Ubicada en el sureste de China, en la provincia de Cantón, la ciudad de Shenzhen es posiblemente una de las urbes más importantes -tecnológicamente hablando- del planeta. En su territorio prosperan empresas como Huawei, Tencent, ZTE, DJI, TP-Link, Foxconn, Hytera... Y así hasta una interminable lista que ha hecho que Shenzhen sea conocida como el 'Silicon Valley' chino.

Esta gigantesca y cosmopolita urbe del siglo XXI era hace poco más de treinta años un pequeño pueblo de pescadores. En 1980 el gobierno chino declaró Shenzhen como 'Zona Económica Especial' -SEZ-, lo que permitía que en ese área se pudieran desarrollar prácticas "de mercados capitalistas", pero siempre bajo la guía de "las características del socialismo chino". Ese año, en 1980, el censo de Shenzhen contabilizaba 30.000 habitantes, pescadores en su mayoría. En 2008 la ciudad alcanzó por primera vez la cifra de 12 millones de personas. Habían transcurrido 28 años desde que se declaró la zona SEZ.

Shenzhen se convertía de esta forma en una de las ciudades más grandes del conocido delta del río Perla, un importante hub económico para China, limítrofe con Hong Kong, y el área manufacturero más grande del planeta.

El centro de la ciudad, moderno y repleto de rascacielos, es un espejo en el que se miran muchas otras ciudades del país más poblado del planeta. Fruto de una economía dinámica, el milagro economico de Shenzhen ha sido posible gracias a una política estatal de "reformas y aperturas" que ha permitido incluso la inversión extranjera en aquella zona del país.

En la actualidad Shenzhen es el centro financiero del sudeste de China. La ciudad alberga la Bolsa de Shenzhen y, además de las muchas empresas tecnológicas que tienen allí su cuartel general, también es sede numerosos bancos, empresas manufactureras y aseguradoras.

En la edición del pasado año del Índice Global de Centros Financieros que anualmente publican el Grupo Z/Yen y la Autoridad Central Financiera de Catar con datos del Banco Mundial y la OCDE, Shenzhen ocubapa el puesto 18 del ranking. Y todo gracias a un programa para potenciar la economía de un pueblo de pescadores.

Poco tiempo después de ser designada como 'Zona Económica Especial', la ciudad de Shenzhen vio como nacían sus primeras empresas tecnológicas. En 1987, Ren Zhengfei fundaba con 4.500 euros una pequeña fábrica de piezas telefónicas en un desvencijado apartamento. La empresa fue bautizada poco después con el nombre de Huawei, y su ideograma, que significa "el país de China" es también utilizado para referirse a una acción o un logro, un acto magnífico o espléndido. La carrera de uno de los baluartes tecnológicos de la nueva China es a todas luces magnífica y espléndida. El taller que empezó con un capital de 4.500 euros es ahora un conglomerado que facturó en 2017 casi 75.000 millones de euros y que es, no solo uno de los principales fabricantes de móviles del mundo, sino el líder mundial en antenas e infraestructuras de redes.

Otro de los grandes actores tecnológicos del 'Silicon Valley chino' es la compañía Tencent. Esta multinacional es un conglomerado de marcas cuyas empresas subsidiarias se dedican al desarrollo de productos y servicios relacionados con internet, el entretenimiento digital y la intelifencia artificial. La compañía, que el pasado año lo cerró con una facturación de 31.500 millones de euros es, según la última lista Forbes, la octava compañía tecnológica más grande del planeta.

Tencent es en la actualidad la corporación de inversiones más grande del mundo, una de las más importantes en el sector de internet y tecnología y una de las mayores firmas de capital riesgo del planeta. A todo esto hay que añadirle que su división de videojuegos -Tencent Games- es la más valiosa del mundo, además de la de mayor facturación del planeta gracias en gran parte a su juego para móviles Arena of Valor, que solo en China factura una media de 72 millones de euros cada mes. Y esto es solo una pequeña parte: en 2012 Tencent adquirió una pequeña participación de Epic Games, los desarrolladores del videojuego que está batiendo todos los récords de recaudación en el mundo: Fortnite. Y eso es solo una parte: en 2015 Tencent compró el estudio de moda, Riot Games, responsables de la otra joya de la corona del mundo de los videojuegos: League of Legends.League of Legends

Aunque a primera vista la marca Tencent sea desconocida para el gran público occidental, quizás no lo sean tanto algunos de los productos que ha desarrollado en los últimos años. Aplicaciones de redes sociales, videojuegos, distribución musical, mensajería, fotografía, viajes, coches, pagos móviles... Absolutamente todo lo que existe en occidente tiene una versión 'china' hecha y concebida por Tencent. Y eso supone cientos de millones de usuarios.

