La comunicación juega un papel crucial en hacer que tu lugar de trabajo sea efectivo, a la vez que agradable. Puede ayudarte a generar confianza, a resolver diferencias y a crear un ambiente de respeto que facilite la resolución de problemas y la construcción de relaciones. 

Desde esta perspectiva, la buena comunicación significa comunicación asertiva.

Según Wikipedia, la asertividad es una forma de comportamiento caracterizada por afirmar la posición de uno sin ser agresivo, dominante o negando los derechos de otro y, al mismo tiempo, sin permitir de forma sumisa que otro ignore o niegue tus propios derechos. No obstante, es un concepto abstracto que produce confusión y que se entiende mejor cuando la comparamos con sus primas: la comunicación agresiva y la comunicación pasiva.

Quien usa el estilo agresivo busca imponer su criterio, dando la impresión de que no le importan las necesidades de su interlocutor. Puede resultar amenazador o intimidante. Imagina que, tras haber explicado a tu cliente una solución a su problema, este te pregunta “¿cómo sé que me va a funcionar?”

Respuesta agresiva sería: “Funcionará porque te lo digo yo”. 

Esto puede interpretarse como hostil, llegando a producir rechazo.

Quien usa el estilo pasivo antepone las necesidades de los demás a las suyas, evitando el conflicto a toda costa y mostrándose aparentemente dudoso de lo que dice.

Respuesta pasiva: “Creo que funcionaría si lo intentamos...”

Comunicar de esta forma resta tanto valor a lo que dices, generando duda y produciendo desconfianza en tu planteamiento y tus capacidades.

Quien usa un estilo asertivo comunica desde una posición segura y humilde a la vez. Plantea con claridad sus opiniones, teniendo en cuenta tanto sus propias necesidades como las de los demás.

Respuesta asertiva: “Funcionará porque, tras haber estudiado nuestro histórico de clientes con el mismo perfil que el suyo, he comprobado que la efectividad es superior al 99%”.

Comunicarte de manera asertiva tiene grandes ventajas.

1. Te facilita ganarte el respeto de las personas porque, al comunicarte de manera asertiva, defiendes tus derechos y estableces tus propios límites.

2. Te ayuda a controlar tus emociones porque hablas de ellas abiertamente.

3. Te da la confianza para pedir lo que quieres porque te das cuenta del valor detrás de hacerlo.

La fórmula de la asertividad

Ahora bien, ¿cómo comunicarte de manera asertiva?

En mi experiencia impartiendo cursos de formación en habilidades de comunicación, he identificado una fórmula que te ayudará a comunicar de manera más asertiva a la hora de hacer planteamientos importantes.

Dicha fórmula responde al acrónimo F.E.E. = Franqueza + Evidencia + Empatía.

  • Franqueza: di lo que piensas de manera directa, sin titubeos. “Funcionará”.
  • Evidencia: demuestra con un dato objetivo que lo que dices es cierto y no una mera opinión. “Tras haber estudiado nuestro histórico de clientes con su mismo perfil, he comprobado que la efectividad es superior al 99%”.
  • Empatía: dilo con cariño y delicadeza, buscando reforzar la relación.

El estilo de comunicación asertivo es el que refuerza las relaciones profesionales y consigue resultados positivos. Es comunicación carismática porque te muestra como una persona segura y cercana a la vez.

Úsalo, te ganarás la confianza de las personas y llegarás a acuerdos con mucha mayor facilidad.