Crisis energética

Bruselas sitúa a España como uno de los siete países que incumplió la reducción del 15% del consumo de gas

Según Eurostat, la "mayoría" de los países de la Unión Europea alcanzaron el objetivo acordado

La comisaria europea de Energía, Kadri Simson.

La comisaria europea de Energía, Kadri Simson. / Reuters

Sara Ledo

Bruselas señala a España como uno de los siete países que ha incumplido la reducción 'voluntaria" del 15% del consumo de gas entre el 1 de agosto y el 31 de marzo en comparación con el consumo medio de los mismos meses (agosto-marzo) entre 2017 y 2022. La oficina estadística de la Comisión Europea, Eurostat, cifra en el 11% el descenso del consumo de gas en España.

El Gobierno español, por su parte, defiende que sí ha cumplido el objetivo, al situar la caída del consumo en el 21%, tras descontar del cálculo el combustible utilizado para producir la electricidad que se exporta Francia y Portugal ante el parón de las centrales nucleares y la baja hidraulicidad en ambos países. Si se pone el foco en el saldo importador de los cinco años precedentes, la reducción de la demanda asciende al 23%, según los cálculos del Ministerio para la Transición Ecológica.

Según el brazo estadístico de la Comisión, la "mayoría" de los países de la Unión Europea han alcanzado el objetivo del -15% anunciado el pasado verano. La excepción son, además de España (-10,8%), Irlanda (-0,2%), Eslovaquia (-1,0%), Polonia (-12,5%), Eslovenia (- 13,8%) y Bélgica (-14,5%), así como Malta (el menor consumidor de gas entre todos los Estados miembros que usan gas), que experimentó un aumento del consumo del 12,7%. Donde más cayó fue en Finlandia (-55,7 %), Lituania (-40,5 %) y Suecia (-37,2 %). En el conjunto de la Unión Europea, el consumo de gas natural ha disminuido de media un 17,7%.

El acuerdo firmado por los Veintisiete incluía una reducción voluntaria del 15% de su consumo de gas entre el 1 de agosto de 2022 y el 31 de marzo de 2023 en comparación con la media de este periodo durante los cinco años previos, tanto de forma individual como colectiva. Por tanto, incumplir el objetivo no supone ninguna penalización, sino que de lo que se trataba era de intentar impulsar a los países a reducir el consumo de esta materia prima en medio de los intentos del continente de desprenderse del gas ruso.

En caso de emergencia sobre la seguridad del suministro, el compromiso sí pasaría a ser obligatorio, pero con excepciones que rebajan esa tasa para algunos países, después de que muchos de ellos se rebelasen este verano al considerar ese 15% un porcentaje demasiado alto. Es el caso de España, que en situación de alerta tendría que cumplir con una meta inferior, del 6% y el 7%, al exportar significativamente más electricidad a Francia y Portugal, con una disponibilidad de energía hidroeléctrica o nuclear excepcionalmente baja.

Según cifras del Gobierno, las exportaciones de electricidad en esos ocho meses se incrementaron a Francia por el parón de sus nucleares hasta sumar un total de 9,4 teravatios-hora (TWh), frente a unas importaciones medias de 3,9 TWh en el mismo período de los últimos cinco años. En el caso de Portugal, las ventas de luz fueron de 3,8 TWh.

Hace unas semanas, los países europeos acordaron mantener estos objetivos para preparar al continente de cara al próximo invierno un año más, desde este mes de abril hasta finales de marzo de 2024, frente al consumo medio de este mismo periodo (abril a marzo) de los últimos cinco años (2017-2022).