Almussafes elevará su producción un 45,7 % en 2022, casi diez veces más que la media del sector

Ford prevé cerrar el año con alrededor de 245.500 vehículos fabricados en la planta , una cifra que mejora los datos de los dos últimos años pese a las dificultades en la cadena de suministros

Un operario trabajando en los coches de Ford este pasado verano en Almussafes.

Un operario trabajando en los coches de Ford este pasado verano en Almussafes. / MIGUEL ANGEL MONTESINOS

Juanma Vázquez

Ford Almussafes respirará al cierre de este 2022 claramente mejor de lo que lo hacía hace un año. A la adjudicación de la plataforma GE2 el pasado verano que permitirá que lleguen a la fábrica modelos eléctricos puros de 2026 en adelante se sumará una recuperación productiva significativa. Pese a las dificultades en la cadena de suministros que han obligado a mantener el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (Erte) vigente en la planta, Almussafes acabará este año -según las últimas estimaciones realizadas ayer por fuentes conocedoras de la situación de la planta- con una fabricación de 245.500 vehículos, lo que supone un 45,7 % más que hace un año, cuando esta cifra tocó su valor más bajo, con alrededor de 168.000 unidades y también superar los registros de 2020 (235.400).

Aún con todos los problemas, agravados desde que comenzara la guerra de Ucrania, la mejora de la firma del óvalo en sus datos es significativa, más aún si se tiene en cuenta que el sector -según las estimaciones realizadas por la patronal de los fabricantes Anfac- preveía la semana pasada un crecimiento de sus cifras para este año únicamente de entorno al 4,8 %, pasando de los 2 millones que se anotaron en 2021 a los 2,2 millones a cierre de este año. 

Es decir, que la mejora de la factoría valenciana resultaría casi diez veces mejor a la de la media de una automoción española que no ha podido evitar estos últimos meses paradas productivas -que también han sucedido en Valencia- como las sufridas en Vigo o Figueruelas (ambas de Stellantis) o Seat en Martorell. Eso sí, en el caso de Ford, en 2021 la caída productiva había sido del 28,4 % respecto a los datos de 2020, mientras que en España en ese mismo periodo la bajada que se dio fue del 7,5 %.

El Kuga despega los datos

En esta mejora de la situación ha sido clave el emblema de la actual factoría, el Ford Kuga. Más de seis de cada diez coches que han salido de las instalaciones valencianas han sido de este modelo -su éxito le ha llevado a ser el híbrido enchufable más vendido en España este noviembre, por ejemplo- hasta quedarse en las 153.600 unidades producidas (unas 650 diarias según estimaciones conocidas), un impulso que también se da en el crecimiento de la furgoneta Connect (73.200, con entre 400 y 500 fabricadas diariamente) y los monovolúmenes S-Max y Galaxy, que en este tramo final del año suman en conjuntos unas 200 unidades de producción diarias, pero que en el acumulado del año solo representan 8.500 y 6.200 vehículos, respectivamente.

Ambos modelos, justamente, serán los que se dejarán de producir tras el primer trimestre de 2023, siguiendo así la senda del Mondeo, que lo hizo a finales de este pasado marzo dejando 4.000 unidades fabricadas. Eso sí, de la que se desconoce todavía la fecha de fin de fabricación es de la Connect, lo que dejaría por tanto a partir de abril como única producción en la planta la del Kuga y la de la furgoneta a la espera de los eléctricos. 

La prórroga del Erte

Ante esta perspectiva, sumada a la electrificación futura, desde UGT-Ford ya se da por hecho que el próximo año habrá la negociación de un Ere en la fábrica, un proceso inevitable ante la menor necesidad de trabajadores que requieren los coches eléctricos y cuyo impacto la firma ha llegado a situar en un 40 % de la mano de obra, lo que en Almussafes se traduciría en la pérdida de 2.400 de los 6.000 empleos que hay en la actualidad.

A ello se suma el contexto actual del Erte, que este martes tendrá una nueva negociación para su prórroga. Fuentes sindicales apuntaban ayer a que la previsión es que vaya a ir en la línea de mantener las condiciones actuales del expediente y alargarlo hasta quizás finales de marzo.

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