La gestión eficiente de los tiempos alimenta la credibilidad necesaria para poder liderar los nuevos factores del éxito tanto de los destinos turísticos como de las empresas. Las personas que tienen la responsabilidad de liderar el cambio con éxito de crear demanda, deben de tener entre otros valores el de la credibilidad, es decir, el crédito personal y profesional que cada persona tiene ante la opinión de su entorno, independientemente del crédito que cada persona se atribuya a si misma. En definitiva, el único crédito que vale para poder influir sobre los demás es el que valoran las personas con las que nos relacionamos, viendo el trabajo 'bien hecho y bien acabado', porqué no sirve de nada hacer las cosas bien hechas si el cliente no las percibe. 

La credibilidad que hoy dispone un profesional responde también al concepto de tiempo, ya que no es solamente el fruto de sus actuaciones inmediatas sino también la suma de sus actuaciones en el pasado.

“EL CRÉDITO DE HOY ES LA CONSECUENCIA DEL TRABAJO BIEN HECHO Y BIEN ACABADO DE AYER Y DEL TRABAJO BIEN HECHO Y BIEN ACABADO DE HOY”. 

El crédito de ayer nos otorga el crédito de hoy y, obviamente, el entorno también nos valorará en función del crédito humano que es la capacidad de gestionar en positivo las emociones propias y las de los demás y crear los valores que facilitan la convivencia y generan confianza, así como del crédito profesional, que es la capacidad de conseguir soluciones con éxitos sostenidos.

El crédito que las personas de nuestro entorno perciben y visualizan es un nuevo factor clave para tener éxito profesional en un mercado donde se estarán creando demandas atractivas, que superarán las ofertas mayoritariamente iguales, donde la subasta de precios a la baja condiciona la actividad.

Ojalá que esta reflexión conceptual haga impacto a los pacientes lectores y les provoque automática y positivamente la forma de cuestionarse su crédito, sin buscar más culpables que uno mismo y con gran cantidad de humor y de humildad. En el olvidado mercado de oferta los profesionales se podían enamorar de sí mismos y convertir su verdad en la única verdad y su obra en la mejor obra, independientemente de la calidad percibida tanto por los clientes internos como por los externos. En el nuevo complejo mercado de crear demanda, le recomiendo que se enamore exclusivamente del éxito empresarial sostenido y sólo durante un ratito.

El liderazgo de la credibilidad, capaz de contagiar a su entorno en el cambio de actitudes y aptitudes que cada uno de los miembros del equipo debe llevarse a cabo para seguir siendo útiles a las nuevas exigencias de la calidad percibida por los clientes. Sería conveniente para asegurar el éxito, cuestionarse su credibilidad para poder mejorar su crédito, a sabiendas que: “TANTO CRÉDITO TIENES, TANTO VALES PARA PODER INFLUIR”.

En el próximo artículo les expondré los valores que le aportarán crédito. “QUIEN TIENE ILUSIONES ES FELIZ, QUIEN CONSIGUE PONERLAS EN PRACTICA TIENE ÉXITO”

Como siempre quedo a su disposición en dbiosca@educatur.com tanto en las coincidencias como en las discrepancias.

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