A diferencia de lo ocurrido en la crisis de 2008, ninguna familia ha sufrido cortes de agua por impago en España durante la pandemia, período en el que las bonificaciones sociales a las familias más desfavorecidas han aumentado además entre un 20% y un 30%. Es una de las principales conclusiones del trabajo realizado por el Observatorio de Servicios Urbanos (OSUR), en colaboración con Cáritas y Cruz Roja, para examinar el trabajo que, desde un prisma social y de servicio público, desarrollan los gestores de agua potable en España.

El exministro de Justicia y presidente de OSUR, Francisco Caamaño, ha sido el encargado de presentar los datos de un informe que ha evaluado la calidad y la sensibilidad social de los operadores de agua en 34 ciudades españolas, adjudicando puntuaciones de entre 0 y 3 en función de indicadores que ponderan, entre otros factores, la protección del usuario vulnerable y la introducción de bonificaciones en función de consumo y condición económica.

Caamaño ha explicado que diez gestores presentan un baremo por debajo del 2, veintitrés entre el 2 y el 3, y solo uno, Agbar, ha superado el baremo del 3, que determina el cumplimiento con creces de los criterios básicos analizados por el estudio. “Es de justicia decir que esa empresa, a la que hoy reconocemos, es Aguas de Barcelona y que sus prácticas manifiestan un liderazgo inequívoco en las políticas desarrolladas en favor de las personas vulnerables. Esta operadora cuadruplica en número de personas objeto de beneficios sociales al resto de compañías de nuestro país”, subrayó Caamaño.

Un derecho humano

Ángel Simón, presidente de Agbar, agradeció el reconocimiento y puso en valor el compromiso de la compañía con el cambio climático y la erradicación de las desigualdades sociales. “La ONU declaró en 2010 el agua como derecho humano, y los gestores del agua somos los que garantizamos ese derecho humano”, señaló.

Simón señaló a José María Álvarez, secretario general de UGT, presente en el acto, como impulsor durante la crisis de 2008 de avances sociales orientados a garantizar el servicio de agua a todas las personas. Agbar convirtió este compromiso en una prioridad, según su presidente: “esta crisis del covid nos ha pillado más preparados”.

El líder sindicalista, que tomó la palabra al final de la presentación, señaló que en 2008 hubo una avalancha de cortes de agua y promovieron el debate sobre cómo atender el derecho al agua de los más desfavorecidos. Álvarez agradeció al presidente de Agbar “los valores que transmite a la empresa” y se refirió a Ángel Simón y a Isidre Fainé como “directivos con conciencia social, a los que les preocupa no solo la cuenta de resultados sino también el bienestar de las conciudadanas y conciudadanos”.

En el acto intervino también Natalia Peiró, secretaria general de Cáritas, y Antoni Buel, coordinador nacional de Cruz Roja, en representación de dos organizaciones que conocen la realidad social de las capas más desfavorecidas de la sociedad y que han colaborado en la definición de los indicadores de vulnerabilidad que contempla el estudio de OSUR.