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Verano pospandémico

La falta de personal amenaza con un verano de caos en los aeropuertos de Europa

Las largas colas, los retrasos y cancelaciones están siendo la tónica habitual en muchos aeropuertos del viejo continente

La falta de personal amenaza con un verano de caos en los aeropuertos de Europa.

Una gran pantalla color verde fosforito chiva el tiempo de espera. A media mañana de este primer miércoles de julio, cruzar el control de equipaje del aeropuerto de Barcelona cuesta menos de cinco minutos. La estampa -confiesa un trabajador- nada tiene que ver con el trasiego y las colas que se forman al amanecer, horas antes de que salgan los vuelos más madrugadores, pero ni de lejos algo tan preocupante como lo que llega de otros aeródromos europeos. "Es igual que antes del covid", afirma este operario catalán, que, sin embargo, asegura haber vivido días atrás el arranque de julio más masificado que recuerda. Pese al refuerzo de personal que prometió hace un mes el ministerio de Interior, "falta personal", sintetiza, coincidiendo con el diagnóstico de todos los aeropuertos que sí se han visto sumidos en el caos. ¿El problema? Muchas más ganas de viajar que otros años, mucho menos personal y un factor que empieza a ser ya propio del verano: las huelgas

Italia: cancelaciones, retrasos y colas infinitas en los vuelos 'lowcost'

El caos registrado en las últimas semanas en los aeropuertos europeos ha golpeado en la inmediatez solo parcialmente a las principales ciudades italianas. De hecho, hasta ahora, la situación ha afectado mayormente a los aeródromos más usados por las aerolíneas de bajo coste, como el de Bérgamo -que funciona como ‘hub’ de la ciudad de Milán- y el de las híper turísticas Venecia, Pisa y Florencia. Por el contrario, el aeropuerto de Roma y el principal de Milán han sufrido el fenómeno solo marginalmente, con un porcentaje limitado de vuelos cancelados (por ejemplo: el pasado sábado, solo el 1% de los vuelos desde o hacia la capital de Italia fueron cancelados).

La razón de ello es que, durante la pandemia, “el Gobierno (italiano) optó por mantener los empleados en paro técnico y asignó al sector unos 800 millones de euros” para evitar los despidos masivos de personal, según ha explicado recientemente el director del Ente Nacional para la Aviación Civil (ENAC), Pierluigi Di Palma. 

Aún así las cifras no son insignificantes. En las últimas dos semanas, centenares de vuelos de llegada y salida de aeropuertos italianos han sufrido cancelaciones, retrasos y colas infinitas. Y, además, el temor es que esta situación empeore en las próximas semanas, cuando aumentarán los viajeros que se irán de vacaciones. 

En concreto, según una estimación, hasta 141.000 vuelos a o desde ciudades italianas, podrían verse suspendidos o cancelados de aquí hasta el próximo septiembre. En este escenario, preocupan, en particular, los aeropuertos de la Toscana, donde faltan unos 150 trabajadores aeroportuarios que no han sido reintegrados después del parón pandémico, así como el aeródromo de Venecia, donde los sindicatos han anunciado una huelga de cuatro horas el 17 de julio. IRENE SAVIO / ROMA

Alemania: la falta de personal complica las vacaciones

Con el inicio de las vacaciones escolares de verano, algunos aeropuertos alemanes se han visto sobrepasados por la cantidad de pasajeros y de vuelos programados desde hace meses. Los aeropuertos de Frankfurt, Colonia/Bonn y de Düsseldorf han sido algunos de los más afectados por la cancelación de vuelos y también por retrasos. A pesar de que la situación ha mejorado los últimos días, autoridades aeroportuarias y asociaciones de protección al consumidor recomiendan informarse bien antes de viajar y acudir a los aeropuertos con suficiente tiempo para evitar sorpresas desagradables. 

Las dos razones principales argüidas por el sector para explicar este caos aeroportuario son la enorme venta de vuelos tras el fin de las restricciones para viajar introducidas en pandemia y la falta de personal laboral en los aeropuertos, en sus servicios y en las líneas aéreas. Según argumentan los sindicatos, las empresas implicadas redujeron mucho personal durante los dos años de pandemia para reducir costos. Ahora carecen de suficientes trabajadores para hacer frente al flujo de pasajeros porque muchas personas buscaron un empleo en otros sectores. La falta de trabajadores afecta especialmente al personal de tierra y también en las cabinas de los aviones.

Los sindicatos también denuncian que los salarios, comparativamente bajos si se tiene en cuenta la presión laboral y las condiciones, han dejado de ser atractivos para muchas personas que trabajaban en el sector antes de la pandemia. A ello hay que sumar que Alemania arrastra una crisis demográfica desde hace años por la baja tasa de natalidad que hace cada vez más complicado cubrir la demanda de empleados en muchos sectores económicos.

