Semestre europeo

Bruselas vuelve a recomendar a España una “política fiscal prudente” en 2024

La lista de recomendaciones, recogida en el análisis del programa nacional de reformas español, incluye muchas de las peticiones que tanto la Comisión Europea como el Eurogrupo llevan haciendo desde hace meses a los gobiernos de la eurozona

Bruselas vuelve a recomendar a España una “política fiscal prudente” en 2024.

Bruselas vuelve a recomendar a España una “política fiscal prudente” en 2024.

Silvia Martínez

La Comisión Europea ha reclamado este miércoles a España un ajuste presupuestario del 0,7% del PIB, para garantizar el cumplimiento del objetivo del 3% de déficit público que marca como límite el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Para ello, recomienda una política fiscal “prudente” en 2024, limitando el aumento nominal del gasto primario neto financiado a nivel nacional como máximo al 2,6%. Además, pide al Gobierno que elimine para finales de este 2023 todas las ayudas energéticas, reduzca la dependencia de los combustibles fósiles, acelere la implementación de los fondos de recuperación del programa Next Generation EU y aumente la disponibilidad de vivienda social, asequible y energéticamente eficiente. Son algunas de las recomendaciones de política económica dirigidas por Bruselas en el marco del procedimiento anual de coordinación que cada año por estas fechas adopta el Ejecutivo comunitario y que constata que España continúa en el grupo de países con “desequilibrios macroeconómicos” aunque “las vulnerabilidades están retrocediendo”.

La lista de recomendaciones a España, recogida en el análisis del programa nacional de reformas español, incluye muchas de las peticiones que tanto la Comisión Europea como el Eurogrupo llevan haciendo desde hace meses a los gobiernos de la eurozona. En primer lugar, suprimir para finales de este año las ayudas generalizadas a la energía y utilizar el ahorro para seguir reduciendo el déficit público. Además, y tal y como vienen proponiendo, en caso de que los precios de la energía se disparen de nuevo y requieran nuevas medidas de apoyo, el gobierno deberá garantizar que sean temporales y selectivas de forma que protejan “a los hogares y empresas vulnerables, sean fiscalmente asequibles y preserven los incentivos para el ahorro de energía”.

Bruselas vuelve a poner el foco en la importancia del programa ''Next Generation' como “poderoso instrumento” para impulsar las reformas e inversiones, la necesidad de acelerar su aplicación y garantizar la continuidad de una capacidad administrativa suficiente con vistas al aumento previsto del tamaño del plan. En este terreno, recomiendan al gobierno que preserve la inversión pública financiada a nivel nacional y garantice la absorción efectiva de las subvenciones del fondo de recuperación y de otros fondos de la UE para fomentar las transiciones ecológica y digital. Para el período posterior a 2024, la recomendación al gobierno es que siga aplicando una “estrategia fiscal a medio plazo de saneamiento gradual y sostenible, combinada con inversiones y reformas que propicien un mayor crecimiento sostenible, para lograr una situación presupuestaria prudente a medio plazo”.

Por último, el Ejecutivo comunitario insta a España a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y acelerar el despliegue de las energías renovables, en particular “racionalizando y digitalizando los procedimientos de concesión de permisos, apoyando la labor de las autoridades encargadas de la concesión de permisos, mejorando el acceso a la red e invirtiendo en almacenamiento de energía, transmisión y distribución de electricidad e interconexiones eléctricas transfronterizas”. El documento también pide a España que aumente la disponibilidad de viviendas sociales y asequibles energéticamente eficientes, mediante la renovación y acelerando la electrificación de los edificios y la penetración de la electromovilidad.

Desequilibrios macroeconómicos

Además, un año más la Comisión Europea incluye a España entre los países que sufren desequilibrios macroeconómicos, junto a Alemania, Francia, Holanda, Portugal, Rumanía y Suecia. No obstante, constata que “las vulnerabilidades están retrocediendo en Alemania, Francia, España y Portugal” hasta el punto de que de continuar esta “tendencia el próximo año daría pie a una decisión de no desequilibrios”. Grecia a Italia, mientras tanto, siguen registrando desequilibrios macroeconómicos “excesivos” aunque el diagnóstico europeo también apunta a que sus vulnerabilidades “parecen estar remitiendo, entre otras cosas gracias a los avances de las políticas”. Los otros dos países con desequilibrios son Chipre y Hungría mientras que la situación estaría contenida en República Checa, las tres repúblicas bálticas, Luxemburgo y Eslovaquia.

El ejercicio llega acompañado también de un nuevo informe de supervisión post-programa que confirma la resistencia de la economía española, que consiguió “superar bien” las perturbaciones provocadas por la guerra de Rusia en Ucrania y registrar un fuerte crecimiento el año pasado. Tal y como avanzó en sus previsiones económicas de primavera, la Comisión espera “que la actividad económica siga creciendo en 2023, aunque a un ritmo más moderado que el año pasado”. El análisis confirma que el saldo de las administraciones públicas en 2022 ha mejorado, “gracias a los buenos resultados de los ingresos”, aunque alerta de que el déficit subyacente y la deuda pública siguen siendo elevados. El sector bancario, en todo caso, se ha mantenido resistente, ya que la calidad de los activos ha seguido mejorando y la rentabilidad aumentó notablemente en 2021 y 2022, aunque advierte de que enfrenta a nuevos retos derivados de la elevada inflación y el endurecimiento de las condiciones de financiación.