Especial Invertir en Asturias

Con el AVE a la vuelta de la esquina

La llegada de la Alta Velocidad a la Variante de Pajares y la creación de nuevos destinos aéreos internacionales multiplican las conexiones de Asturias

Una imagen del viaje por la variante de Pajares en Asturias.

Una imagen del viaje por la variante de Pajares en Asturias. / IRMA COLLIN

Y. G.

El pasado 9 de noviembre se produjo un viaje que el presidente del Principado, Adrián Barbón, calificó de «histórico». Si se toman de forma aislada su duración (20 minutos) y su distancia (50 kilómetros), no parece una gran proeza. Pero es que se trató del primer recorrido de la Alta Velocidad ferroviaria en la Variante de Pajares, entre La Robla (León) y la localidad lenense de Campomanes. Una brecha que a lo largo de 40 años ha generado esperanzas frustradas, titulares entusiastas, rompecabezas logísticos, desastres técnicos, regates presupuestarios y, sobre todo, muchas broncas políticas. Una brecha que ha dificultado la comunicación entre Asturias y el resto de España (particularmente Madrid), con el consiguiente efecto negativo en captación de inversiones, retención de profesionales y transporte de mercancías. En el viaje inaugural del mes pasado, Barbón aseguró que esos 50 kilómetros a 160 por hora bajo la cordillera Cantábrica significan «el fin del aislamiento» de la región.

En realidad, ese primer trayecto fue solo una prueba que no refleja lo que, según el Principado, será una realidad a partir del próximo mes de mayo. Los ensayos de Adif apuntan a que el AVE podrá alcanzar de forma inminente los 200 kilómetros por hora y, en el futuro, hasta 275. Eso significará ahorrarse una hora de viaje respecto al recorrido actual, en el que los trenes atraviesan la Variante a un máximo de 80 por hora. De este modo, el trayecto entre Asturias y León, que ahora se hace en el mejor de los casos en dos horas y 12 minutos, pasará a durar menos de una hora. El viaje a Madrid (cuatro horas y 24 minutos ahora en el mejor de los casos) se quedará en torno a las tres horas, según el Ministerio de Transportes.

Obviamente, todavía queda mucho trabajo por hacer en la línea ferroviaria Gijón-Madrid. Las pruebas de circulación en los 21 kilómetros que separan la ciudad de León de La Robla se han retrasado hasta 2023. El Gobierno regional estimaba concluir este año el trecho entre Pola de Lena y Oviedo, de 31 kilómetros, pero el proyecto todavía está en supervisión. Y el ancho de vía para los 24 kilómetros entre Oviedo y Gijón se encuentra aún en fase de estudio.

En cualquier caso, y a pesar de que los primeros planes para la Variante de Pajares se remontan a 1982, el primer tramo del AVE en suelo asturiano ha sido bien recibido por la sociedad asturiana, después de varias décadas lamentando el déficit de conexión ferroviaria con Castilla y León y la capital española. Por lo tanto, la mayoría ha saludado con optimismo la promesa del Gobierno central de que la Alta Velocidad empezará a funcionar comercialmente en mayo, a pesar de la evidente coincidencia con fechas electorales.

El Plan Director de Infraestructuras y Movilidad para Asturias (PIMA), elaborado en 2015 con una vigencia hasta 2030 (que obviamente no recoge todo el impacto económico y social de la pandemia), estimaba que, una vez que el AVE entre en funcionamiento en su totalidad, la media de trenes diarios que cruzan Pajares se duplicará, pasando de unos 30 a unos 60. Asimismo, el Plan, elaborado por el Principado, señalaba que para 2024 la siderurgia podría ahorrar 4 millones de euros y 5 millones en 2030.

Los cálculos también recogían ahorro en tráfico de carbón (más de un millón a finales de la década) y de cereal, contenedores y material para la industria del automóvil, hasta sumar un acumulado de 118 millones de euros en el año 2030. Asimismo, el PIMA también hacía una estimación del ahorro que podría beneficiar a los pasajeros respecto al uso ahora del avión, el coche particular y los autobuses, y lo estimaba en unos 24 millones de euros a finales de la década.

La red ferroviaria rápida también prevé expandirse en horizontal. Aunque el Gobierno nacional ha descartado un AVE cantábrico que una Galicia con el País Vasco (al considerar que no tendría demanda suficiente para hacerlo rentable), sí existe la posibilidad de que Asturias aproveche el futuro tren rápido que, según el Ministerio de Transportes, conectará Bilbao y Santander en una hora, menos de la mitad de la duración actual.

