Es habitual desde hace un tiempo escuchar este término en casi todos los ámbitos… En el social, personal o familiar, y cómo no en el laboral. Cada vez más escucho la palabra resiliencia en las empresas, y vemos la necesidad no sólo de entender este concepto sino de poder aplicarlo… Para entendernos de una forma fácil sin entrar en definiciones psicológicas… Cuando hablamos de resiliencia solemos hacerlo utilizando la metáfora del junco para entender este concepto, la capacidad para doblarse ante el viento, pero sin llegar a romperse… Incluso con el viento más extremo el junco recupera su forma original cuando el viento desaparece.

Cuando utilizamos este término en las empresas no estamos más que aplicando la anticipación y adaptación para gestionar de forma positiva los cambios y los improvistos a los que debemos de hacer frente. Evidentemente no se trata de reducir o hacer desaparecer los problemas… Ni tan si quiera se trata de evitarlos, sino que se trata de ser capaces reestructurar nuestros recursos en función de las nuevas circunstancias.

Si bien cuando hablamos de 'resiliencia' entendemos que hablamos de una capacidad individual, cada vez más entendemos la resiliencia como un proceso en el que afectan no sólo la capacidad individual sino en el que también intervienen e interactúan múltiples factores... Familiares, sociales, culturales… y cómo no profesionales.

¿Por qué volvernos más resistentes y resilientes?

Es bueno saber que las personas podemos moldearnos y por lo tanto podemos trabajar, mantener e incrementar las habilidades necesarias para potenciar este preciado recurso para:

  1. Reducir el estrés... Entre resiliencia y estrés gana la fuerza con más intensidad, por eso si identificamos claramente cuales son nuestros estresores y los reducimos automáticamente somos capaces de incrementar nuestra resiliencia .
  2. Mejorar la capacidad de adaptación…Aplicarnos esa frase de “Si la vida te da limones, aprende a hacer limonada” al mas puro estilo Mr Wonderfull no estaría mal para trabajar ese proceso de adaptación tan necesario… comienza por hacer 1.   pequeños cambios en situaciones rutinarias y de esta forma te estarás preparando para la eventualidad de forma natural.
  3. Aprende a entender y/o cambiar tu punto de vista… Cuando surge una adversidad generalmente nuestra forma de actuar o de intentar resolverla es desde el mismo punto de vista desde la que se origina, por ello, cambiar de perspectiva nos ayuda a probablemente cambiar el resultado de forma natural
  4. Mantén un punto de apoyo… tener gente cerca que nos generen confianza, confort y proximidad es un factor externo que repercute en nuestro proceso resiliente.
  5. Trabaja las emociones en positivo… Siempre digo que debemos familiarizarnos con el lenguaje de las emociones para saber de que estamos hablando. Establecer actividades que promuevan la gratitud, afectividad, serenidad, cariño, satisfacción sin lugar a duda es una de las formas mas eficientes para incrementar la resiliencia

 Y recuerde que para incrementar el nivel de Inteligencia Emocional requiere práctica y esfuerzo sostenido, y la suma de esos esfuerzos repetidos nos llevará al éxito.