El 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje, una fecha designada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para concienciar sobre la importancia de reciclar y sobre la necesidad de tratar los desechos adecuadamente para proteger el medioambiente y frenar los efectos del cambio climático. Esta efeméride cada vez gana más relevancia, ya que el número de españoles que incorporan a su día a día el hábito ambiental del reciclaje no para de aumentar. En 2019 (último año con datos) los ciudadanos usaron el contenedor amarillo y el azul un 8% más que en el año anterior. “Esto se traduce en que cada español separó y depositó en los contenedores amarillos, de media, 17,1 kg de envases de plástico, latas y briks; y 19,4 kg de envases de papel y cartón en el azul”, explica el gerente de Ecoembes en Cataluña, Xavier Balagué. Con la gestión de estos residuos, se evitó la emisión de 1,67 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente a lo que emiten las centrales de carbón en España durante dos meses. Según, otro informe, en esta ocasión de MilAnuncios, el mercado de segunda mano supuso en 2020 el ahorro de 79.635 toneladas de plásticos, lo que equivale a la cantidad de bolsas de plástico que consumen los españoles en 1,3 años.

No obstante, a pesar de estar en el camino correcto, la sociedad española aún se encuentra bastante lejos del objetivo de ser capaz de convertir el 100% de sus residuos en recursos. Desde Ecoembes aseguran que, aunque cada vez en menor cantidad, todavía existen falsos mitos entorno al reciclaje. “¿Para qué reciclar, si luego todo va al mismo lado?”; “Los productos reciclados son de peor calidad”; “Si yo no reciclo no pasa nada”, son algunas de las frases que aún se pronuncian en ciertos sectores de la sociedad. En este sentido, Balagué asegura que “es necesario esforzarnos para conseguir que los que todavía no reciclan, lo hagan. Es decir, existe todavía margen de mejora y se puede reciclar más y mejor”.

Productos que generan dudas

Por otro lado se encuentran aquellos que sí tienen intención de reciclar pero no lo hacen de forma correcta. Con los materiales ‘más cotidianos’ las dudas se reducen, en el caso del amarrillo, el 76,5% de los españoles asocia y tira siempre en este contenedor las botellas, botes o garrafas de plástico y el 68,6% en el caso de los briks. Sin embargo, la mayoría alberga dudas cuando se trata de materiales menos frecuentes en el día a día. Por ejemplo, los aerosoles (36,8%) y las tapas metálicas de los frascos (39,2%), son los que menos se asocian con el contenedor amarillo y, por tanto, los que menos se reciclan. Además, debido a la pandemia, hay que sumar un nuevo interrogante, ¿dónde se depositan los guantes y mascarillas? el material sanitario debe ir siempre en el contenedor de restos.

Errores en el contenedor amarillo

Al contenedor amarillo solo debemos depositar los envases de plástico, latas y briks. Los productos que no se reciclan en este contenedor son los siguientes:

Juguetes de plástico: deben ir al contenedor de restos o donarlos a distintas oenegés.

Biberones y chupetes: van al contenedor de restos

Cubos de plástico: también deben ser depositados en el contenedor de restos

Errores en el contenedor azul

En el contenedor azul se depositan envases de papel y cartón. Sin embargo, los siguientes productos no se deben reciclar en él:

Bricks de leche y/o zumo: deben ir siempre al contenedor amarillo

Servilletas o papeles sucios: se tienen que depositar en el contenedor de desechos orgánicos 

Pañales: se han de depositar en el contenedor de restos

Errores en el contenedor verde

En el contendor verde únicamente se han de depositar productos fabricados con vidrio. Por lo tanto, en este contenedor no deben ir:

Bombillas: se deben llevar a un punto limpio o centro de recogida

Espejos y ceniceros: tienen que ser reciclados en un punto limpio o centro de recogida

Vajillas y vasos: también deben de ser depositados en un punto limpio o centro de recogida