El autónomo en España es un varón español de unos 47 años, sin asalariados ni pluriactividad, que cotiza por la base mínima, que lleva más de cinco años como trabajador por cuenta propia, y que se dedica al comercio. Es el perfil general de este sector, aunque algunas cosas van cambiando poco a poco, como el aumento de extranjeros.

De los 3.200.314 autónomos que hay en nuestro país, a 31 de diciembre y según datos de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), seis de cada diez son personas físicas, mientras que el resto están registrados con algún tipo de sociedad. Los autónomos cada día generan más empleo: los que cuentan con asalariados, el 21% del total, son un 0,4% más que hace un año.

Los varones representan el 65,1% del total del colectivo, y las mujeres el 34,9%. "Tradicionalmente, como también pasa en el régimen por cuenta ajena, la incorporación de la mujer al mercado de trabajo ha sido menos significativa", explica José Luis Perea, vicepresidente de ATA. "En los últimos años la tendencia ha cambiado ya que la incorporación de la mujer autónoma ha sido más importante que la del hombre. También han resistido mejor la crisis. La pervivencia de las actividades que inician las mujeres suele ser mayor que la de los varones: tienen más capacidad de resistencia porque tienen más dificultades para iniciar una actividad, y su idea de negocio está muy madurada y por tanto es más sólida."

En cuanto a los sectores predominantes, el comercio (23,1%), la agricultura (11,8%) y la construcción (10,8%) siguen siendo, como es tradicional, los dominantes. Pero están algo estancados o incluso caen, como señala Perea, respecto a otros más pequeños que están creciendo. El que más, el inmobiliario no ligado a la construcción (agentes de compraventa, etc.), que subió un 8,4% en 2017, y se sitúa en el 1,0%. "Se ve en la calle, aunque no es como antes de la crisis", explica Perea.

Otro sector que crece es el de la educación (+2,5%, hasta el 2,9%) y profesiones relacionadas como el coaching, "un sector nuevo, emergente. También ha resurgido la Formación Profesional. Se subvencionan más programas mediante convocatorias públicas, y hacen falta monitores que impartan los cursos. También para escuelas privadas."

Se incrementa así mismo el número de autónomos en el sector de la información y la comunicación (+2,7%, hasta el 1,8%) y en el sector científico-técnico, que incluye investigación, nuevas tecnologías€ (+1,6%, hasta el 8,4%).

El autónomo en España sigue siendo abrumadoramente español: nueve de cada diez lo son (un 1,3% menos). Pero los extranjeros, "de Europa, Sudamérica€" crecieron un 7,1%, hasta los 190.287 en total. "España es receptor de inmigrantes, y el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos a lo mejor es la única manera que tienen de entrar al mercado de trabajo. Están repartidos por todos los sectores; antes quizás correspondían más en la construcción".

Menos mortandad de la actividad

Los profesionales por cuenta propia cada vez son más veteranos. Más de la mitad llevan más de cinco años como tales. Y los que llevan más de tres años son un 12,2%, una décima parte más que hace un año. Según ATA, tiene mucho que ver con la tarifa plana de cotización instaurada en 2014. "Los dos primeros años bonificados permiten reinvertirlo en el negocio", señala Perea.

Además, el representante de los autónomos destaca que con la nueva Ley de Reformas urgentes del Trabajo Autónomo, que entró en vigor el 1 de enero, que permite tres altas y bajas en el mismo año, estas aumentarán. "Es importante para un hostelero, por ejemplo, que tiene más ingresos en verano. Dos veces al año era demasiado escaso".

Lo que no cambia prácticamente es que el 86,3% de los trabajadores por cuenta propia cotiza por la base mínima legal, 919,80 euros este año. El porcentaje bajó ligeramente el año pasado, mientras subían los que cotizaban entre la base mínima y 1,5 veces la mínima. "Ningún autónomo sabe lo que va a pasar mañana y, por tanto, no quiere asumir riesgos hoy. Es verdad que hay dificultades sobre todo al inicio, para los más jóvenes, para los extranjeros€ Pero en ATA hacemos pedagogía: la Seguridad Social no es una madre. Tenemos un buen sistema de protección, pero te da lo que tú le das. En caso de incapacidad por accidente, de enfermedad larga, es importante cotizar más de lo mínimo."

"La mayoría de los autónomos desconoce la base por la que cotiza: en las oficinas de la Seguridad Social generalmente tachan la base mínima sin preguntar por qué base se quiere cotizar". Según ATA, el Estado también debe poner de su parte para facilitar que los autónomos para que suban su base. "Proponemos aportaciones voluntarias anuales al margen de las cotizaciones fijas. Calculamos que hasta un 12% de los autónomos se lanzarían a realizar estas aportaciones anuales voluntarias, es decir, unos 350.000 cada año."