OPA SOBRE TALGO

Así es el entramado societario húngaro detrás de la (fallida) opa de Talgo

El consorcio que quiere comprar el fabricante de trenes está participado al 45% por un fondo público y al 55% por un conjunto de sociedades y fondos de inversión

Infografía del entramado de sociedades y fondos detrás de la opa de Talgo.

Infografía del entramado de sociedades y fondos detrás de la opa de Talgo.

Gabriel Santamarina

La oferta pública de adquisición (opa) lanzada por Magyar Vagon (o Ganz-MaVag), un grupo de inversores húngaros, sobre el fabricante español de trenes Talgo ha llegado a su fin, al menos por el momento, tras el veto anunciado el pasado martes por el Gobierno por razones de seguridad nacional. El principal motivo que se ha esgrimido siempre desde el Ejecutivo era la sospecha de injerencias rusas en la operación, fruto de que parte del capital para la compra era asumido por el Estado húngaro.

Detrás de Ganz-MaVag, oferente en la opa, se encuentra un puzle societario. El 45% de la sociedad detrás de la opa está controlado por el fondo Corvinus, un vehículo estatal de Hungría creado para fomentar el desarrollo del país fuera de sus fronteras, coinvirtiendo con empresas nacionales en el extranjero, aportando el músculo financiero. La primera de las sospechas del Gobierno se basan en la buena relación existente entre Viktor Orbán, presidente del país, y Vladímir Putin. Sin embargo, tras pasar los meses sin el 'ok' estatal, Magyar Vagon se mostró dispuesto públicamente a ceder ese 45% y que fuese otro inversor el que lo ocupase.

El 55% restante del consorcio está en manos de la sociedad Ganz-Mavag Holding Kft. Detrás de esta empresa se ubica un complejo entramado de sociedades, todas controladas por Solva II Magántőkealap, un fondo de capital riesgo húngaro donde aportarían capital los diferentes inversores privados detrás de la opa de Talgo.

El misterioso inversor

Del fondo que apoya al 55% la compra de Talgo solo es público un único inversor, Csaba Törőprincipal accionista de Solva II, con una participación del 50%, y miembro del Consejo de Administración de la sociedad que lanza la opa, según la información disponible en el documento enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Sobre él apenas hay información al respecto.

Del que no se confirma que porcentaje del consorcio o qué inversión va a destinar a la compra de Talgo es de András Tombor, el 'cerebro' de toda la operación, que ha viajado frecuentemente a España, por el momento sin éxito. Según el folleto de la oferta enviado al regulador bursátil, Tombor, a través de su sociedad CATO, comenzó a negociar la opa sobre Talgo con su principal accionista, el fondo británico Trilantic, con el 40% de las acciones, el 16 de diciembre de 2022, hace ya más de un año y medio. CATO no tiene ninguna participación directa o indirecta en el consorcio de la opa, únicamente operaría como intermediario o negociador en la transacción.

Tampoco hay información, en la documentación enviada al regulador, sobre el papel de Gyorgy Bacsa, uno de los firmantes de la opa. Bacsa es un alto ejecutivo húngaro que participa en el Consejo de Administración de tres empresas estatales, entre ellas el Budapest Stock Exchange, la bolsa en manos públicas de Hungría. Además, es consejero de la gasista y petrolera Mol Group y director general de las actividades de la empresa en el país de Europa del Este.

El papel de la petrolera Grupo Mol

Es importante reseñar el papel de Grupo Mol, la empresa petrolera y gasista del país. Su accionariado, que también se ha hecho público en el folleto, está conformado por tres fundaciones, que tienen más del 30% del accionariado, y tres bancos, con participaciones por debajo del 5% cada uno: el húngaro OTP Bank, el neerlandés ING y el italiano UniCredit.

¿En qué está vinculado Mol a la opa sobre Talgo? La sociedad Lead Ventures Alapkezelő Zrt., controlada al 100% por MOL Vagyonkezelö Kft., que a su vez es propiedad de Mol, es el gestor del fondo que está detrás del 55% de Ganz-Mavag Zrt., la empresa creada por el Gobierno húngaro y los socios privados. Como gestor, si su trabajo es similar al que hacen sus homólogos en España, Mol debería coordinar las operaciones del fondo y reportar a sus partícipes el resultado de las inversiones. A cambio, recibiría comisiones periódicas y también por la rentabilidad que logre para los partícipes.

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