Funcionarios del Programa Mundial de Alimentos (PMA) adherido las Naciones Unidas tratan de cerrar estos días en Gran Canaria, Tenerife y La Palma la compra a empresas locales de mil toneladas de gofio. ¿El objetivo? Paliar, en la medida de lo posible, la hambruna galopante en África. No es broma. La Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo (IGAD), el observatorio económico y medioambiental de los países del flanco oriental del continente, ya advertía este verano de que más de 50 millones de personas de Yibuti, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Uganda sufrirán «altos niveles de inseguridad alimentaria aguda» este año. La ‘inseguridad alimentaria aguda’ corresponde a la fase tres de las cinco que integran la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC). La fase cuatro es ‘emergencia’ y la cinco ya es ‘catástrofe’.

La gravedad de la situación la corroboran la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el propio PMA que busca en la Islas una solución de urgencia.

Los informes de esa organizaciones alertaban entonces de que antes de final de año alrededor de 400.000 personas pasarían a la fase cinco. Esto es ahora.

¿Qué ha sucedido para llegar a esta situación? Pues en palabras de las propias organizaciones no gubernamentales (ONG) en el terreno «la tormenta perfecta». El calor debido al cambio climático, que si en el hemisferio norte no acaba de disiparse allí agudiza la sequía –suman cuatro consecutivas en el Cuerno de África– ; se reduce, por lo tanto, las producciones agrícolas y ganaderas; como consecuencia el coste de los alimentos ha crecido de forma vertiginosa y esa misma inflación, pero global, ha frenado la asistencia humanitaria. El granero europeo, del que se servían las ONG, Ucrania, está bloqueado a causa de la guerra con Rusia; en Asia, China, el mayor productor de trigo del mundo, se enfrenta a cosechas paupérrimas tras devastadoras inundaciones el año pasado, e India paralizó a mediados de año las exportaciones golpeada también por una importante sequía.

La oriental no es la única zona de África con problemas. En el Sahel, enfrente a Canarias, hay que sumar revueltas sociales –alentadas por todo ese panorama global– y el avance del terrorismo. Aquí según la FAO el número de personas que necesitan asistencia alimentaria ha pasado de 7 millones a 27 entre 2007 y este año.

Para la ONU, pues, la cercanía de Canarias –a apenas 100 kilómetros de ese continente y con garantías en la distribución de alimentos y la logística–, es un seguro. En su búsqueda del alimento heredado de los aborígenes, los funcionarios del PMA contactaron con las cámaras de comercio de las dos islas capitalinas. En Tenerife lo hicieron a través de Tenerife Licita, el programa de la Cámara y el Cabildo de Tenerife, especializado en ayudar a las empresas isleñas a concurrir en licitaciones internacionales de organismos como la ONU, la Comisión Europea, el Banco Mundial y el Banco Africano de Desarrollo. De hecho, Tenerife Licita es oficina de apoyo al sector privado del Banco Mundial y organismo promotor del comercio para las Naciones Unidas.

En Gran Canaria el presidente de la organización Luis Padrón, y el de la comisión de Puertos, José Mayor, mantuvieron una reunión con el responsable regional de Seguridad y Calidad Alimentaria del PMA, Fernando Ubara; y el de Provisiones, Masato Fujita.

Con estos antecedentes, los funcionarios llevaron a cabo una ronda de contactos y, a continuación, varias visitas a compañías y molinos en las dos islas para conocer su potencial para convertirse en proveedor oficial del PMA. El tamaño de la empresa suministradora les resulta además irrelevante siempre y cuando cumpla con las condiciones técnicas que debe tener el alimento.

El PMA, que ya cuenta en el Puerto de Las Palmas con centro logístico desde el que dar respuesta inmediata en África Occidental y cuya responsable financiera, Desireé Rodríguez, ha estado en las reuniones con los empresarios– , además de gofio, el superalimento que destacan por ser rico en vitaminas, saludable y tan fácil de transportar como de cocinar, buscan también suministros urgentes de harina de trigo, pasta, azúcar o barritas energéticas, entre otros.

Proveedores de confianza


No es la primera vez que funcionarios de Naciones Unidas ponen el ojo en Canarias. Solo en África hay seis misiones de paz del organismo internacional y Canarias aparece en el mapa como una base avanzada desde la que enviar todo lo que necesitan los cuerpos de paz. La Cámara de Comercio de Tenerife asegura que la oficina central de Nueva York contactó a Tenerife Licita con una amplia lista de todo lo que se requiere en la Minurso, la misión para el referéndum en el Sáhara Occidental. Desde neumáticos de vehículos, hasta bolígrafos, pasando por vacunas. «Todo debe llegar del exterior y Canarias está a poco más de un centenar de kilómetros, por lo que se posiciona como un enclave idóneo para las operaciones de la ONU en el continente vecino». señala el organismo. | Efe