Ha sido un inicio de año intenso.

Burger King, Pfizer, la CIA, Inter de Milán, Osborne, todo el grupo Renault y muchas marcas más han aprovechado el confinamiento para trabajar y transformar sus marcas.

Algunas vuelven a identidades del pasado y otras han apostado por transformarse radicalmente.

En algunos casos ha sido suficiente con hacer cambios o variaciones estéticas de su marca. Otras han optado por un cambio profundo que afecta tanto a la estrategia como al posicionamiento de marca.

Lo que está claro es que el mundo y las rutinas de los consumidores han cambiado. Por lo tanto, es relativamente normal y necesario que las empresas realicen cambios estratégicos para adaptarse al entorno de la nueva normalidad.

¿Y tú? ¿Qué cambios has realizado en tu marca para adaptarte a la situación actual?

Cambiar una marca no es fácil, y menos en tiempos de crisis, dar este paso puede producir ciertas inseguridades. Sin embargo, peor es no reaccionar cuando nuestro negocio entra en una nueva etapa.

¿Te suenan alguna de estas situaciones?

  • Buscamos posicionarnos en nuevo mercado
  • Incluimos nuevos socios en la compañía
  • Nuestra oferta se está diversificando
  • Aplicamos cambios en el modelo de negocio
  • Nuestro público objetivo ha evolucionado o cambiado.
  • Estamos presente en varios canales diferentes

Quizás es el momento de reaccionar

  1. Define bien dónde quieres llegar y la razón por la que quieres hacer cambios en tu marca.
  2. Haz un análisis interno, externo y del público al que te vas a dirigir.
  3. Es el momento de tomar decisiones. Redefine la marca, hay que arriesgarse pero intenta andar sobre seguro. Deja claro que es lo que te diferencia de los demás.
  4. Todo lo que has pensado, hay que llevarlo a cabo.

Recuerda también crear un discurso en el que cuentes lo que es realmente importante para tu marca: Los atributos que te definen, tus valores, la personalidad que vas a mostrar y tu posicionamiento de marca.

Pregúntate:

  • ¿Cuál fue la razón por la que empezó todo?
  • ¿Cuál es la historia? ¿Tienes identificadas tus fortalezas?
  • ¿Qué te diferencia del resto?

El activo más importante de las empresas es la marca. Invertir en branding es siempre una buena apuesta.

El branding, es un conjunto de acciones, no cuenta con una fórmula mágica y universal a seguir para que tu empresa funcione, sino que el resultado depende del compromiso que tiene la empresa con la estrategia elegida y sus respectivas prácticas.

¿Necesitas más motivos para invertir en branding?

  • Atraer al público objetivo adecuado
  • Conseguir más ventas con más facilidad
  • Optimizar las iniciativas de marketing
  • Incrementar el valor de tu empresa
  • Conseguir posicionamiento y apostar por mayores precios

En estos momentos, percibir la inversión en branding como algo opcional es una equivocación. Aunque el presupuesto de la marca sea bajo, hay que invertir en el negocio para sacarlo a flote.

La marca es la visión de una empresa, la fuerza propulsora que permite diferenciar a una empresa de sus competidores. La marca ha de dictar todas las decisiones estratégicas de las empresas, desde la visión corporativa del negocio hasta la gestión de sus recursos humanos.

Las marcas no son solo para las grandes empresas.