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PERTE de automoción

El proyecto de furgonetas eléctricas de Barcelona cierra los avales mínimos para iniciar la reindustrialización de Nissan

D-Hub, la firma dirigida por Joan Orús, logra 48 millones de apoyos bancarios, sobre un objetivo inicial de 70 millones y deberá concurrir a una segunda convocatoria del perte para ampliar las ayudas públicas

Joan Orús, CEO de Zeroid, presenta la nueva marca de vehículos eléctricos. JORDI COTRINA

La reindustrialización de las antiguas fábricas de Nissan se salvó en la madrugada del lunes para el martes por la mínima y sobre la bocina. El D-Hub, el proyecto dirigido por Joan Orús y que aspira a ensamblar furgonetas eléctricas en la Zona Franca de Barcelona, logró finalmente los avales mínimos para concurrir al perte de la automoción y recibir fondos europeos para su proyecto. A las 23.55 horas los responsables del D-Hub firmaban en notaría los últimos avales bancarios, por valor total de 48 millones de euros, y la documentación del perte. Lo que le permitirá percibir 53 millones de euros en ayudas públicas de los fondos NextGeneration EU.

El resultado final de las negociaciones bancarias salva la reindustrialización pero deja un resultado peor que el pretendido por sus impulsores. El consejero delegado del D-Hub logró 48 millones de euros, sobre una previsión inicial de algo más de 70 millones. Un pinchazo que les obligará a redimensionar a la baja inicialmente su proyecto para Zona Franca y mover ficha para concurrir a una segunda convocatoria del perte del auto. Desde el D-Hub afirman que los "estos avales garantizan el desarrollo y puesta en marcha de los proyectos tractores del hub, centrados en la producción de vehículos eléctricos".

El D-Hub ha apurado hasta el último momento sus opciones para participar en el PERTE de la automoción tal como postuló en un inicio. La hoja de ruta que dibujó Joan Orús para ello se torció en el momento en el que el Ministerio de Industria rechazó el aval de 40 millones de euros que ponía la Generalitat de Catalunya a través del Institut Català de Finances (ICF). Ahí el Ejecutivo vetó esa opción para no incurrir en una ilegalidad por doble ayuda pública, ya que el ICF carece de ficha para actuar como un banco. Como contrapartida, ofreció siete días hábiles más al D-Hub para buscar nuevos avales.

Fue entonces cuando Orús, arropado por el Ministerio de Industria y la Generalitat –ambos públicamente han manifestado que la reindustrialización estaba garantizada- se lanzó a por el apoyo de la banca privada. El principal avalador es el andorrano Andbank, seguido por CaixabankAvalisAbanca y Sabadell. El resto hasta sumar unos 48 millones lo ponen particulares y no llegan a la cifra de 70 millones de euros que le permitiría ampliar las subvenciones directas que el D-Hub debe garantizar para recibir todas las ayudas del PERTE.

Bancos como el Santander o Bankinter se han caído a última hora de la operación. Uno de los principales problemas es que, al tratarse de fondos europeos, las entidades bancarias no acaban avalando grandes cifras ya que el D-Hub no supera las pruebas de evaluaciones de riesgos. Y es que esta alianza surgida de entre las consultoras QEV y B-Tech facturó en 2019 un total de 12,9 millones de euros y hoy pretende invertir 305 millones de euros -junto a sus socios- solo en los proyectos vinculados directamente al perte del automóvil.

Dimensiones en riesgo

Menos fondos europeos obligarían al D-Hub a redimensionar su plan de inversiones y podrían ralentizar la puesta en marcha de sus nuevas factorías. La firma dirigida por Orús pretende ensamblar sus furgonetas eléctricas Zeroid en Zona Franca y para poder realizar todo el proceso precisan de cambiar la planta de pintura, que no cumple con los criterios mínimos de sostenibilidad medioambiental exigidos por la Unión Europea (UE). El pinchazo con parte de los avales obligaría o a posponer la remodelación de dicha planta, a reordenar la operación si alcanza la segunda convocatoria del perte o a sacar el dinero de otro lado –por ejemplo, del aliado el D-Hub en Zona Franca, la inmobiliaria Goodman-. 

Todo ello condicionaría los puestos de trabajo. La previsión inicial del D-Hub era de crear unos 1.000 empleos en tres años. El resultado final dependerá de los equilibrios que realice Orús con el resto de participantes del proyecto para el perte de la automoción. Estos son Applus+ Laboratories, Biofreshtech, Cellnex Telecom, Hub Tech Factory, ePowerlabs, Limpieza Nervión, Lunagua, Millor Battery, Nogebus, Nutai, Power Electronics, Relats, S2 Grupo, Tradebe, Wallbox y Zeleros.  

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