El castigo comercial que Argelia ha impuesto a España por su cambio de posición sobre el Sáhara ya tiene consecuencias directas en Castellón. Aunque el Gobierno del país norteafricano ha afirmado que no habrá restricciones económicas, la realidad es que la banca ha activado el bloqueo a las transacciones y eso ha llevado a empresas de fritas y esmaltes a paralizar envíos por temor a posibles impagos. Lo han hecho por precaución, dado que en estos momentos nadie les garantiza que van a poder cobrar los pedidos y a la espera de cómo evolucione la crisis en los próximos días.
Las empresas de la provincia vendieron en 2021 productos por valor de 188 millones de euros (Castellón es la segunda provincia que más exporta a este país) y los esmaltes supusieron casi la mitad de los envíos. "La incertidumbre es total. Nuestros clientes en Argelia no saben nada, así que para no correr riesgo hay empresas que han optado por parar las exportaciones", explican desde el sector.
Quienes también temen por posibles impagos son los fabricantes de maquinaria cerámica de Castellón, que suministran equipamiento industrial al pujante sector azulejero argelina. "Tenemos proyectos en Argelia por valor de 50 millones de euros y es posible que haya pendientes de cobro entre 20 y 30 millones. Es verdad que la empresas cuentan con seguros para garantizar los cobros, pero nadie sabe lo que ocurrirá en las próximas semanas", apunta Juan Vicente Bono, presidente de Asebec, la Asociación Española de Fabricantes de Maquinaria y Bienes de Equipo para la Industria Cerámica.
¿Nuevos proveedores?
Seis días después de que Argelia anunciara que congela sus relaciones económicas, la preocupación sigue siendo máxima en Castellón y en sectores como el de los esmaltes y la maquinaria temen que si el conflicto se alarga en el tiempo el sector azulejero argelino empiece a buscar nuevos proveedores. «Las empresas cerámicas de este país están empezando a temer por el suministro de maquinaria y esmaltes y eso conlleva el peligro de que busquen sustitutos para que no se paralice su producción», argumentan desde el sector esmaltero de Castellón.
Los días pasan, las incógnitas siguen sin despejarse y desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (Anfecc) vuelven a reclamar con urgencia una intervención diplomática por parte de la Administración. "El Gobierno nacional y europeo tiene que actuar de manera rápida y contundente y resolver un conflicto acaecido por cuestiones totalmente ajenas a la industria y que, sin embargo, le afectan de lleno tanto en cuanto a la exportación como en la posible repercusión en los precios del gas", recuerda Manuel Breva, secretario general de Anffecc. Y es que tanto los esmaltes como el azulejo temen que la crisis derive en una subida del gas argelino y que supone el 25% del suministro que llega a España.
Quien tampoco oculta su intranquilidad es Luis Martí, presidente de CEV Castellón. "La preocupación es máxima, sobre todo en un momento en el que las compañías soportan altísimos costos energéticos y de materias primas", asegura el responsable de la patronal quien insta a "alcanzar una solución con urgencia".
Las consecuencias de la crisis inquietan y, sin duda, esta será una de las cuestiones que abordarán hoy en una reunión representantes de Ascer y el conseller de Hacienda, Arcadi España.
‘OK’ de Bruselas a las ayudas de la Generalitat para el azulejo
El visto bueno de Bruselas al marco regulatorio temporal nacional permitirá a la Generalitat poner en marcha el plan Reactiva que incluye la línea de ayudas dotada con 50 millones de euros para que sectores gasointensivos como el azulejo de Castellón vean reducido el impacto del auge del coste de la energía por la guerra en Ucrania.
El conseller de Hacienda, Arcadi España, destacó ayer que tras la aprobación de la normativa europea "de forma inmediata podrán aprobarse las ayudas y ponerse a disposición del tejido productivo valenciano, dado que a lo largo de estas semanas hemos trabajado tanto con los agentes sociales como con los sectores más afectados para avanzar en su diseño a la espera de la aprobación definitiva por parte de Bruselas".
Las empresas recibirán hasta 400.000 euros cada una a través de esta línea, que será complementaria al paquete del Gobierno central. En este caso, las fritas y esmaltes sí que estarán incluidas a diferencia de la iniciativa lanzada desde Madrid "de forma que queremos garantizar que todas las empresas afectadas tienen a su disposición las mismas ayudas", señaló el conseller de Hacienda, quien apuntó que "una de las consecuencias más graves de la guerra, más allá de las humanitarias, es la alteración de los precios de energía y costes de producción". Una segunda línea apoyará a autónomos con 45 millones y una tercera dispondrá 100 millones en financiar a las compañías. I.C.G
