La crisis sanitaria y el consecuente desastre económico, especialmente en toda la cadena de servicios del turismo, hoteles, alojamientos, agencia de viajes, compañías aéreas, restaurantes-bares, ocio, alquileres de coches, y la amplia oferta de los otros servicios, para poder volver a su actividad necesitan, además del apoyo financiero para poder renovar y reposicionar la planta hotelera y los destinos tan castigados por el Covid-19, la más eficiente colaboración entre lo público y lo privado. De esta forma se ayudaría a potenciar las marcas de todas las ofertas de cada destino y se desarrollarían sistemas digitales de motorización de todas las ofertas.

Los profesionales también tienen la oportunidad de formarse para dominar los diez cambios que el complejo mercado Post-Covid exige para conseguir el nuevo éxito:

  1. El cliente ya no solo quiere estar de vacaciones, ahora quiere ser feliz y sobre todo quiere sentirse seguro. Ya no quiere pagar habitaciones aburridas, ahora quiere que le sorprendan con los componentes de su felicidad, lo que requiere poder reconocer al cliente y conocer sus expectativas. La motorización se convierte en la herramienta de la felicidad, para construir el hilo y estar siempre conectados al cliente a través del álbum de sus satisfacciones.
  2. Para conseguir el reto del hilo de la felicidad, es preciso que las empresas conviertan los departamentos en un solo equipo de Anfitriones Proactivos Polivalentes y Vendedores, orientados a la personalización en las relaciones con los clientes, para mantener activado el comentado hilo de la felicidad de los clientes y de los anfitriones vendedores, a sabiendas de que un cliente olvidado es un cliente perdido, que hará las quejas virales.
  3. Para conseguirlo, hay que añadir a la formación técnica la de los oficios; Cocina-cocinero, jardín-jardinero, recepción-recepcionista…la formación emocional que nos enseñará a tratar a los clientes con la máxima asertividad, empatía y amabilidad.
  4. También es fundamental desarrollar el mix cerebro-corazón, racionalidad y emociones, para poder dominar las herramientas necesarias para la nueva y difícil realidad de los clientes, donde es preciso, tanto en lo público como en lo privado, saber construir equipos positivos y eficientes. Porque solo podrá caminar, pero solo en equipo se consiguen los clientes
  5. Las marcas paraguas de los destinos, con las privadas, consiguen el prestigio si todas se posicionan bien segmentadas, convirtiéndose en deseadas y comentadas, a sabiendas de que lo que hablan los clientes de nosotros destruyen o mejoran la marca.
  6. Como todos somos digitales y deseamos enseñar nuestra felicidad o enfado, tenemos que aplicarnos en convertir a los clientes en embajadores proactivos y felices de nuestras ofertas y del destino, porque todo lo que enseñan durante su estancia y a su llegada a su hogar, si es positivo, se convierte en una influencia más potente que cualquier publicidad.
  7. A los profesionales llamados empleados, prefiero reconocerlos como humanos con recursos, invitando a todos a apostar por su formación, convirtiéndose en estudiantes toda su vida, consiguiendo estar al día. Si no lo hacen, serán uno más, y en consecuencia, uno menos, cayendo donde hay muchos.
  8. Al morir por el Covid-19 el mercado de oferta, tenemos que crear nuestra propia demanda. Para conseguirlo, es imprescindible que los jefes actuales se sientan con la ilusión de transitar a ser líderes que influyen, que practican estas conductas y aportan soluciones, que transmiten positividad y se entrenan, predican con el ejemplo, acompañando con generosidad, se relacionan con armonía y placidez demostrando una alta honestidad.
  9. Todos los profesionales deben estar dispuestos a conectarse a la radiofrecuencia de los clientes, los proveedores, la competencia y los medios de comunicación, para estar al día a tiempo real de las noticias y de las canciones de moda, y así conseguir no desafinar la nueva música del éxito.
  10. En esta crisis tan profunda, todos conocemos amigos que han tenido que bajarse en esta maldita estación. Quiero con estas reflexiones invitarles a no caer en el desánimo, porque destruye el ánimo, la positividad y la voluntad de volver a empezar. Les sugiero que descubran sus otras habilidades, que vuelvan a prepararse, a cuidarse físicamente, recopilando los contactos de la buena gente que sintonizaron, acercándose con actitud de volver a vencer.

“NO OLVIDEN QUE LO QUE SEMBRAMOS SUBIENDO, LO RECOGEREMOS CUANDO BAJEMOS”

Como siempre, quedo a su disposición en dbiosca@educatur.com tanto en las coincidencias como en las discrepancias.