Le voy a hacer un favor adivinando su contraseña habitual: es el nombre de su pareja. La he acertado sin ni siquiera conocerle, por lo que mejor va cambiándola sin perder ni un segundo ya que cualquier aficionado al pirateo informático solo tendrá que mirar su muro de Facebook para saber el nombre de su media naranja.

¿Cómo? ¿Que la suya es más difícil porque incluye algunos digitos? Probablemente sean los de su aniversario. O la fecha de nacimiento de su primer hijo. Puede que tan solo el año. Efectivamente. Tiene usted que cambiarla también.

Y es que a la hora de elegir las contraseñas de los innumerables servicios que tenemos en nuestra vida digital, la cosa siempre se decanta entre dos opciones: elegir contraseñas muy seguras que con toda probabilidad olvidaremos o elegirlas fáciles de recordar pero también fáciles de piratear.

Está claro que la solución no es en ningún caso elegir contraseñas sencillas. El nombre del perro, la fecha de nacimiento de nuestro hijo, el aniversario de boda... Si elegimos de forma tan obvia estamos acabados digitalmente. Huelga decir que palabras del tipo "contraseña" o el manido "12345678" están totalmente prohibidos. La solución pasa, posiblemente, por buscar una fórmula intermedia. Ni demasiado obvia y sencilla ni demasiado complicada. Pero, ¿cómo?

Lo primero que se puede hacer es fijar un número concreto de caracteres. Así, por ejemplo, podemos hacer que nuestras contraseñas tengan siempre 13 números y letras. O 16. Lo que queramos. Cuantos más, mejor.

Lo segundo, mezclar números y letras -mayúsculas y minúsculas-. En este caso es muy importante recordar lo comentado anteriormente: no usar nunca nombres fácilmente reconocibles de personas -o mascotas- cercanas. Tampoco conviene usar palabras que existan. Hay un sistema de pirateo que usa todas las palabras del diccionario para descifrar contraseñas por lo que no es recomendable usar "pan", "silla" o "edificio". Puede usar palabras al revés y con números: "p4n", "4ll1s" u "oicifide".

A la mezcla anterior conviene añadirle varios símbolos. Una técnica para facilitar el recordatorio de las contraseñas es colocar siempre los mismo símbolos, pero en distintos lugares. Así, si por ejemplo ponemos en un sitio "/6s6Ar10%" en otro lugar podemos poner "%4r443T/". Si usamos más símbolos, y los intercalamos, las opciones son infinitas.

Es importante usar diferentes contraseñas para los diferentes servicios, y nunca "reciclarlas". No conviene usar "/6s6Ar10%1" para Twitter, "/6s6Ar10%2" para Facebook, "/6s6Ar10%3" para Instagram, y así sucesivamente. Mejor que sean distintas de verdad.

Y por último, podemos aprovechar los gestores de contraseñas que hay en el mercado. Existen varios como 1Password, LastPass, KeePass, Roboform o Password Manager de Kaspersky. La otra opción es usar las opciones que tanto Apple como Google ofrecen para recordar las contraseñas en sus dispositivos, pero aquí sí que hay que tener muy claro que la clave de acceso a esa cuenta debemos cambiarla todos los años y tiene que ser forzosamente INDESCIFRABLE.