Ante la inevitabilidad según algunos del surpasso de China a Estados Unidos como primera economía del mundo vengo ya diciendo y escribiendo en los últimos tiempos que esta afirmación me parece muy tajante porque sabiendo que hay factores que pueden incitar a pensar que se va a confirmar este surpasso también deberíamos considerar los riesgos que afronta China para que no se acabe produciendo. Además tengo la sensación que estos riesgos se toman poco en consideración por los que defienden la inevitabilidad del surpasso y andaba yo investigando precisamente sobre este asunto cuando he visto un artículo de Richard Cookson (ex Rubicon, Citi y HSBC) publicado por Bloomberg con este revelador título “China se parece mucho al Japón de los 1980s”. En la misma línea escribía yo hace unos meses que no dejáramos de aprender de lo que sucedió a los anteriores serios contendientes que cuando más cerca estaban de asaltar la supremacía economía americana tropezaron sin lograrlo: Japón y la Unión Soviética. Todo un aviso para los navegantes del “inevitable” surpasso chino. En ningún caso pretendo asegurar que le vaya a pasar a China lo que a Japón en los 90s pero sin duda es muy siniestra la alta similitud en muchos aspectos de la economía China de hoy con la de Japón de ayer y que la sumió en su década perdida en los 90s. 

Profundicemos a continuación en aspectos más específicos de sus estructuras económicas. Primero de todo tengamos en cuenta que el modelo de crecimiento chino tomó como guia el modelo japonés de reconstrucción de su devastada economía después de la segunda guerra mundial, y por tanto ya podemos ver aquí un primer punto de conexión en el campo económico entre los dos países. Otro aspecto que me gustaría clarificar es que si China no consigue finalmente superar a Estados Unidos eso no debe implicar necesariamente una terrible crisis económica ni una travesía en el desierto alejándose de las primeras posiciones del ranking de PIB global. De hecho Japón cuando detuvo su excelente progresión en los 90 no consiguió superar a Estados Unidos pero no se hundió en el ranking de crecimiento global, se fue alejando de Estados Unidos y acabo con los años perdiendo su segunda posición, que ocupó China, pero es hoy la tercera economía del mundo, dato que pasa desapercibido a más de uno. 

Veamos algunos datos. Todo el mundo habla hoy de un crecimiento chino financiado con un endeudamiento galopante. En Japón, en los 10 años previos al 1989 el crédito bancario a empresas no financieras se disparó 60 puntos porcentuales de su PIB. En China fueron 65 puntos porcentuales en los 10 años previos al 2019. La similitud de los dos datos asusta. Por otro lado el déficit corporativo japonés llegó esos años a un máximo de 8 puntos porcentuales de su PIB. Aquí la similitud con China no es tal, China presenta datos incluso peores: déficit de 14 puntos porcentuales de su PIB que ¡si añadimos a las empresas corporativas los gobiernos locales se dispara 20 puntos porcentuales! Otro aspecto peor para China es que la mayor parte de la deuda japonesa en los 80s y los 90s estaba denominada en su moneda el Yen, protegiéndola de los efectos nocivos de repatriaciones sorpresa de divisas extranjeras desde la economía nipona. Actualmente, las compañías chinas tienen una deuda denominada en dólares que supone un 10% del préstamo bancario del país. Respecto al riesgo que supuso y supone el sector inmobiliario para las dos economías, a favor de

China está el hecho que la burbuja inmobiliaria japonesa de los 90 era mucho mayor que la burbuja inmobiliaria china de hoy, sobre todo por la limitada oferta de suelo edificable en la isla japonesa versus una oferta masiva de suelo en China. Sin embargo, el alto peso de este sector en China lo convierte en un sector de riesgo para el crecimiento total del país ya que supone un 15% de su PIB mientras que el japonés no llegaba a tener un peso superior al 8%.

Por último y para poner en contexto la distancia de China a Estados Unidos con datos de 2019, por ser el último año con datos completos no afectado por la pandemia, que desvirtúa las series comparativas, vemos que Estados Unidas lidera el ranking global con un PIB de 21.43 billones de dólares y China lo sigue a más de 7 billones de dólares con un crecimiento de 14.28 billones. Japón con un PIB de 5.45 billones de dólares en 1995 se acercó a poco más de 2 billones de dólares de alcanzar a Estados Unidos (7.64Bill.) y arrebatarle la supremacía económica del mundo.

Gráfico

La lección es clara para china y mal haría en no tenerla en cuenta: retar y amenazar abiertamente la supremacía económica americana no sale gratis y si no que se lo pregunten a Japón o a la extinta Unión Soviética.