La Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), que aglutina a gigantes del sector como Meliá o Iberia, negocia con el Gobierno un real decreto ley que regule de una vez por todas las viviendas de uso turístico, según ha afirmado en rueda de prensa el presidente de la asociación y vicepresidente de Meliá, Gabriel Escarrer. La clave de la propuesta pasa por modificar la legislación mercantil, y no la de vivienda, de forma que se evita la invasión de competencias a las comunidades autónomas. "Ha habido una eclosión descontrolada de las viviendas turísticas en los últimos diez años con múltiples aristas sobre la ciudadanía y los espacios de convivencia ciudadana que cuestionan el valor del turismo como generador de bienestar. Queremos reconducir esta situación sin propiciar una invasión de competencias de las comunidades autónomas y sin poner puertas al campo, se trata de asegurar que cumplan las normas como cualquier hijo de vecino", ha resumido el vicepresidente del lobi, José Luis Zoreda.

Para ello, la asociación ha tenido "varias reuniones" con la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que se ha mostrado "muy receptiva". Maroto, además de la titular de turismo en el Gobierno es la candidata del PSOE a la alcaldía de Madrid, una de las ciudades con mayor número de viviendas de este tipo, en donde hay dos normativas distintas, una de la comunidad y otra del ayuntamiento que entran, muchas veces, en contradicción. "Se dan situaciones en las que una vivienda turística es legal para la comunidad, pero no para el ayuntamiento", explican fuentes de Exceltur. La asociación, de hecho, preveía regular este tipo de viviendas a través de enmiendas en la Ley de Vivienda, en tramitación parlamentaria, pero ahora proponen una norma de nueva creación porque "hablando con el Gobierno ellos lo ven más como real decreto-ley".

La propuesta del lobi tiene dos puntos claves. Por un lado, busca establecer una definición de alojamiento de uso turístico, con un régimen jurídico concreto, y regular los contratos para que establezcan los derechos y obligaciones de los distintos agentes a través de la Ley Mercantil. Y esa es una de las claves porque se evita la invasión de competencias a las comunidades autónomas que son las que regulan la vivienda. Por otro lado, Exceltur propone poner coto a los intermediarios, esto es, a plataformas como Airbnb o HomeAway al establecer determinadas obligaciones de suministro de información y veracidad sobre el número de registro, localización y propietario. "No proponemos ordenar las viviendas sino lo que hacemos es que su uso esté contemplado en la legislación mercantil. No se interviene en la normativa vivienda sino en el servicio y luego a las plataformas con competencia de la administración central del Estado", ha aclarado Perelli.

Por otra parte, la asociación también plantea facilitar la ordenación urbanística de este tipo de viviendas incorporando los usos de vivienda turística en los principios de desarrollo territorial y urbano sostenible y establecer que para realizar este tipo de actividades se requiera una mayoría cualificada de vecinos (Ley de Propiedad Horizontal, que es de competencia estatal), es decir, por mayoría de tres quintas partes, algo que ya propuso Maroto en 2018.

Encarecen el barrio

En la última década el número de viviendas turísticas se ha duplicado en España hasta un total de 788.136 en 2019, según un informe que analiza este tipo de alojamientos en las veinte principales ciudades, realizado en colaboración con los ayuntamientos de Barcelona, Madrid, Valencia, Sevilla, Málaga y San Sebastián. La pandemia generó un impacto positivo con la salida de 113.000 plazas de viviendas turísticas de marzo de 2020 a marzo de 2021, pero desde entonces y hasta ahora ya han vuelto la mitad (74.000 viviendas) de este tipo al mercado. Y el lobi apunta a que esta será la tendencia porque la rentabilidad de los alquileres turísticos frente a los de larga duración es del doble (19.000 euros frente a 10.000 euros de media para un piso de 80 metros cuadrados).

Según el lobi, entre 2010 y 2019 el incremento de este tipo de alquileres --un 6% de las viviendas de barrios turísticos se han convertido en viviendas turísticas-- han encarecido un 9,1% la vivienda en estos barrios y un 0,5% en el resto de la ciudad. Además, según una encuesta realizada a 2.400 vecinos de estas zonas, el 77,7% declaran que, efectivamente, ha habido un encarecimiento de los precios de la vivienda en estas zonas, mientras que un 68,4% dicen que se ha encarecido la vida en general en estos barios. Un 66% apunta a problemas de convivencia y un 51% asegura que ha habido una transformación del comercio de proximidad para satisfacer las necesidades de estos nuevos clientes.

En términos de empleo, Exceltur asegura que por cada 100 plazas de hotel se contrata a una media de 96 empleados, en el caso de las viviendas turísticas esta cifra se reduce a 36 trabajadores, mientras que la aportación fiscal es de una media de 1.626 euros y 2.773 euros para las viviendas turísticas, según si corresponden a un propietario como figura jurídica o a una empresa, mientras que en el caso de un hotel la aportación asciende de media a 8.213 euros.