El mercado de las criptomonedas ha dejado de ser un reducto solo apto para geeks tecnológicos o convencidos antisistema. La promesa de elevadas ganancias y la aparente facilidad con la que se puede invertir en estos activos está atrayendo a cada vez más inversores, tanto institucionales -BlackRock, la mayor firma de inversión por volumen de activos del mundo, ya tiene el bitcoin en su radar- como pequeños ahorradores.

Pero el crecimiento de este ecosistema financiero alternativo ha llamado también la atención de organizaciones de todo tipo, conscientes del cambio que se está gestando. Desde grandes corporaciones tecnológicas como Facebook, PayPal o Tesla, pasando por Mastercard o incluso El Corte Inglés, cada vez son más las que quieren participar o bien permitiendo los pagos con estas divisas virtuales, o bien lanzando las suyas propias. 

Criptoactivos basados en tecnología blockchain y descentralizados como el bitcoin, el ethereum o el dogecoin ocupan titulares y suman partícipes a diario, pero no cuentan todavía con el respaldo de los principales gobiernos y bancos centrales occidentales. Lo que están haciendo estas instituciones es poner en marcha sus propias iniciativas de moneda digital mientras, en paralelo, reclaman una regulación global. 

Este movimiento es reciente pero contundente, según considera el ex gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Porque, si hace tres años las autoridades monetarias no estaban interesadas "en absoluto" en este tipo de divisas, "hoy en cambio es completamente al revés". "Ya no se discute si se debe o no se debe introducir una moneda digital pública, sino cómo y cuándo", ha afirmado el economista durante la presentación del Digital Coin & European Financial System Sevilla Virtual Summit.

El evento tendrá lugar los próximos días 26 y 27 de mayo con el patrocinio de Caixabank, Banco Santander e Indra, otro indicativo de que este nuevo mercado atrae a cada vez más compañías tradicionales. 

Dinero seguro

Fernández Ordóñez asegura que el mundo de criptoactivos conlleva una transformación digital y aportación "muy importante" para mejorar la competencia y la innovación en los servicios de pago, que en su opinión actualmente están "atrasados" y son "costosos y lentos". El ex banquero también hizo alusión a la crisis financiera de 2008, un periodo que vivió en primera línea al frente del Banco de España, y señaló que las divisas digitales suponen una “oportunidad” de tener un dinero seguro, “que no sea fuente de crisis”. 

Tanto el Banco de Inglaterra como el Banco Central Europeo (BCE) están llevando a cabo investigaciones con el objetivo de crear libras y euros digitales de uso general. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, calculó que la entidad podría disponer de un euro digital en torno a 2023 y ya trabajan en un proyecto de divisa alejada de la tecnología blockchain. A su vez, Estados Unidos, la Reserva Federal (Fed) está analizando el desarrollo de un dólar digital en colaboración con el Banco de la Reserva Federal de Boston y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). "Se está trabajando en el cómo", ha explicado Fernández Ordóñez, incidiendo en que el diseño de una divisa digital pública es complejo. No obstante, el economista se ha mostrado convencido de que dará lugar a la "transformación estructural de las economías" en las próximas décadas.

Este pensamiento lo ha compartido Aldo Olcese, doctor en Economía Financiera y comisario del Summit, que ha definido de "transformación revolucionaria" del sistema financiero la llegada de estas monedas digitales institucionales o "tradicionales", pero también el papel que juegan las criptodivisas. "Nadie puede negar que estamos ante una eclosión de una nueva realidad", ha afirmado. 

En este contexto, China es la que lleva más camino recorrido: ya cuenta con un yuan digital funcional, que se ha puesto en marcha en algunas ciudades. "Es el mayor inversor de criptoactivos, el mayor tenedor de granjas de minas, tienen una posición muy fuerte en el mundo... Y EEUU y Europa todavía están deshojando la margarita de cuál va a ser su posición final", ha criticado Olcese.

Aunque también ha recordado que, si bien el euro va "retrasado" con respecto al yuan digital, sí hay una correlación con la evolución del dólar digital. "Se espera más bien una acción conjunta y concertada de la Fed y el BCE, y pienso que no a mucho tardar", ha indicado el comisario del Summit, que ha apuntado hacia la "problemática" de las economías abiertas y libres, como la europea, que obligan a ser "más cautos" en la implementación y regulación de una transformación tan "importante" como es la del euro digital.

"No se puede hacer una regulación a la ligera: es muy necesaria, pero tiene que ser inteligente y conseguir el equilibrio correcto entre soberanía monetaria, estabilidad financiera e innovación. Hay que hacerlo con prudencia pero también con mucha visión de futuro", ha manifestado.