Endesa colabora con la Fundación Patronato Obrero en un proyecto mejora de la empleabilidad de personas en riesgo de exclusión social, con baja cualificación formativa, a través de siete cursos de formación de prevención de riesgos laborales (PRL) de diferentes disciplinas: electricidad, fontanería, mantenimiento de piscinas, fitosanitarios, construcción, y un curso de manipulación de alimentos.

Según la compañía, en el contexto de la COVID-19 se busca apoyar la empleabilidad de personas en una situación más vulnerable, así como una mejora de su situación personal agravada por los efectos negativos de la crisis sanitaria.

Se trata de un proyecto que tiene por objetivo dar una oportunidad a las personas que tienen una baja cualificación formativa y con escasos recursos económicos para acceder a la formación, porque su principal prioridad es la inserción laboral.

Los usuarios que atiende la Fundación, en los diversos programas, son unos 280 anuales. El año pasado fueron 347 usuarios debido a la gran demanda para participar en los programas de búsqueda y consolidación del empleo.

El perfil de los usuarios de los diferentes cursos son personas de 16 a 60 años, de colectivos en riesgo de exclusión sociolaboral, con baja cualificación profesional, con dificultades económicas, y con un plan de trabajo activo en algún programa de la Fundación.

El primer curso de PRL de electricidad ha comenzado el 17 de mayo y terminará el 21 de mayo, de 20 horas de duración, con 14 usuarios divididos en dos clases debido al aforo derivado de las normas sanitarias por la COVID-19.

Con este proyecto, los usuarios de la Fundación Patronato Obrero pueden completar su itinerario y trabajar con el objetivo de conseguir un trabajo que mejore su situación personal y familiar.

Desde Endesa han destacado el Plan de Responsabilidad Pública que puso en marcha al principio de la pandemia y que ha movilizado 25 millones de euros, distribuidos casi a partes iguales entre ayuda médico-sanitaria en una primera fase; y de apoyo a pymes, parados, y familias y colectivos en situación de vulnerabilidad, en la segunda fase. La compañía estima que el Plan conseguirá cerca de dos millones de beneficiarios a través de 150 proyectos realizados o en marcha.

La segunda fase del Plan de Responsabilidad Pública tiene como objetivo la reactivación económica y se estructura en cuatro ejes: cobertura de necesidades básicas a familias con especial necesidad, brecha digital a estudiantes en edad escolar, formación para el empleo de personas vulnerables y ayudas a pymes especialmente afectadas por la nueva situación COVID.