La actual crisis de precios está multiplicando las facturas pendientes de cobro sobre las mesas de los autónomos. Clientes que no pagan y que dejan sin ingresos al 41,6% de los trabajadores por cuenta propia del país, una morosidad que ha aumentado casi 10 puntos en el último año. Así lo constata el barómetro presentado este lunes por ATA, elaborado entre el 19 y el 22 de septiembre sobre una muestra de 1.085 autónomos. La asociación presidida por Lorenzo Amor alerta de que la actividad de la mitad de los autónomos empieza a caer y seis de cada 10 encuestados prevé que en lo que resta de año su facturación empeore.

La morosidad es un lastre para la economía que aumenta en periodos de crisis y disminuye en épocas de bonanza, dada la mayor tensión que acumulan las cajas y que afecta especialmente a las pymes y a los autónomos. Y los datos de la encuesta de ATA apuntan en la línea del enfriamiento de la economía. La proporción de trabajadores por cuenta propia con facturas pendientes de cobro ha ido aumentando durante los últimos meses. En el barómetro anterior, de mayo de 2022, era del 38,6%; en el barómetro de diciembre del 36,4% y en el de septiembre del 2021 de 32,1%. Ha aumentado casi 10 puntos en el último año y se concentra principalmente en la empresa privada.

Ese repunte de la morosidad, sumado a que la mitad del colectivo afirma que ha visto bajar la actividad de su negocio en el último año, apuntalan la tesis de la desaceleración de la economía. La crisis de precios está impactando de manera generalizada sobre sus negocios. Nueve de cada 10 encuestados por ATA afirma que ha visto aumentar los gastos de su actividad durante los últimos meses y seis de cada 10 reconoce que lo está trasladando a sus propios precios. Ahí el principal responsable es el encarecimiento de la factura energética. El 94,2% de los autoempleados afirman pagar más de suministros y el 45% afirma tener incrementos de más del 25%.

Alerta sobre los alquileres

Además de la factura energética, desde ATA han adelantado su preocupación en relación a la subida de los precios del alquiler para el próximo año. Actualmente y hasta diciembre los alquileres vinculados al IPC están topados por ley al 2%, no obstante, a partir del 1 de enero volverán a subir según el nivel medio de precios en el que cierre el ejercicio. "Nos preocupa la revisión de los alquileres en noviembre o diciembre con una inflación al 8 o al 9%. Estas revisiones de renta pueden ser un gran problema", ha alertado el presidente de ATA, Lorenzo Amor.

No obstante, esa tendencia no se está trasladando a otros indicadores, como es el caso del empleo. Mayoritariamente los afiliados al RETA que tienen trabajadores a cargo están manteniendo sus plantillas y los despidos son minoritarios. Según la encuesta de ATA, solo el 25,2% de los encuestados ha efectuado ceses en los últimos meses, frente al 11,8% que ha aumentado plantilla y el 63% que ni ha despedido ni ha contratado.