Energía

El Norte lanza una macrorregión que impulse la unión energética y ferroviaria con Francia

Los presidentes del Principado, Galicia, Cantabria y País Vasco acuerdan institucionalizar el grupo de presión en defensa de sus intereses y ampliarlo con un foro de agentes económicos y sociales

Así fue la cumbre de Vitoria, con los presidentes de Asturias, País Vasco, Galicia y Cantabria.

Así fue la cumbre de Vitoria, con los presidentes de Asturias, País Vasco, Galicia y Cantabria. / IRMA COLLÍN

Marcos Palicio

La causa común de los gobiernos políticamente multicolores de Asturias, Cantabria, Galicia y País Vasco será permanente. Sentados a la misma mesa en la sede del Gobierno Vasco, los cuatro presidentes asintieron este lunes en Vitoria a la necesidad que enunció el lendakari, Íñigo Urkullu, de “dar un salto cualitativo”, institucionalizar su “lobby de presión” y además de ampliarlo a todas las regiones del eje añadirle un foro paralelo en el que participarán agentes económicos y sociales de las cuatro autonomías y de Navarra y Andalucía, miembros también de la Comisión del Arco Atlántico. El impulso inicial de este otro ámbito correría inicialmente a cargo de las cámaras de comercio. Ante Adrián Barbón, presidente del Principado, y sus homólogos de Galicia, Alfonso Rueda, y Cantabria, Miguel Ángel Revilla, el anfitrión de la cumbre de este mediodía hizo correr los síes en las cabezas de sus tres invitados cuando enunció sus prioridades y habló del objetivo común del impulso del eje Atlántico, pero esta vez enfatizando sobre todo la necesidad de la presión para su conexión plena con Francia -que los últimos retrasos en sus obras anunciados por el Gobierno de Macron ponen en duda hasta 2042- y relegando sin descartarlo el corredor ferroviario cantábrico hasta Asturias. También encontró eco cuando añadió a los subrayados en rojo “el corredor del hidrógeno” y otra vez su conexión hacia Francia por Euskadi, no tan asegurada como la del Mediterráneo por los Pirineos. “Todo el mundo habla de ella como la energía del futuro”, dijo en su turno el presidente del Principado, Adrián Barbón, “pero si no hacemos lo posible para que pueda circular e interconectar, tendremos un problema. Pero no sólo entre nosotros. Otra vez volvemos Francia” y a la necesidad, enfatizó, de “no convertirnos en una isla”.

Una vez que el lendakari comprometió su apoyo a las reivindicaciones del Eje Atlántico, y que Barbón le dio a su vez todo el apoyo en su mirada a Francia por el retraso de las obras ferroviarias de conexión a través de Euskadi, el presidente del Principado destacó, en línea con sus cuatro colegas, la necesidad de “no convertirnos en una isla” no sólo en el tren ni únicamente en lo referente a la Enerevacuación del hidrógeno, sino en el conjunto “de las fuentes renovables”. Y ahí “debemos tener una estrategia común”, pero este foro de presidentes tiene que ser además “sensato y sensible a la urgencia de hacer compatible la necesidad de estos avances tecnológicos con las exigencias del sector pesquero”, destacó el jefe del Ejecutivo asturiano. “Nos preocupa que el mapa de previsión de interconexiones de la ‘columna vertebral europea del hidrógeno’”, había dicho Urkullu, no contempla para 2030 la interconexión atlántica del corredor ‘Hiwest’ y, por el contrario, sí la del Mediterráneo”.

Esta petición de igualdad de trato entre ejes recorrió esta cumbre con intensidad similar a lo que sucedió hace mes y medio en Santiago, en la reivindicación conjunta, político-empresarial, del Corredor Atlántico ferroviario a cargo entonces de los presidentes de Asturias, Galicia y Castilla y León. Queda como mensaje que ahora se suman Cantabria y el País Vasco y que las exigencias se consolidan, se institucionalizan y también crecen. Pero en lo tocante al ferrocarril, eso sí, la intervención inicial de Urkullu dejó claro que “nuestra agenda común abarca la red ferroviaria”, precisando que urge la presión sobre Francia para la conexión transfronteriza y que en el corredor cantábrico se incluye “la red entre Cantabria y Euskadi”. Se refería a la mejora que el Gobierno de España ha comprometido para el trazado de ancho métrico Santander-Bilbao, muy reivindicada también esta mañana por el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla. De ahí al Oeste, o hacia Asturias, la prioridad disminuye. Barbón volvió a ordenar las prioridades ferroviarias de Asturias poniendo una vez más arriba del todo la apertura de la Variante de Pajares, en tanto que supone la puerta al Corredor Atlántico, a continuación “la conexión con Francia y en tercer lugar, el estudio de otro tipo de conectividad a través del Cantábrico con actuaciones mucho más mínimas en comparación con lo que estamos hablando”.

Recordó, algo más allá, que “el AVE del Cantábrico nunca estuvo” y que “lo que había” en 1986 “era un proyecto definido por el Gobierno del Principado que asumía una enorme complejidad técnica”. “El caso Bilbao-Santander no tiene nada que ver, tiene una rasa diferente y un estudio mucho más avanzado”. El resto “no lo descartamos” y sin ser ni la primera ni la segunda prioridad de este momento “puede pasar a lo mejor por una mejora completa en algunos puntos. Está clara cuál es la prioridad y el resto de comunidades autónomas lo entienden”. Como para apuntalarlo, Revilla invitó a considerar “lo que tardó en concluirse la autovía entre Llanes y Unquera. Imagínese meter un tren como el de Bilbao a Santander al borde del Cuera y con el Cantábrico a la derecha. Es mucho más complicado”.

Una “macrorregión”

Cuatro presidentes de cuatro partidos distintos, un regionalista cántabro, un nacionalista vasco, un socialista asturiano y un gallego popular, quisieron hacer ver, como en Santiago, la importancia de sus acuerdos por encima de las adscripciones políticas. Ni Barbón ni Rueda, dijeron, necesitaron permiso de sus partidos para estar allí. Por lo demás, la cumbre de presidentes habló también de las respuestas al cambio climático y compartió experiencias de ataque contra el reto demográfico, pero todos, Barbón incluido, se quedaron con la importancia que tiene la prolongación de las reuniones de cara al futuro. También las gestiones que, en su condición de “think tank o lobby en favor del desarrollo equilibrado del Europa”, el Arco Atlántico promoverá para que su “salto cualitativo” se complete con la constitución oficial de una “Macrorregión” junto a Navarra y Andalucía, Gales, la Asamblea Regional del Norte y Oeste de Irlanda; Bretaña, País del Loira y Nueva Aquitania en Francia, y Región Norte, Lisboa y el Valle del Alentejo, en Portugal. Se trata, convinieron los reunidos, de aprovechar el semestre de la presidencia española en el Consejo de la UE, para “para que el Consejo Europeo nos identifique como macrorregión atlántica” y ampliar las posibilidades de ejercer presiones en el seno de las instituciones comunitarias.

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