Rebote mayor de lo previsto. La economía española creció un 1,1% en el segundo trimestre de este año respecto al mismo periodo del año anterior y un 6,3% en tasa anual pese a la guerra en Ucrania y la inflación, según el avance de los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) La tasa trimestral es nueve décimas superior a la registrada en el primer trimestre, cuando el PIB aumento del 0,2% con respecto al cuarto trimestre de 2021, lo que contrastó con la variación intertrimestral del 2,2% del cuarto trimestre de 2021, con un ritmo de aumento interanual del 5,5%.

El segundo trimestre de este año ha estado marcado por la guerra de Ucrania, tras la invasión rusa a finales de febrero, y el alza de la inflación. En los datos presentados este viernes destaca la demanda nacional, que pasa a liderar el crecimiento por la fuerte recuperación del consumo en los hogares, que pasan de un crecimiento negativo a crecer el 3,2%. Por su parte, la demanda externa presenta una aportación de 2,6 puntos, tres décimas superior a la del trimestre pasado.

Estas cifras son más positivas que algunas previsiones como las del servicio de estudios del Banco de España que preveía un avance trimestral del PIB del 0,4% por impulso de la economía como consecuencia de la recuperación del turismo tras la pandemia del coronavirus -en el mes de mayo, el número de turistas internacionales que llegaron a España fue el 88% del registrado el mismo mes de 2019- y pese a la debilidad de la industria.

También el empleo daba muestras de crecimiento con un buen comportamiento en los últimos meses, especialmente en el ámbito de la hostelería, según las cifras de afiliación a la Seguridad Social. Los datos del INE apuntan a un incremento de 867.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año, con un crecimiento del 4,9%. En términos de horas trabajadas aumentan un 3,7%, tasa 3,8 puntos inferior a la del primer trimestre de 2022.

El ministerio de Economía ha defendido que los datos presentados este viernes por el INE ponen de manifiesto "la solidez de la economía española en un contexto marcado por la incertidumbre" derivada de la guerra y las consecuencias económicas globales, "así como la eficacia de las medidas de política económica para reducir los efectos de la inflación y sostener las rentas de las familias y el tejido productivo, y los efectos positivos del Plan de Recuperación para mantener el dinamismo de las inversiones".

Sin embargo, son mucho más positivas que algunas previsiones como las del servicio de estudios del Banco de España que preveía un avance trimestral del PIB del 0,4%.

En el trimestre anterior, uno de los factores que más contribuyó a reducir el nivel de actividad fue el desplome del consumo de los hogares, que entre enero y marzo experimentó un descenso del 3,7%, frente al aumento del 1,5% entre octubre y diciembre. El aumento del nivel general de precios erosionó el poder adquisitivo de las familias, lo que frenó el consumo.

En 2020, el año en el que estalló la pandemia del coronavirus, se experimentó una debacle intertrimestral del 17,7% en el periodo abril-junio, tras el que se produjo un rebote.