Las empresas del sector nupcial han sido de las más afectadas por la pandemia de la COVID-19. Según FeSN, La Federación española del Sector Nupcial, desde que comenzó el confinamiento, hace justo un año, miles de bodas se han pospuesto o cancelado provocando pérdidas de entre el 80-90% en las empresas del sector.

Por este motivo, desde la FeSN, reclaman poder acceder a las ayudas directas para autónomos y pymes de las que denuncian haber quedado fuera "El mundo nupcial ve como sus profesionales quedan excluidos de las ayudas directas promovidas por el Gobierno al no aparecer en los planes estatales los CNAE correspondientes a estas actividades" - aseguran.

"Ante la vulnerabilidad de nuestros profesionales y la falta de reconocimiento de nuestra situación por parte de las Instituciones, desde la Federación Española del Sector Nupcial, nos vemos en la obligación de dar un toque de atención y reclamar que tanto el Gobierno de España como las Comunidades Autónomas tomen medidas que garanticen el acceso a las ayudas directas de los autónomos y empresas que se han quedado al margen de estas".

La FeSN solicita de este modo "Unas ayudas fundamentales que garanticen la supervivencia de un sector que tiene un alto impacto en la economía y en el empleo, y para el que exigimos el mismo trato que están recibiendo otros sectores con iguales o, incluso, con menores pérdidas que el nuestro, ya que tras perder la temporada de 2020 nadie nos asegura que podamos salvar la temporada de 2021, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo en empresas de hostelería, catering, moda, organización de eventos, fotografía, animación, floristas, estilistas, decoradores, músicos, fincas, empresas de alquiler de mobiliario, etc".

La Federación Española del Sector Nupcial, integrada por siete asociaciones autonómicas: Andalucía, Baleares, Canarias, Extremadura, Galicia, Madrid y País Vasco considera "fundamental que haya igualdad a la hora de solicitar ayudas directas para las empresas, ateniéndose a la caída de ingresos y a aspectos como la estacionalidad y la intermitencia de nuestra actividad"

EL ESTADO DEL SECTOR

Desde el inicio del estado de alarma, se calcula que un 72% de las bodas se aplazaron, mientras que un 18% se cancelaron. Del total de las bodas aplazadas, un 35% todavía no tienen fecha de celebración, lo que llevará a un aumento en el porcentaje de bodas canceladas. Además, de cara al futuro, el anuncio de nuevos enlaces se ha reducido en un 35%, y el presupuesto de las bodas se ha reducido en un 48% a causa de las restricciones y de la crisis económica provocada por la COVID-19.

Con estos datos en la mano, la previsión para el sector nupcial en el 2021 augura una caída del 65% respecto a 2019, lo que supone una situación insostenible para las empresas. Esta situación se agrava en las empresas más pequeñas (aquellas que tienen entre 5 y 10 empleados). De cara al 2022, se prevé una caída del 28% respecto a 2019, si bien, debido al cierre de muchas empresas y profesionales, la densidad media sería muy similar a la 2019.