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Nomen Foods

1.700 metros cuadrados en el Delta, directos al plato

Nomen Foods tendrá en marcha el año que viene una planta de comidas preparadas con la que reforzará su apuesta por el valor y la internacionalización

1.700 metros cuadrados en el Delta, directos al plato.

De la fábrica al plato preparado. La arrocera Nomen Foods pondrá en marcha a principios del año que viene la mayor planta de productos preparados y listos para comer del sector arrocero en Europa que, a su vez, se caracterizará por la sostenibilidad. De esta forma, la compañía consolidará su giro estratégico que apuesta por el valor y la internacionalización.

Tras una inversión de unos tres millones de euros, la compañía, controlada en un 89% por Arrossaires del Delta y el resto por los propios socios de esa cooperativa, ha completado ya la primera fase de construcción de la nave de 1.700 metros cuadrados en los mismos terrenos del Delta de l’Ebre en los que se emplaza la fábrica actual.

Enric Batlle, consejero delegado del grupo, asegura que la nueva planta "supondrá un gran paso" en su ambición de ser «la arrocera más respetuosa con el medio ambiente». A la vez que destaca a la empresa como protagonista en la lucha contra el cambio climático abandera "la apuesta por el arroz ecológico".

La nueva planta estará dedicada a la producción de variedades de vasitos y platos de arroz de alta calidad y 100% reciclables. La capacidad de producción será de 10 millones de vasitos al año, aunque está previsto superar posteriormente esta cifra. A ello hay que sumar la producción de platos de quinta gama (elaborados, cocinados y envasados, en la mayoría de los casos, listos para consumir), que hoy está externalizada, y que el año pasado llegó a casi medio millón de kilos.

La producción de la nueva planta irá destinada al mercado español así como al francés, si bien la previsión es ampliar el foco a otros países europeos en el marco de los planes de expansión internacional que tiene la compañía. De la fábrica saldrán productos basados en las nuevas tendencias de alimentación saludable y con el concepto ‘convenience’, es decir, con soluciones de comida para tomar en cualquier momento y lugar, según Batlle.

Otra de las características de la nueva planta es que es 100% sostenible. Las instalaciones se alimentarán de energía de placas fotovoltaicas de última generación y con la recirculación del vapor gracias a una central térmica. Para ello se implantarán circuitos cerrados de enfriamiento y calentamiento en las operaciones de tratamiento térmico y se aprovecharán las energías residuales en diferentes puntos de la planta. Como consecuencia de ello se podrá ahorrar en los procesos de generación.

Gracias al proyecto se podrá recuperar prácticamente el 100% de los condensados de vapor generado en una caldera de 1.050 kilovatios (kw) de potencia, que serán recirculados, evitando vertidos y aprovechando su energía térmica. A su vez contará con equipamientos de la máxima eficiencia, alumbrado led y variadores de frecuencia en diferentes motores. El 40% de la energía para elaborar los productos procederá del parque solar que se instalará en los tejados de la fábrica y el 60% restante, de la red eléctrica con el certificado ‘green energy’.

El proyecto ha costado tres años de desarrollo del departamento de I+D de Nomen Foods, que lidera Raül Carles, director corporativo; el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA) y la ingeniería vasca especializada en estas instalaciones, LKS.

Tras orientar el negocio hacia operaciones de mayor rentabilidad y productos envasados de sus marcas referentes, es decir, mayor concentración en la calidad que en la cantidad, la compañía cerró el pasado ejercicio fiscal con unas ventas de 29,8 millones de euros. La marca Nomen, líder en el mercado de los arroces, supone el 53% de la facturación del grupo.

De marzo a abril de 2020, las ventas destinadas a distribución se dispararon con un alza del 250% que compensó la caída del 80% de las destinadas a restauración, afectadas por el cierre y las restricciones provocadas por la pandemia. El peso de la marca Nomen palió las consecuencias del desplome del negocio de hostelería y restauración, a través de la marca Bayo. Además, el grupo tiene la marca Segadors del Delta, que agrupa las variedades redondo y bomba, que se cultivan en el parque natural del Delta de l’Ebre, así como un licor de crema de arroz con el nombre 1860.

Con una setentena de empleados, la compañía tiene garantizado su suministro de arroz que proviene de 5.500 hectáreas de la zona del delta, en la que tiene la planta de producción y donde estará también la de platos preparados.

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