguido con esfuerzo seguir cerca de los niveles de 100 puntos en medio de esta tormenta, pero con el problema italiano de fondo, si los presupuestos españoles no son explicados claramente a Bruselas corremos el riesgo de quedar dañados por el efecto contagio y que empeore la prima de riesgo. En España un empeoramiento de 100 puntos de la prima de riesgo supondría un sobrecoste para las arcas públicas de 10 mil millones de euros.

Espero y deseo que la sangre no llegue al rio y que el gobierno italiano presionado por Bruselas, por otros estados miembros y sobre todo por los mercados rectifique a tiempo, si no fuese así la probabilidad de volver otra vez un problema de la deuda soberana europea como el que provoco en su momento el rescate de Portugal, Grecia y Irlanda se incrementaría mucho.