Estudiantes

Estatuto del Becario: Trabajo plantea limitar las prácticas extracurriculares a 480 horas al año

El último borrador remitido a patronal y sindicatos sigue sin agradar ni a unos ni a otros y las negociaciones se complican

La vicepresidenta segunda del Gobierno y Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

La vicepresidenta segunda del Gobierno y Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. / EFE

Gabriel Ubieto

El Ministerio de Trabajo plantea que los estudiantes en prácticas puedan seguir recurriendo a la figura de las extracurriculares, aquellas que no son necesarias para aprobar el grado y uno de los nichos donde tiene detectado mayor proporción de fraude. Si bien aboga por limitar temporalmente su uso, tal como consta en el último borrador discutido este martes con patronal y sindicatos, y al que ha tenido acceso El Periódico de Catalunya, del grupo Prensa Ibérica. La propuesta es que los alumnos puedan hacer un máximo de 480 horas de prácticas en un año, sean curriculares o extracurriculares, lo que equivale a 40 horas a la semana durante un trimestre o 20 horas a la semana durante un semestre. Estas tampoco podrán superar el 15% del tiempo que duren el total de asignaturas. 

La reunión de este martes para tratar de desencallar el nuevo Estatuto del Becario ha finalizado, tras tres horas de conversaciones, sin acuerdo. El último borrador no contenta ni a sindicatos ni a la patronal y uno de los principales ejes de la negociación será delimitar bien esa cifra de las 480 horas. El nuevo texto, que estará sujeto a cambios, lo discutirán el miércoles de la semana que viene.

Las centrales piden menos prácticas extracurriculares y la patronal reclama más. Si bien los primeros ambicionan suprimir directamente la figura de las prácticas extracurriculares, al entender que alimenta el empleo por parte de las corporaciones de falsos becarios y que estas personas deberían estar con un contrato laboral, están abiertos a moverse tras meses de toma y daca para facilitar un acuerdo en el que esté la patronal. 

La eliminación de las prácticas que se hacen fuera del plan formativo obligatorio ya era un compromiso que las centrales daban por cerrado con Trabajo y sobre el que alcanzaron un preacuerdo. No obstante y en aras de tratar de atraer a la patronal y a varios grupos parlamentarios, el departamento liderado por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, recuperó la figura de las prácticas extracurriculares en sus últimos borradores. Y es que la falta de consenso en el Congreso para convalidar la norma ha pesado sobre el proceso negociador. Los empresarios no acaban tampoco de estar conformes, pero fuentes conocedoras de las conversaciones son moderadamente optimistas en que estos puedan acabar avalando la norma si logran aumentar las horas que legalmente pueden cubrir las prácticas extracurriculares. 

Sin acuerdo entre las partes, Trabajo ha vuelto a citar a los agentes sociales a una nueva reunión el próximo martes 14 de marzo. "Se han producido avances, pero para poder firmar esta norma tenemos que estar seguros de que va a servir para eliminar el fraude y que ningún becario esté realizando un trabajo de forma gratuita y sin cotizar", ha valorado el responsable de juventud de CCOO, Adrià Junyent. "No nos interesa tanto cómo se llamen las prácticas, sino qué definen las prácticas. Es muy importante delimitar bien qué es una práctica formativa y qué es un contrato de trabajo. Y hasta que no tengamos una delimitación clara que impida fraudes no vamos a terminar", ha declarado el vicesecretario general de política sindical de UGT, Fernando Luján. Fuentes de la CEOE han sido escuetos en su valoraciones: "Vamos a seguir trabajando con discreción y nos volveremos a reunir con un nuevo texto".

Rebaja las ratios de estudiantes por tutor

Otra novedad que introduce el último borrador sobre el que han discutido este martes por la tarde Trabajo y los agentes sociales es la limitación del número máximos de becarios por tutor. En teoría, solo podrá haber un máximo de cinco estudiantes por trabajador a cargo y los becarios no podrán superar el 20% de la plantilla total del centro de trabajo. Si bien cada empresa podrá acordar con los centros universitarios o de formación ampliar o rebajar dichos límites. Lo que supone una rebaja respecto a las restricciones de los primeros borradores, que no contemplaban esta potestad y que puede provocar que las ratios de becarios por tutor se disparen, en detrimento del aprendizaje de los primeros. 

Trabajo mantiene las prácticas extracurriculares pero trata de evitar que estas sigan copando cotas de fraude. Para ello, el último borrador contempla que el Ministerio de Universidades realice, en el plazo de dos años desde la entrada en vigor de la reforma, una evaluación "que permita determinar el grado de vinculación de las prácticas extracurriculares a su finalidad formativa". Es decir, que permita detectar que prácticas han servido a los estudiantes para aprender y formarse realmente de cara luego a saltar a un empleo –en la empresa donde realizaron prácticas o en otra- y en cuales los becarios han acabado ejerciendo únicamente como mano de obra barata. 

El último planteamiento de Trabajo mantiene la obligación de las empresas de costear gastos básicos de los estudiantes, como el transporte o la manutención y el alojamiento, si realizan las prácticas fuera de su ciudad de residencia habitual. Todos los convenios de prácticas que estén actualmente en vigor deberán renovarse y adaptarse a la nueva normativa antes del 31 de diciembre del 2023

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