La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, cree que España "ha dejado atrás el pico" de la inflación y que esta irá bajando progresivamente a lo largo de este año, hasta situarse alrededor del 2% en 2023.

Calviño, que esta tarde ha intervenido de forma telemática en la XXXVII Reunión del Cercle d'Economia, que se celebra en Barcelona, ha asegurado que el alza de los precios, impulsada por la guerra de Ucrania, es actualmente una de las principales preocupaciones del Gobierno.

"Es una preocupación que nos ocupa y que tenemos que atajar cuanto antes", ha subrayado la ministra, que considera que la inflación, que subió hasta el 9,8% en el mes de marzo, ha llegado ya a su máximo y en la segunda parte del año irá reduciéndose. Su pronóstico es que se sitúe sobre el 2% en 2023.

En este sentido, se ha mostrado convencida de que el acuerdo alcanzado con Portugal para desacoplar los precios mayoristas del mercado ibérico de electricidad ayudará a bajar el IPC.

Pese a la situación de incertidumbre actual, marcada por la pandemia, la invasión rusa de Ucrania y el elevado coste de la energía, la economía española está mostrando una gran fortaleza y sigue creciendo de manera sólida y sostenible, según la ministra.

El Gobierno, ha dicho, está abordando su política económica sobre la base de la "máxima prudencia", atendiendo a la responsabilidad fiscal, la justicia social y las reformas estructurales "mirando al futuro".

De hecho, gracias al plan de recuperación, la llegada de los fondos Next Generation y esta política económica del Gobierno, "todos prevén que España mantendrá un fuerte ritmo de crecimiento en 2022 y 2023", por encima de la media europea y de las principales economías del mundo, con una tasa de crecimiento superior al 4%, ha afirmado Calviño.

La vicepresidenta económica ha precisado que este crecimiento, en cualquier caso, "vendrá muy determinado" por factores como la duración de la guerra, la evolución de los precios de la energía, la recuperación del turismo o el ritmo de despliegue del plan de recuperación.

"Tenemos una hoja de ruta clara, el plan de recuperación, los fondos europeos para hacerlo realidad y la intención de aprovechar esta oportunidad extraordinaria. Tenemos también la confianza de que responderemos bien a los retos derivados de esta crisis", ha añadido.

Echando la vista atrás, la ministra ha recordado que estos dos años han estado marcados por la respuesta a la pandemia, en los que el Gobierno ha adoptado medidas "sin precedentes" para proteger el tejido productivo, las rentas de las familias y el empleo.

Todo ello ha llevado a la emisión de 140.000 millones de euros de deuda pública que "ya hemos empezado a absorber", dado que un mal uso de esta respuesta a la crisis "podría lastrar las generaciones futuras".

Un ejemplo de que la economía española se está recuperando de forma más rápida de esta última crisis es que ha crecido la inversión y que se está creando empleo de calidad gracias a la última reforma laboral, con 1,8 millones de nuevos contratos indefinidos desde entonces.

Otro indicador de la recuperación del mercado de trabajo es que quedan 17.000 personas cubiertas por los ERTE, y también es positivo el indicador de la recaudación fiscal.