Puede ser que si en tu nuevo empleo el responsable de recursos humanos te propone firmar un contrato por el que te comprometes a no suicidarte por motivos laborales algo te escame. Eso es lo que sucede en Foxconn, la fábrica china en la que nacen muchos componentes o incluso dispositivos de los que hoy usamos a diario, incluyendo los idolatrados iPhone.

Que Foxconn explote a sus empleados hasta la extenuación y que haya tenido que instalar redes en sus azoteas para impedir los suicidios es algo que, desde Mallorca, ni se ve. Queda lejos. Y "ojos que no ven?"

Pero tampoco vemos otras cuestiones como son la terrible contaminación que genera la industria, el hacinamiento de personas venidas de los cuatro rincones de ese mundo que es China, cómo se están creando ciudades de la nada en torno a las industrias y cómo estas ingieren enormes volúmenes de materias primas estratégicas y? ¡agua!

¿Dije agua? Sí, porque el cambio climático amenaza a los hielos del Himalaya y, con ello a los grandes ríos chinos y, con ello, no solo a millones de personas sino a las industrias en las que trabajan.

Tampoco nos preguntamos qué pasa con un baby boom chino en el que las niñas eran sacrificadas al nacer, con cupos de descendencia y con una población que al envejecer va a dejar nuestro Pacto de Toledo en un juego de niños.

¿Y qué diremos de su sistema político, cargado de inconsistencias dado que se es comunista pero no y se es capitalista pero tampoco? ¿Y la corrupción que resuelven expeditivamente? ¿Genera certidumbre? ¿Es China sostenible?

Estamos a punto de muchos cambios de paradigma, de una tormenta perfecta en muchos sentidos y, a las puertas de este tiempo, tenemos a un gigante que domina gran parte del comercio global no solo a través de sus productos en los que es capaz de mostrar la cara y la cruz de la calidad sino también porque sus hilos ya se extienden -lejos de la vista- en todas las actividades humanas. Basta ver quién manda en Hollywood.

En todo caso seguirá dando qué hablar y puede ser muy bien que esté llamada a ser el gran actor energético en los próximos siglos. No en vano casi el 50% de las reservas mundiales de Litio han elegido para vivir un lugar llamado China.

* Presidente de la Asociación Balear de Corredores de Seguros