Si en el siglo XIX se vivió la fiebre del oro, y en el XX la del petróleo, al que se le llamó oro negro, el siglo XXI será recordado por la fiebre del litio, el metal más codiciado de todos los que existen actualmente en el planeta.

El desarrollo tecnológico móvil, prácticamente inexistente hace apenas un par de décadas, está llevando a una masificación mundial de dispositivos que requieren baterías para funcionar. El estallido de la telefonía móvil en los últimos años no ha sido nada más que un aperitivo de lo que está por venir: la masificación a escala planetaria del vehículo eléctrico.

Según la consultora BCG, en 2030 la mitad de los vehículos del planeta serán o eléctricos o llevarán algún tipo de batería que los impulse -híbridos, híbridos enchufables, etc-. Esta escalada en la producción de vehículos eléctricos, todavía muy incipiente a día de hoy, empieza a provocar los primeros problemas en la extracción del anhelado mineral, y concretamente en los depósitos del desierto chileno de Atacama, el más seco del mundo.

El salar de Atacama, uno de los mayores depósitos de litio del mundo, es la base de operaciones de gigantes de la extracción del litio como SQM y Albermarle. Ambas compañías obtuvieron en su momento permisos de extracción que superaban los niveles de sostenibilidad hídrica de la zona. La consecuencia está siendo una preocupante falta de agua para el consumo humano que el gobierno intenta evitar.

En un comunicado emitido por la Dirección General de Aguas el pasado mes de agosto, informaban de que intentarían buscar la forma de crear una reserva hídrica para el consumo humano en la zona, algo que obligará a reducir los recursos disponibles para la extracción.

El director general de Aguas, Óscar Cristi, explicó a Reuters que se está poniendo el ojo “tanto en este caso como en otros en los que hay sobreexplotación” con el fin de “buscar un acuerdo voluntario y, si no, aplicar una reducción de la extracción”.

La mayor mina del mundo

Mientras en Chile intentan resolver los problemas de sobreexplotación y de falta de agua, en el otro lado del mundo, en Australia, las inversiones para la obtención de mineral de litio no paran de crecer. Greenbushes, que es actualmente la mayor explotación minera de litio del planeta -supone casi un tercio del suministro mundial- recibirá una inyección de 320 millones de euros para aumentar su capacidad de 90.000 hasta 260.000 toneladas anuales.

Talison Lithium Pty, la UTE formada por la china Tianqi Lithium y la estadounidense Albermarle, anunció esta expansión en un comunicado de prensa en el que también se informaba de que el proyecto estará terminado a finales de 2020.