ESTUDIO DE KPMG Y CEOE

El 70% de las empresas españolas prevé elevar ventas este año pese a la incertidumbre económica y política

La mitad de los empresarios anticipa que aumentará sus inversiones en 2023 y un 88% mantendrá o ampliará la plantilla de su compañía

El 70% de las empresas españolas prevé elevar ventas este año pese a la incertidumbre económica y política.

El 70% de las empresas españolas prevé elevar ventas este año pese a la incertidumbre económica y política.

D. P. P.

Las incertidumbres que genera el actual escenario económico y la zozobra y crispación políticas que alumbra el largo año de dura campaña electoral que viene no hunden las expectativas de las empresas españolas para este ejercicio, que siguen augurando mayoritariamente un año de crecimiento con más ingresos, más inversión y con estabilidad en el empleo.

A pesar del impacto de una crisis energética que persiste, la escalada de la inflación y el golpe de los tipos de interés al alza y con una previsiones que apuntan a una progresiva ralentización económica, los empresarios españoles aún mantienen su optimismo de cara a los próximos doce meses, según se desprende del informe ‘Perspectivas España 2023’, elaborado por la consultora KPMG en colaboración con la patronal CEOE. Un 70% de los empresarios españoles augura que sus compañías aumentarán sus ventas durante este año y un 50% anticipa que el volumen de inversiones de sus grupos también crecerá en este 2023, según el estudio, basado en encuestas a más de 1.100 ejecutivos de compañías asentadas en España y que desarrollan su actividad en 24 sectores económicos distintos.

Las compañías también mantienen su apuesta por la estabilidad en el empleo, aunque con mayor prudencia que el año pasado, con un 38% de las empresas confirmando que su intención es aumentar su plantilla este ejercicio (ocho puntos menos que en 2022) y un 50% que esperan mantener igual el número de empleados (siete puntos más que en el informe del pasado año).

“Dentro de la prudencia que exige el contexto actual, las expectativas de los empresarios españoles sobre la evolución de sus organizaciones son optimistas y muestran su confianza en el incremento de las ventas, el impulso de la inversión y en el mantenimiento del empleo”, resume Juanjo Cano, presidente de KPMG España.

La economía, mal; mi empresa, bien

Los empresarios no ocultan sus temores en torno a la evolución de la economía española. El 57% de los directivos califica la situación de la economía del país sólo como regular, y un 28% la considera mala o muy mala. Sin embargo, todas esas cautelas y temores que muestran en relación al conjunto de la economía, no las manifiestan sobre sus propias empresas.

Y es que casi tres cuartas parte de los empresarios (el 73%) considera que sus compañías se encuentran en una situación buena o excelente. E incluso un 44% de los directivos encuestados augura que la situación de su organización mejorará este año, justo el mismo porcentaje que prevé que la economía española evolucionará a peor este ejercicio.

En paralelo, menos de la mitad de los empresarios (un 46%) entiende que la incertidumbre política es una de las principales amenazas para la economía nacional este año y un 36% coloca los cambios regulatorios entre los riesgos para la evolución de sus negocios. Los últimos años han sido de una intensa actividad legislativa para hacer frente a los efectos de la crisis energética, a la espiral inflacionista y también al impacto económico de la guerra, y ahora se suma el ambiente preelectoral continuo por la celebración de comicios autonómicos y locales y las elecciones generales de final de año.

“Las conclusiones del informe reafirman la necesidad de impulsar medidas de apoyo efectivas a las empresas para mantener la marcha de la economía y el empleo”, apunta Antonio Garamendi, presidente de la patronal CEOE, que subraya la conveniencia de “contar con un marco de estabilidad política y calidad normativa que genere un clima de inversión favorable”.

El golpe de la inflación

El informe también revela los efectos de la inflación no sólo en los resultados de las compañías, sino también en otros ámbitos de la gestión corporativa. Un 69% de los directivos asegura que la inflación ha tenido un impacto alto o muy alto en los márgenes de beneficio de su organización. Y como consecuencia de ello, más de la mitad de los encuestados (52%) asegura haber tenido que redefinir sus políticas de precios para reflejar el aumento de los costes y un 31% prevé hacerlo en los próximos doce meses. Además, un 45% ha renegociado sus contratos con proveedores y un 32% tiene previsto hacerlo a lo largo de este año.

De hecho, la mayoría de los encuestados (53%) coloca el desarrollo de medidas para mitigar inflación entre sus prioridades estratégicas para este año y un 54% considera que el alza de precios es una de las principales amenazas para la economía española a corto plazo. Es por ello que tres aspectos estrechamente relacionados con la inflación como son el coste de la energía, la volatilidad de los precios o el riesgo de demanda registran los mayores porcentajes de respuestas cuando se les pregunta a los directivos por los principales riesgos para su negocio en este ejercicio (38%, 36% y 36%, respectivamente).