La actual línea entre Oviedo y Santander se realiza por la red de ancho métrico (antigua Feve), con cuatro frecuencias diarias, dos en cada sentido, entre ambas ciudades. Los trenes tardan unas cinco horas en cubrir los 216 kilómetros de distancia, a una media que no alcanza los 45 kilómetros por hora. El viaje de Oviedo a Bilbao (sin transbordo, pero con una parada de 27 minutos en Santander) se prolonga durante 8 horas y 24 minutos, a una media de 38 kilómetros por hora. Llanes quedará a solo 101 kilómetros del futuro tren rápido.

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Asturias / LNE

Nuevas rutas en avión

Pero no solo de tren vive Asturias. En primavera también aumentarán los vínculos aéreos con el resto del mundo. El 23 de abril Lufthansa estrenará vuelos directos con Fráncfort y Múnich, dos de los principales nodos de Europa. En concreto, con Fráncfort habrá tres vuelos a la semana: los miércoles, viernes y domingos. Los aviones partirán los miércoles y viernes de la ciudad germana a las 13.45 horas y aterrizarán en Asturias a las 16.15 horas, mientras que lo harán cinco minutos antes los domingos. Los vuelos de vuelta serán los viernes y domingos a las 17.00 horas, con llegada a Fráncfort a las 19.35 horas, y cinco minutos más tarde los miércoles.

Estas conexiones se unirán en abril a las que Volotea operará a Milán-Bérgamo y Lisboa, que a su vez se suman a las existentes de Bruselas, Düsseldorf-Weeze, Roma-Fiumicino, Dublín, Londres-Stansted, Londres-Gatwick, París-Orly y Ámsterdam.

Dentro de España existen quince destinos: Alicante, Barcelona, Fuerteventura, Gran Canaria, Ibiza, Lanzarote, Madrid, Málaga, Menorca, Murcia, Palma de Mallorca, Sevilla, Tenerife Norte, Tenerife Sur y Valencia.

Por lo general, las cifras del aeropuerto de Asturias son buenas. En noviembre registró un total de 121.334 pasajeros, un 16,9% más que en el mismo mes de 2019, antes de la pandemia, y que sitúa al pasado mes como el mejor noviembre en los últimos quince años.

Durante los once primeros meses del año, la cifra de pasajeros que transitaron por el aeropuerto de Santiago del Monte ascendió a 1.315.546 pasajeros, lo que supone una cifra similar de usuarios respecto al mismo periodo del año 2019.

Del total de pasajeros que se desplazaron en vuelos comerciales, 1.229.987 tenían origen o destino en territorio nacional y 81.657 tenían origen o destino internacional.

Un acelerón llegado de Bruselas

La cuantía total de fondos MRR asignados al Principado por ahora son 605,8 millones. Paneles solares en edificios y chalets, coches eléctricos, nuevos barcos sostenibles, industrias centenarias que cambian combustibles fósiles por hidrógeno verde, carreteras, centrales de biomasa, autopistas ferroviarias... Los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), también conocidos como fondos Next Generation, pretenden revitalizar la economía continental tras la pandemia de covid-19 y afianzar la transformación de la economía hacia un modelo sostenible. España aspira a obtener 140.000 millones de euros de esas partidas de aquí a 2026.

De esos 605,8 millones asignados a Asturias, 112 millones se están destinando a transición energética mediante líneas de ayudas al tejido productivo para la incorporación de tecnologías y sistemas de eficiencia energética (almacenamiento y autoconsumo) o movilidad eléctrica y sostenible. El Principado sostiene que estas partidas «representan una oportunidad para transformar el tejido productivo y hacer que nuestra economía sea más competitiva, más eficiencia, más sostenible y más resiliente».

De momento, muchas empresas asturianas están elaborando sus estrategias a medio plazo contando con el respaldo de los fondos europeos. En un contexto de inflación elevada y un panorama internacional lleno de incógnitas, Bruselas puede convertirse en el gran acelerador para que la economía recupere la vitalidad prepandémica.

A la cabeza de la Transición Justa

El Fondo de Transición Justa es el instrumento de la Unión Europea para ayudar a aquellos territorios tradicionalmente más dependientes de los combustibles fósiles a alcanzar un modelo económico acorde con los objetivos de lucha contra el cambio climático. Asturias, una región con un peso notable de la siderurgia y otras industrias, es un claro ejemplo de esta transición descarbonizadora.

De hecho, es la comunidad autónoma española que más recibirá de dicho Fondo: 263 millones de euros, dentro del plan 2021-2027. La dotación prevista para 2023 es de 66 millones.

El Principado ha estructurado el plan de Transición Justa en torno a seis ejes: impulso a infraestructuras sociales; transformación ecológica de la industria, movilidad sostenible y economía circular; impulso a la cadena de valor de las energías renovables, el autoconsumo, el almacenamiento energético y el hidrógeno renovable; impulso a pymes y proyectos empresariales tractores para la diversificación económica; fomento de la I+D+i, integración de las TIC y transformación digital; y conservación de la naturaleza, promoción del patrimonio y fomento del turismo sostenible.