Cuando uno se encuentra en un proceso de selección debería comenzar por hacerse esta pregunta…¿Es usted empleado o va a ser empleable?, y es que es muy diferente estar en la lista de recursos humanos como el próximo empleado a contratar por una empresa, que convertirse en un profesional empleable.

Cada vez más nos encontramos con extensos CV de jóvenes que les cuesta acceder al mercado laboral y que, mientras las empresas les exigen una experiencia casi imposible para ellos, ellos se dedican a seguir formándose, creyendo de esta manera, que esto contribuirá a acceder mas fácilmente a cualquier puesto de trabajo, que como dice mi madre el saber no ocupa lugar. Cuando lo que buscamos es la empleabilidad de los candidatos no estamos más que pidiendo a estos que desarrollen dentro de sus habilidades la capacidad para adaptarse a las circunstancias profesionales necesarias que nos demanda el mercado laboral en cada momento y no quedarnos descolgados. 

No hace ni quince días teníamos el privilegio de participar en el Encuentro de Talento Juvenil organizado por la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH) en Madrid con más de 200 jóvenes, un encuentro lleno de ilusiones, y con mucho talento, así que me gustaría aprovechar este momento para poder aportar mi granito de arena animándolos a que continúen construyendo sus propios sueños. 

Ser empleable es estar abierto al mundo, a sus necesidades, a sus cambios, teniendo en cuenta como evoluciona, entendiendo cual es nuestro mercado pero sobre todo conocer cual es el papel que cada uno debe jugar con unas reglas que cambian muy rápido. Para no quedarnos quietos y seguir progresando en el mundo de la empleabilidad te invito a incorporar como características de ésta:

  1. LA OBSERVACIÓN…. Debemos permanecer atentos y saber encontrar el momento, hay algo que siempre decimos y es que las oportunidades no las perdemos nosotros, las gana la competencia, o vamos que las gana el de al lado… vuelca tus acciones en hacer el camino que te lleve a donde quieras llegar.
  2. LA FORMACIÓN… Pero no se trata de sólo de títulos, sino que se trata de incorporar conocimientos… estudia, lee, aprende… y convierte todo eso en algo único a lo que sólo tu le puedas dar forma, vamos… ponlo en práctica. Yo siempre comento en mis conferencias que donde más aprendí de liderazgo fue gestionando un pequeño equipo de 3.. vamos, que uno de mis primeros títulos que tuve de liderazgo es el libro de familia, que a nivel CV no se yo si tiene el valor que yo creo.
  3. LA EXPERIENCIA… Pero te invito que la cambies por la INNOVACIÓN. Porque la experiencia se convierte en antigüedad si no aprendes a hacer lo mismo de forma diferente.
  4. LAS COMPETENCIAS… entramos en procesos de selección donde las llamadas competencias blandas que se exigen al candidato son casi igual de importantes que las duras… vamos, que se va a tener más en cuenta a la hora de seleccionarte el cómo trabajas en equipo, tu capacidad de comunicarte, la gestión de los cambios, la empatía que desarrollas, en definitiva cómo vas a relacionarte con los demás.
  5. LA ACTITUD… se trata de las ganas que tienes de encontrar la oportunidad, de no desfallecer, del valor que vas a aportar a la nueva organización, del interés que muestras en conocer la empresa a la que te quieres incorporar.

En definitiva, debemos tener presente en que el peso más grande está en nosotros a nivel interno y en la forma que nos encaramos a lo que está pasando. Consigue mostrar y potenciar tu talento y serán las empresas las que salgan a buscarte.