El caso más conocido es el de la aplicación WeChat. Lo que nació como una app de mensajería se ha convertido con el paso del tiempo en una de las aplicaciones más populares de aquel país ya que WeChat no solo es una aplicación de mensajería tipo WhatsApp, sino que es el sistema de pago móvil más utilizado en el país.

Absolutamente todos los servicios y bienes de consumo se pueden pagar a través de WeChat con el teléfono móvil. Esta plataforma de pago móvil ha hecho, entre otras coas, que Tencent se convierta en la compañía con mayor capitalización bursátil de Asia. En enero de este año la firma alcanzaba un valor en bolsa de 496.000 millones de euros, con un crecimiento de su facturación que ha sido imparable desde su fundación, gracias en gran medida a la inabarcable base de usuarios que posee y a la inteligente estrategia de inversiones que han hecho en empresas de todo el mundo, especialmente en el sector de los videojuegos. Tienen, en mayor o menor medida, participación en gigantes como Ubisoft, Activision Blizzard o Epic Games.

Pese a ser una compañía puramente tecnológica, sus tentáculos inversores alcanzan numerosas industrias que poco o nada tienen que ver con la tecnología. Así, por ejemplo, sectores como el de la automoción, la producción cinematográfica y musical, los recursos naturales, la agricultura, la venta minorista, el sector inmobiliario e incluso la entrega a domicilio de comida se han visto beneficiados gracias a las inversiones que en diferentes empresas de esos sectores ha hecho Tencent en algún momento. Incluso Tesla está coparticipada por Tencent, quien posee un 5% de la compañía de Elon Musk.

Logística marítima y manufactura

Además de albergar a numerosas empresas tecnológicas, Shenzhen es mundialmente conocida por su puerto martítimo. La ciudad alberga el tercer puerto en el ranking de puertos con más movimiento de contenedores de todo el planeta, tan solo superado por el de Shanghai -China- y el de Singapur. El pasado año se movieron en el puerto de Shenzhen más de 25 millones de contenedores.

Y no es de extrañar, habida cuenta de que en Shenzhen se encuentra no solo la zona de mayor actividad manufacturera del sur de China, sino también una de las fábricas de tecnología más grandes del planeta: Foxconn.

Conocida por ser la compañía ensambladora del iPhone, el iPod, las BlackBerry y muchos otros dispositivos electrónicos, la fábrica que Foxconn tiene en Shenzhen es la más grande de todas las que posee alrededor del mundo.

Conocida como "iPod City", la planta de Shenzhen se abrió en 1988, siendo la primera de muchas que vendrían en los años venideros. Desde entonces Foxconn ha constuido 11 fábricas más en el continente chino, pero la de Shenzhen sigue siendo la más grande de todas. En su interior faenan entre 230.000 y 450.000 trabajadores, dependiendo de la época del año y de las necesidades operativas.

La 'ciudad' que Foxconn tiene en Shenzhen tiene una superficie de tres kilómetros cuadrados e incluye 15 fábricas, dormitorios para los trabajadores, cuatro piscinas, su propio cuerpo de bomberos, su cadena de televisión, bancos, restaurantes, supermercados, tiendas e incluso un hospital solo para los trabajadores. Una cuarta parte de estos viven en dormitorios en el interior del complejo, donde realizan su actividad en jornadas de hasta 12 horas durante seis días a la semana.

De esa fábrica, situada en el distrito de Longhua Town, han salido -o salen- dispositivos electrónicos de Xiaomi, Microsoft -Xbox One-, PlayStation -4- y de Nintendo -Wii U-. Según el New York Times, ya a finales de 2012, en las diferentes fábricas que Foxconn tiene repartidas por todo el mundo se producía el 40% de los bienes de consumo electrónicos del planeta. La fábrica de Shenzhen es también conocida por ser donde se produjeron en 2010 numerosos suicidios de trabajadores que, según apuntaban todos los indicios, no soportaban los duros turnos de trabajo y las condiciones laborales extremas.

Shenzhen, el 'Silicon Valley' chino ha conseguido en tan solo unas décadas pasar de pueblo de pescadores a una de las más grandes urbes económicas del planeta. Y todo gracias a la innovación y la tecnología. Es el milagro económico chino.