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Energía

La Unión Europea se convierte en el primer importador mundial de gas por vía marítima

España es el segundo país que importa más GNL y Francia, el primero

Terminal de Saggas en el Puerto de Sagunt, cuya actividad se ha disparado durante últimos meses. D. Tortajada

La invasión rusa de Ucrania está teniendo consecuencias en las rutas de transporte de gas natural licuado (GNL) en todo el mundo. Según un reciente informe del broker marítimo Banchero Costa, durante el primer trimestre de 2022 la UE importó 22,1 millones de toneladas de GNL por vía marítima, lo que supone un aumento interanual del 72,8%, frente a los 12,8 millones de toneladas del mismo periodo de 2021. Asimismo, según constata el análisis publicado por la patronal naviera española Anave, esta actividad de transporte marítimo de gas convierte a la UE en el mayor importador mundial con una cuota del 20,9%, por delante incluso de Japón (19,7%) y de China (15,7%).

La Unión Europea se convierte en el primer importador mundial de gas por vía marítima. L-EMV

En el mapa de las descargas de gas en el viejo continente tiene especial protagonismo el Puerto de Sagunt. De hecho, la crisis mundial del sector energético generada por el conflicto de la invasión de Ucrania está marcando el inicio de este año 2022 tal como refleja la llegada de gas natural a los muelles del Puerto de Sagunt. En el primer trimestre de este año ya han llegado al recinto del Camp de Morvedre un total de 994.855 toneladas de gas natural frente a las 223.843 de 2021, un 342,3% más. Estados Unidos es el principal importador de esta fuente de energía con el 70% de las importaciones que han descargado en la planta de regasificación de Sagunt, seguido por países como Omán y Nigeria.

Solo en el mes de marzo, según el Boletín Estadístico de la Autoridad Portuaria de València (APV), la llegada de gas natural ha superado las 300.000 toneladas, mucho más que todo el trimestre de 2021.

España es el país de que mayor número de plantas regasificadoras tiene de Europa: seis (Bilbao, Mugardos, Huelva, Cartagena, Sagunt y Barcelona) están en funcionamiento y otra (la de El Musel) se acabó en 2012 pero aún no se ha puesto en marcha por problemas en los tribunales. Estas infraestructuras forman parte de la veintena de plantas regasificadoras que hay en el viejo continente y que le permite representar el 30% de la capacidad de almacenamiento de gas natural licuado (es decir, 3,31 millones de metros cúbicos), según datos de Enagás.

Entre los países de la UE, Francia importó 6,4 millones de toneladas de gas natural durante el primer trimestre de 2022; España, 5,4; Italia, 2,6 ; Bélgica, 2,0; Portugal, 1,2; Polonia, 0,8 y Grecia 0,7. Según el citado informe de Banchero Costa, «se ha visto un crecimiento igualmente significativo en las importaciones al Reino Unido». En el primer trimestre de 2022, las importaciones de GNL del Reino Unido sumaron 5,7 frente a los 3,8 millones de toneladas del mismo periodo de 2021 (+51,3%). En el caso de China y Japón, las importaciones sufrieron una desaceleración. China cayó un 13,9% interanual, hasta 16,7 millones de toneladas que se registraron en los primeros tres meses de 2022 frente a 19,4 del mismo periodo del año pasado. En Japón las importaciones se redujeron un 10,8 % interanual hasta 20,9 frente a 23,5 de 2021.

Por otro lado, se ha producido un notable incremento de las importaciones de GNL procedentes de Estados Unidos hacia la UE. En el primer trimestre de 2022, la UE importó 10,4 millones de toneladas desde el otro lado del Atlántico, lo que supone un excepcional aumento del 234,8% respecto a los 3,1 del mismo periodo de 2021. Estados Unidos acaparó una cuota de un 46,9 % de las importaciones de GNL por vía marítima de la UE del primer trimestre de 2022.

En 2019 la UE se convirtió en el tercer mayor importador mundial de GNL por vía marítima, con una cuota del 15,8%, solo por detrás de China (20,2%) y Japón (19,7%). Las importaciones aumentaron considerablemente ese año, gracias a la puesta en marcha de una serie de proyectos, hasta los 65,6 millones de toneladas, creciendo un 65,4% frente a los 39,7 de 2018.

«La pandemia y un debilitamiento de la economía, con la consiguiente bajada de la demanda de energía, también disminuyeron las importaciones. La invasión rusa por parte de Ucrania ha empujado a Europa a asegurar fuentes alternativas de energía y ha revertido la tendencia descendente de los últimos dos ejercicios», concluye el informe.

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