Existen dos teorías sobre el origen de la expresión “Te voy a poner mirando pa Cuenca” y ambas tienen un marcado carácter sexual, aunque en estos últimos tiempos ha adquirido también un significado de “sometimiento” en el mundo de los negocios. La versión más aceptada se remonta a la época de Juana la Loca y Felipe el Hermoso. El consorte flamenco era un consumado mujeriego, lo que hacía enloquecer de celos a la monarca castellana. Para escabullirse de su escrutinio, el Hermoso construyó en una torre de palacio un observador astronómico dotado con la última tecnología y se llevaba allí a las damas de la corte y con la escusa de mirar a través del telescopio, consumaba sus conquistas alejado de las inquisitivas miradas de su séquito. La Guardia personal del príncipe, empezó enseguida a ironizar sobre esta actividad y siempre que les preguntaban que estaban haciendo en el observatorio, contestaban que había puesto a una dama mirando pa Cuenca. Automáticamente esta expresión empezó a correr por los burdeles de la capital y ha llegado hasta nuestros días.

Otra teoría tiene un origen marcadamente religioso. Los musulmanes cuando realizan sus rezos se orientan siempre hacia el este. ¿Y qué ciudad se encuentra al este de Madrid?. Cuenca evidentemente. Y la posición en la que se realiza el rezo se banalizó y empezó a utilizarse como símbolo sexual de la postura del perrito (más formalmente coito a tergo), coexistiendo “Poner mirando pa Cuenca” con “Poner mirando a la Meca”.

A mi personalmente me gusta mucho más la primera versión, porque engloba todos los argumentos necesarios para convertirse en un Blockbuster de Netflix sin necesidad de herir las sensibilidades de nadie.

No obstante lo señalado y habida cuenta de que la postura marca una clara posición de sometimiento, esta expresión ha ido derivando en las últimas décadas a otro tipo de interpretación en el mundo de los negocios, significando ahora que voy a arrasar a mis competidores o que voy a machacar a alguno de mis empleados (quién los tenga).

Esta posición de superioridad y dominio ha venido aparejada tradicionalmente a una mayor potencia de fuego económica, caciquil, industrial o tecnológica y era prácticamente imposible competir con mínimas posibilidades de éxito (lo de David con Goliath no cuenta porqué Dios estaba alineado con el más bajito) hasta que las reglas de la nueva economía lo han puesto todo patas arriba.

Hasta hace apenas 20 años era impensable que un friki antisocial, con nula habilidad para relacionarse con personas del otro sexo inventara sin apenas recursos económicos una herramienta tecnológica que en la actualidad vale más de 65,5 mil millones de dólares y pusiera “Mirando pa Cuenca” a la todopoderosa (hasta esa fecha) industria de los Medios de Comunicación tradicionales. Nos referimos a Facebook evidentemente. Pero hay otros ejemplos. Y todos muy significativos. Y prácticamente uno en cada sector.

Cuando Zuckenberg ideó Facebook convocó a Eduardo Saverin, Andrew MacCollum, Dustin Moskovitz y Chris Hughes, compañeros de Universidad y a otros cuyos nombren no han trascendido pero que declinaron la invitación y hoy, muy posiblemente, tanto ellos como sus cuentas corrientes lo estén lamentando profundamente.

Toda actividad es susceptible en estos momentos de reinventarse y reconvertirse a las reglas de la nueva economía. Yo mismo estoy muy orgulloso de participar en la creación de embarcaciones tradicionales mallorquinas (llauts) a través de la empresa MedVolt Marine, 100% eléctricas en su motorización y por tanto cero emisiones contaminantes y 100% sostenibles.

Hay una clara tensión Yin y Yang entre las empresas tradicionales que defienden el sistema clásico con el que siempre han venido gestionando sus negocios y que tienen que mantenerse permanentemente a la defensiva ante los nuevos actores que paulatinamente y como pirañas insaciables van mordisqueando incansablemente su cuenta de resultados y las emergentes que han comprendido la nueva economía y o bien transforman sus estructuras para adaptarse rápidamente a los nuevos tiempos o crean nuevos proyectos en los que las nuevas reglas son la hoja de ruta que marcará su singladura en los próximos años. Tratar de transformarse un poco tarde puede ser incluso demasiado tarde y si no que se lo pregunten a Nokia.

¿Quién crees que pondrá mirando pa Cuenca a quién?. Si quieres saber lo que el marketing digital puede hacer por la nueva economía, estudia, curiosea, infórmate y consulta www.mad-men.agency orgulloso miembro de MarkAting Meta Agencia.