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Emprendedores

De cero a 1.000 en tres años

Mundimoto es un ‘e-commerce’ de motos que facturó un millón de euros en 2019 y que aspira ya a los 150 millones

Alberto Fossas y Josep Talavera, fundadores de Mundimoto Ricard Cugat

Él solo quería vender su moto, y ni cinco años después, tiene más de mil de estos vehículos expuestos en una nave industrial, una empresa que factura 15 millones de euros y 200 empleados a su cargo. Mundimoto, un portal de compraventa de motos sobre todo por internet, ha multiplicado por siete su negocio en el último año y prevé facturar 150 millones de euros este 2022, lo que supondría crecer diez veces en un solo ejercicio. "Hay una oportunidad para pasar a la historia y la queremos aprovechar: vamos a muerte", declaran los fundadores del negocio, que se saben los únicos de Europa haciendo lo que hacen y que además acaban de atar una inyección de capital de 20 millones de euros procedentes de la firma de capital riesgo italiana P101, de un fondo estadounidense (Autotech) y de otro israelí (Manif).

"Podríamos haber crecido orgánicamente, pero hay un momentum ahora: no hay nadie más en el mercado", afirma el consejero delegado y cofundador de la start-up, Josep Talavera. "El nivel de crecimiento que queremos alcanzar este año necesita inversión sí o sí: podríamos haber duplicado o triplicado el negocio, pero la intención es multiplicarlo por diez", especifica el cofundador y origen de todo, Alberto Fossas.

Porque el inicio de esta empresa se remonta al momento en que este emprendedor de Mataró (Barcelona) reparó en lo sencillo que era vender una moto por internet. Tanto, que decidió empezar a recorrer España buscando vehículos de este tipo para venderlos luego algo más caros. "A lo mejor compré en un año 50 motos", recuerda Fossas. "Buscaba la mejor oferta, miraba la forma de ir a por las motos de la forma más económica posible, y las traía: hacer eso repetidas veces te da conocimiento y facilidades para abordar un proceso que es muy engorroso para quien no está acostumbrado", plantea. Habla del cambio de nombre, de la valoración de aspectos técnicos, del riesgo de engaño, y de una larga retahíla de etcéteras.

La cuestión es que de arreglar y limpiar los ciclomotores él mismo, y de venderlos por Milanuncios o Wallapop, pasó a buscarle los vehículos al dueño de un concesionario de fuera del país. Y de allí, a montar su propia empresa de alquiler de motos.

"En medio de toda esta locura, Josep, que tenía su propia empresa [es el fundador de Decowood], me recomendó ponerme serio y estructurar el proyecto", continúa este aficionado al motor. "Fundamos una sociedad, alquilamos un local en Mataró y empezamos a ver qué pasaba", añade Fossas.

Lo que pasó es que facturaron un millón de euros y fueron rentables desde el primer año. Doce meses más tarde duplicaron esta cifra. Y al tercer año, ya en 2021, con un plan de negocio más ambicioso y la ayuda de una ronda de financiación de 1,3 millones de euros, se plantaron en los 15 millones de euros de ingresos. "Es un tema de oferta y demanda [y muchos conocimientos de publicidad on line]: teníamos las motos 100 euros más baratas porque las íbamos a buscar sin mucha estructura, con lo que podíamos conseguir buenos precios", analiza Talavera.

Este crecimiento también se ha trasladado al espacio desde el cual operan y en el que tienen expuestas las motos para el que quiera comprarlas de forma presencial (un 25% de su público): han pasado de las cuatro motos con que empezaron, a tener 1.050 en stock; de empezar el año en un local de 300 m2, a trabajar en uno de 17.000 con cuatro plantas y su propio taller industrial; y de ser menos de 10 trabajadores un año atrás, a montar una plantilla de 200 personas. De hecho, prevén contratar otras 200 este año.

Las claves de este desarrollo han sido poner a funcionar sus procesos también a la inversa (los usuarios pueden vender su vehículo a Mundimoto, lo que le ahorra a la empresa la búsqueda de producto), disponer de un sistema de logística interno que les optimiza las rutas de recogida y reparto de los vehículos, y haber realizado dos grandes fichajes: Álex Lopera, cofundador de Verse, como máximo responsable de operaciones, y Fabián Patus, antes jefe de fábrica de Clickars, como piloto del plan de industrialización de la empresa.

Y ahora, la compañía está preparada para ir más allá, tanto en términos de fronteras, como en cuanto a la definición de la empresa. "Nos hemos consolidado como líder español, así que ahora queremos hacer la expansión hacia mercados de fuera de España", explica Talavera, especificando que un 15% de sus ventas ya son al extranjero pero solo a través de concesionarios y que el plan de crecimiento actual contempla abrir en estos países espacios como el que tienen en Barcelona.

Por otro lado, la estrategia pasa por emular lo que Housfy ha hecho en el mercado inmobiliario: cubrir toda rama implicada en el proceso de comprar una moto, empezando por la venta del ciclomotor y llegando hasta el mercado de los accesorios o los seguros. "Queremos que cuando alguien piense en motos y en todo lo que las rodea piense en nosotros -concluyen-: que no solo sea Mundimoto compra o vende, sino que sea Mundimoto me simplifica el servicio".

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