Expertos del Instituto para Investigación del Mercado Laboral y Profesional (AIB, en sus siglas en alemán) sólo ven una solución a corto plazo para esta situación: el aumento de la migración para cubrir los puestos desocupados. Para ello, piden un reconocimiento más sencillo y menos burocrático de los títulos académicos y profesionales extranjeros. ANDREU JEREZ / BERLÍN

Bélgica: Caos entre huelgas y anulaciones

Bélgica inauguró la temporada de verano con una huelga general el pasado 20 de junio que paralizó completamente el aeropuerto de Bruselas-Nacional y obligó a suspender todos los vuelos previstos aquel día. Desde entonces las perturbaciones complicaciones no han cesado aunque sin sumir en el caos al principal aeropuerto del país. La huelga de tripulantes de cabina y pilotos de Brussels Airlines el pasado 23, 24 y 25 de junio, que opera desde el aeropuerto de la capital belga, obligó a anular 315 vuelos y afectó a un total de 40.000 pasajeros, la mitad de los previstos esos tres días por la compañía perteneciente al grupo Lufthansa.

También se ha visto afectada por protestas de su personal la aerolínea de bajo coste Ryanair que entre el 24 y 26 de junio tuvo que anular un total de 127 vuelos, entre el 30 y 40%, con salida o destino al aeropuerto de Charleroi, al sur del país. A priori la misma tónica se mantendrá el resto del verano, al menos en lo que respecta a Brussels Airlines que ha decidido suprimir 675 vuelos en los meses de julio y agosto para “aligerar la carga de trabajo del personal”, lo que significa el 6% de los vuelos, con una pérdida de ingresos estimada en 10,2 millones de euros.

Estas anulaciones se suman a los 148 vuelos ya suspendidos hace diez días. Si no hay nuevas acciones sindicales que compliquen todavía más el panorama viajero estival -los sindicatos de Brussels Airlines no lo excluyen- la compañía belga espera recibir 4 millones de pasajeros este año que suponen el 74% (5,4 millones) de los pasajeros de 2019. SILVIA MARTÍNEZ / BRUSELAS

Reino Unido: el Brexit complica la temporada veraniega

La situación en los aeropuertos británicos es absolutamente dantesca desde hace más de un mes con cancelaciones y retrasos en los vuelos, colas interminables para pasar los controles de seguridad y con miles de maletas perdidas por sus salas. El principal problema es la falta de personal y las dificultades para contratar personal derivados del Brexit y del Covid. Las compañías aéreas y los aeropuertos culpan al gobierno, explican que con la pandemia tuvieron que recortar miles de puestos de trabajo y que la nueva política de contratación del gobierno dificulta la contratación de trabajadores y retrasa a meses los procesos de reclutamiento que antes duraban semanas. Piden al gobierno que flexibilice el sistema de contratación de trabajadores.

Por su parte, el gobierno culpa a las compañías aéreas de reservar más vuelos de los que pueden lidiar. El ministro de Transportes británico, Grant Shapps, ha pedido a las aerolíneas que dejen de vender vuelos que no pueden realizar. El gobierno concedió hace dos semanas una amnistía sobre las franjas horarias en los aeropuertos para permitir a las compañías aéreas elaborar programas de vuelo realistas y evitar cancelaciones de última hora ante la escasez de personal. Se había acusado al gobierno de exigir a las compañías aéreas que cumplieran con los horarios de vuelo, diciendo previamente que éstas tenían que cumplir con el 70% de sus franjas horarias en los aeropuertos o perderlas.

A todo esto se suma el sustantivo incremento de los viajes después de dos años de pandemia. El resultado es que BA ha cancelado 1.500 vuelos para este mes de julio que afectan a más de 200.000 pasajeros principalmente en Gatwick y en Heathrow. Se prevén más cancelaciones para el mes de British Airways ha afirmado que este el momento más complicado de la historia de la aviación. Las colas y los retrasos se repiten en la mayoría de los aeropuertos. En Manchester la mitad de los vuelos salen con retraso y las colas para pasar seguridad son interminables. El nuevo director del aeropuerto ha reconocido que la situación no mejorará en todo el verano. Es más, puede empeorar cuando terminen las escuelas el 23 de julio. A. NIUBÓ / LONDRES

Huelgas y vuelos cancelados en el Charles de Gaulle

Un movimiento de huelgas de los trabajadores del Charles de Gaulle afecta el funcionamiento del aeropuerto más importante en Francia. El fin de semana del 2 y el 3 de julio tuvieron lugar los primeros paros laborales. Comportaron la anulación de cerca del 20% de los vuelos de este aeropuerto, situado en el norte de la región parisina. Esta huelga se reprodujo el pasado miércoles y también está previsto que lo haga este fin de semana. Los sindicatos de empleados de ADP ya advirtieron que estas acciones continuarán hasta que la dirección acepte las condiciones exigidas por sus trabajadores.

En concreto, protestan porque consideran insuficiente la propuesta de aumentar un 4% el sueldo de los empleados. Tras los confinamientos por el covid-19 y la caída del tráfico aéreo, los trabajadores del Charles de Gaulle aceptaron una rebaja salarial del 5% y ahora los sindicatos piden un incremento del 6%. “Desde la crisis del covid-19, muchos de nuestros compañeros fueron despedidos y ahora a uno solo le toca hacer el trabajo de al menos tres personas”, criticó Anissa Belabas, una reguladora aérea afiliada a la CGT, en declaraciones a la emisora pública France Info.

Además de las protestas en el Charles de Gaulle, la situación de los aeropuertos franceses también debería verse afectada por los paros del personal de a bordo de Ryanair, que impulsó una huelga en varios países europeo, incluida FranciaENRIC BONET / PARÍS

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