Laboral

Portugal blinda su oferta “low cost”: suelo a 1 euro el m2 y salario mínimo de 870 al mes

El SMI luso no superará los mil euros hasta 2028

El presidente de la Cámara de Viana, Luís Nobre (c.), en la inauguración de la nueva factoría de Borgwarner.

El presidente de la Cámara de Viana, Luís Nobre (c.), en la inauguración de la nueva factoría de Borgwarner. / Cámara Viana do Castelo

Lara Graña

El norte de Portugal cerró el primer trimestre de este año con 12.970 puestos de trabajo vacantes. Son cifras oficiales del Gabinete de Estratégia e Planeamento, dependiente del Ministério de Trabalho, que eleva hasta los 48.252 los empleos que buscan un nombre y apellidos en el conjunto del país. La región más próxima a Galicia es la segunda más afectada por la falta de profesionales, solo por detrás del área Grande Lisboa, singularmente –por este orden– en los sectores del comercio, industria, construcción y actividades científicas. En todas ellas, como ilustran las cifras de la Comissão de Coordenação e Desenvolvimento Regional do Norte (CCDR-N), los sueldos netos mensuales superan sin dificultad el salario mínimo luso.

Aunque no requiere excesivos méritos habida cuenta de que el SMI de Portugal –denominado formalmente salário mínimo nacional (SMN)– es de 820 euros al mes. El Gobierno de Luís Montenegro acaba de plantear que éste alcance los 870 euros para el año próximo, muy lejos de los umbrales de España, y que en todo caso mantendría la economía lusa como territorio low cost en el continente europeo. Porque, en paralelo a estos valores exiguos en cuanto a retribuciones, las políticas gubernamentales continúan existiendo en la misma hoja de ruta: suelo industrial casi regalado y bufé libre de exenciones fiscales para captar grandes factorías.

En lo que respecta al SMN, la ministra de Trabalho, Maria do Rosário Ramalho, no lo tendrá fácil para lograr un consenso con los agentes sociales. La subida se abordará en la Comissão Permanente de Concertação Social, pero desde el empresariado ya se han mostrado objeciones. “No hay indicadores o un escenario macroeconómico que permitan justificar estos aumentos”, apuntó uno de los negociadores a Diário de Noticias.

“Los empresarios estamos de acuerdo con la subida de los sueldos, reconocemos que son bajos en Portugal y deben crecer, pero debemos indexarlos al aumento de la productividad y esto no aparece por ningún lado en el borrador que tenemos”, censuró otro al mismo medio. A día de hoy, las nóminas de empleados de la industria en el norte del país se quedan en los 937 euros, a años luz de los 2.053 euros que corresponden de media a un trabajador gallego del mismo sector (en 12 pagas), de acuerdo a las cifras de la Agencia Tributaria. Es decir, las remuneraciones de la competencia están en menos de la mitad, sin señal alguna que anticipe un avance significativo a corto o medio plazo.

Como analizó Faro de Vigo en su edición del 31 de agosto, y en base a un estudio facilitado por la consultora Savills (informe Nearshoring Index 2024), Portugal se ha convertido en el país preferido por la industria global para la relocalización de producción en Europa, ya por delante de República Checa. ¿Los motivos? “Una rara combinación de bajos costes, resiliencia y acceso al mercado único europeo”, resume el estudio. En materia salarial, Lisboa no prevé que el salario mínimo portugués supere los mil euros (1.020, en concreto) hasta el año 2028. Pero el abanico de factores que convierten a la economía lusa en territorio barato es amplio, aunque la columna vertebral es la misma: buenas infraestructuras, exenciones fiscales y suelo muy, muy económico.

Precios simbólicos

Dos ejemplos recientes. En primer lugar, el de la Câmara Municipal de Torres Novas, en el centro del país, que ha difundido las bases para la venta de parcelas en el polígono industrial de Riachos – Cova do Minhoto. “El precio de los lotes se fija en 1,5 euros por metro cuadrado. El precio se fija –dice textualmente el documento– sin base lucrativa para la Câmara”. El segundo corresponde a la Câmara de Constância y lo explicó en junio su presidente, Sérgio Oliveira, en declaraciones al portal local O Mirante. “El municipio mantiene su política de precio simbólico por el metro cuadrado de suelo industrial”.

Tres euros por metro cuadrado cobrará Óbidos por las parcelas del ampliado Parque Tecnológico; a 5 euros sube en la Zona Industrial de Cantanhede. Y, si Viana do Castelo ya había exonerado a Borgwarner del pago del Impuesto Municipal sobre Transacciones Patrimoniales Onerosas (IMT) en el año 2021, acaba de repetir acuerdo para que la proveedora de componentes de automoción, con dos factorías en el área de Vigo, no tenga que pagar un euro por las licencias del complejo industrial que ha desplegado en el parque empresarial de Lanheses.

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