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Claves

¿Qué está pasando con la prima de riesgo?

La crisis económica, la inflación y la retirada de estímulos monetarios multiplica por cinco el tipo de interés del bono español a diez años

La presidenta del BCE, Christine Lagarde. Marcus Brandt / EP

Vuelve la prima de riesgo. Es la diferencia entre el tipo de interés del bono alemán a diez años y el de España o cualquier otro país de la zona euro. Los anuncios del BCE sobre el fin progresivo de la compra de deuda en los países de la zona euro se han mezclado con los temores a una desaceleración intensa de la economía –cuando no, a una recesión- y el resultado es una turbulencia en los mercados financieros que está castigando a los países más vulnerables por su elevado nivel de déficit y deuda y por el bajo potencial de crecimiento: Grecia, Italia, España y Portugal, por este orden. Este miércoles, el simple anuncio de una reunión extraordinaria del BCE para evitar una nueva fragmentación financiera en la zona euro ha servido para que en pocas horas la prima de riesgo española haya bajado de 137 puntos (el martes) a 127 puntos y para llevar las ganancias a los índices bursátiles.

¿Cómo está evolucionando la prima de riesgo en España?

La diferencia entre el bono alemán a diez años y el español apenas era de 68,55 puntos básicos en el inicio del año 2022. Entonces el tipo de interés del bono alemán a 10 años era negativo, del -0,05% en el mercado secundario. Para el caso del bono español, el tipo de interés también era muy bajo (aunque no tanto): el 0,64%. Este martes la prima de riesgo se había duplicado, hasta 137,60 puntos. La inflación galopante y la crisis económica provocada por la guerra de Ucrania han disparado el tipo de interés del bono alemán hasta el 1,76%. En el caso español el tipo del interés del bono se ha elevado hasta el 3,14% (una distancia de 137,60 puntos básicos entre ambos) y se ha multiplicado por cinco desde el inicio del año.

¿Por qué suben los tipos de interés de la deuda pública?

Desde 2012, cuando el entonces presidente del BCE, Mario Draghi pronunció su famoso ‘Whatever it takes’ (lo que sea necesario), el Banco Central Europeo no ha dejado de comprar deuda pública de los estados miembros. Primero, para sortear la crisis de deuda de entonces. Después, para acompañar la recuperación de las economías. Con el estallido de la pandemia -cuando se dispararon las primas de riesgo de los países más vulnerables (la española llegó a 141 puntos)- se puso en marcha un programa extraordinario de compra de deuda que ya ha sido cancelado. Esta acción de política monetaria permitió acabar con la llamada “fragmentación financiera”, que no es otra cosa que es la enorme diferencia de tipos de interés de la deuda entre los países más seguros (Alemania) y los más vulnerables. En julio de 2012, la prima de riesgo española llegó a 650 puntos básicos, con la rentabilidad del bono español por encima del 7,7%. La política monetaria del BCE acabó con aquella pesadilla gracias a la compra de deuda pública. El temor a los efectos del fin de las compras, en un contexto de crisis e incertidumbre, ha devuelto el temor hacia economías como las de Grecia, Italia, España y Portugal. 

¿Por qué la prima de riesgo castiga más a Italia, Grecia, España y Portugal?

Estos cuatro países adolecen de elevados niveles de déficit –que deben financiar cada año mediante la emisión de deuda pública- y de deuda pública (que deben refinanciar de forma permanente en los mercados financieros, a medida que van venciendo los títulos). Estas economías dependen del dinero que les puedan prestar los mercados financieros. Cuando hay incertidumbre y crisis y cuando hay un número muy amplio de países que, por ello, buscan que los inversores les presten dinero, estos eligen las economías que consideran más seguras (Alemania o Estados Unidos); solo prestan a las demás a cambio de un tipo de interés mayor. Lo que ha pasado estos años es que el BCE ha ido comprando deuda en el mercado secundario de los países. No había tanto dinero que pedir prestado a los inversores y estos no podían exigir tipos demasiado elevados. Ahora que el BCE planea dejar de comprar, los inversores han empezado a pedir tipos de interés más altos a cambio. La prima de riesgo ha llegado este martes a 294 en Grecia; 250 puntos en Italia; 137,60 puntos en España y 137,30 puntos en Portugal. En otra división juegan, por ejemplo, Holanda, donde la prima de riesgo ha llegado a tan solo 37,20 puntos; Francia, con un máximo este año de 63,10 puntos e incluso la otrora rescatada Irlanda, donde la prima de riesgo ha llegado este martes a un tope de 73,75 puntos (casi la mitad que España)

¿Qué puede hacer el BCE?

A pesar del proceso en marcha de normalización de la política monetaria del BCE, su presidenta Christine Lagarde, lleva meses apuntando que la institución mediará para evitar el riesgo de fragmentación financiera entre los países de la zona euro. Este miércoles, el simple anuncio de una reunión extraordinaria del BCE para evitar una nueva fragmentación financiera en la zona euro ha servido para que en pocas horas la prima de riesgo española haya bajado de 137 puntos (el martes) a 127 puntos. 

¿Por qué es grave la subida de la prima de riesgo?

El encarecimiento de la deuda pública implica que los países deben destinar una mayor parte de su presupuesto a pagar los tipos de interés, detrayéndolo de otras políticas públicas (inversión o gasto social). A pesar de que el nivel español de deuda pública se disparó en 24,5 puntos y llegó al 120% del PIB en 2020 (para hacer frente a los efectos de la pandemia), el gasto en pago de intereses se ha mantenido estable, gracias a la política monetaria del BCE. El temor ahora es que el aumento de los tipos de interés se traduzca en un mayor gasto público en esta partida. 

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