Educación, medicina, construcción, ocio... No hay sector que se le resista a la realidad virtual. Y la seguridad vial no iba a ser menos. El uso de simuladores para formar a conductores sin correr los riesgos habituales de un entrenamiento tradicional ya es una hecho. La realidad virtual permite poner a los usuarios en situaciones extremas y aprender cómo han de reaccionar ante la niebla, la lluvia, el viento, o cualquier otra situación peligrosa que pueda darse en carretera, sin tener que preocuparse por sufrir las consecuencias reales.

Cada vez más autoescuelas están apostando por este tipo de formación que permite a sus alumnos testear sus habilidades incluso antes de sacarse el carnet. Así, en autoescuelas RACC apuestan por reforzar la enseñanza teórica con esta tecnología para facilitar después la parte práctica. "Al simular situaciones de tráfico reales desde el aula, les permite estar mejor preparados a la hora de realizar las clases prácticas pues son situaciones que ya han ido practicando previamente", explica Alberto Caamaño, responsable de formación del RACC.

En la misma línea de pensamiento se sitúa Roberto Ramos, director de formación de la fundación CNAE (Confederación Nacional de Autoescuelas) que explica que la realidad virtual activa mecanismos de percepción y respuesta en nuestro cerebro que pueden hacer comprender mejor muchas situaciones que, de forma teórica, o incluso viendo un vídeo, son más complicadas de transmitir.

Para los profesores de autoescuela las ventajas de esta tecnología son evidentes. Es más, muchos de ellos señalan que se notan claras diferencias entre aquellos alumnos que han hecho prácticas con simulador y los que no. "Mejora la observación de los alumnos pues su visión 360º hace que se habitúen a observar y prevenir con antelación. También mejoran su seguridad cuando inicien sus clases pues ya han podido actuar como conductores previamente a través de la realidad virtual", comenta Caamaño.

Pero, ¿qué requisitos debe cumplir una autoescuela para impartir lecciones con esta tecnología? Desde la fundación CNAE reconocen que al ser una herramienta tan novedosa aún no se han establecido los puntos básicos para su uso, pero se muestran convencidos de que un futuro cercano será reglamentada. Por su parte, Caamaño comenta que en RACC es esencial disponer de contenidos adaptados específicamente a la realidad virtual. "Por ejemplo, nosotros tenemos videos en realidad virtual que reproducen situaciones de tráfico habituales y zonas de examen, lanzamos preguntas que los alumnos visualizan a través de las gafas y pueden responder directamente con la vista".

Para conductores profesionales

Sin embargo, el uso de estos sistemas no se limita a las autoescuelas y a alumnos sin permiso de conducir. Y prueba de ello es Global Spedition, una empresa dedicada al transporte de productos pulverulentos, que ha desarrollado un simulador de conducción de vehículo pesado, para formar a sus transportistas con el objetivo de prevenir posibles accidentes en carretera.

"Con esta iniciativa, nos anticipamos a situaciones reales en la carretera, que no se pueden forzar en un entrenamiento normal, por los peligros que esto conlleva", explica Carlos Casasnovas, director comercial de Global Spedition. De esto modo, dentro de las situaciones adversas que generar el simulador se encuentran días lluviosos, nieve y hielo en la carretera o el deslumbramiento de otros vehículosAsí como poder sensibilizar a los usuarios sobre la conducción bajo los efectos del alcohol, drogas o en estado de cansancio.

Asimismo, Francisco Javier Sancho, conductor formador del proyecto hace hincapié en que gracias a la realidad virtual "se pueden forzar situaciones en los entrenamientos de los conductores que de otra forma sería inviable". A lo que Casasnovas añade que este tipo de escenarios, por su peligrosidad, en un entrenamiento tradicional solamente se pueden explicar de forma teórica.

Tras varios meses de funcionamiento, desde Global Spedition aseguran que con esta iniciativa están consiguiendo mejorar las habilidades de sus conductores en tres aspectos: conducción defensiva, seguridad vial y conducción eficiente.