He explicado muchas veces, en varias sesiones de consultoría, que lo importante de cualquier negocio es empezar con un propósito claro. Es decir, tener claro a quién quieres ayudar y porqué. Todavía hoy encuentro varios negocios que no tienen claro ni quiénes son ni para quién quieren ser importantes.

Hemos vivido durante bastantes años en una burbuja, dónde si lo hacías mal y ofrecías una calidad mediocre todavía podías sobrevivir con tu negocio. Esto se ha acabado. Ahora ni siquiera los negocios excelentes tienen garantizado el éxito.

En los dos últimos párrafos, hay dos puntos clave: El primero, es que cualquier negocio hoy en día debe ayudar a mejorar su entorno. Y el segundo, es tener muy clara tu definición de éxito para no perder el norte.

Existen dos tipos de negocios en el mundo, los que solucionan un problema y los que entretienen. Por ejemplo, imagina que tienes una pequeña tienda de jardinería.

¿Quién es tu cliente ideal? ¿Cuál es tu propósito? Depende. Por un lado, puedes ser una tienda especializada en ayudar a particulares que quieren trabajar sus huertos urbanos como hobby (Entretienes) Por otro lado, puedes ser una tienda especializada en ayudar a profesionales del sector de la jardinería que necesitan maquinaria y otros materiales (Solucionas un problema)

Si intentas contentar a ambos, probablemente sea complejo destacar o fidelizar a tus clientes. Trabajar diferentes mensajes y hacerlo bien, es complejo. Es imprescindible atreverse a elegir, al menos al principio para crecer correctamente y sobrevivir a los primeros años de vida.

Si tienes claras tus fortalezas, seguro que hay una de las dos opciones que conecta más contigo y tienes claro dónde serás mucho más útil para ayudar a tus clientes. Apuesta por el camino que consideras correcto para ti y verás que empiezas a ganar más dinero y a disfrutar de trabajar, al ver que tus clientes están agradecidos por todo lo que les aportas y te recomiendan constantemente.

Esto es un pequeño ejemplo, pero podría contarte casos reales o anécdotas propias... Mi día a día consiste, básicamente, en hacer dos preguntas a los emprendedores y a los empresarios: ¿Quiénes somos? ¿Porqué?

Si están cansados de dar más vueltas que un reloj y trabajar tantas horas ha dejado de tener sentido, quizás es el momento de parar y hacerte las preguntas correctas para poder avanzar.

Desde el primer confinamiento he escuchado varias veces que la solución pasa por adaptarte constantemente al cambio. Para mí, es un error. No nos debemos adaptar al cambio, debemos ser capaces de generarlo.

Más información en Coent