El presidente del Sabadell, Josep Oliú, ha descartado este miércoles que la economía española vaya a entrar en una escenario de estanflación (bajo crecimiento y precios altos) como consecuencia de la invasión de Ucrania, pero ha advertido que el impacto de la guerra será mayor o menor en función de las medidas que tomen las autoridades. En esta línea, ha pedido apoyos públicos para "empresas viables que estén dentro de la foto" y se están viendo afectadas por la brutal escalada por la inflación, que son la "mayoría" frente a las inviables.

"Hay que trabajar para no perder tejido industrial", ha demandado en un encuentro con periodistas previo a la junta de accionistas de la entidad. El banquero, así, ha valorado que el Ejecutivo español lleve "15 días" trabajando en un plan fiscal para paliar los efectos económicos de la guerra "con todas las limitaciones" a las que está sometido, como la normativa europea y el hecho de que "tampoco es un Gobierno (por el Tesoro público) muy rico". 

En la misma línea, el consejero delegado, César González-Bueno, ha considerado "buenísima" la creación de una nueva línea de créditos del ICO y la ampliación de los plazos de la creada por la pandemia anunciadas este miércoles por la vicepresidenta Nadia Calviño. Pero, ha añadido, son también necesarios apoyos para compensar el incremento de la factura energética en un paquete de iniciativas que la banca "acompañará con medidas de flexibilización" en el pago de los créditos para las empresas más afectadas. 

Morosidad circunstancial

Oliú ha apuntado que la economía va a crecer de forma notable, aunque "algo" menos de lo que se preveía antes de la invasión de Ucrania. Si no hay medias de apoyo público a las empresas, ha continuado, la morosidad de los créditos puede registrar "subidas circunstanciales", pero que no cree que vayan a ser "muy importantes".

El banquero, así, ha defendido que es "prematuro" revisar los escenarios macroeconómicos ante la incertidumbre sobre el devenir de la guerra, pero ha añadido que espera que la subida de la inflación a corto plazo tenderá a ajustarse a la baja "con un poco más de tiempo", si bien a niveles superiores a los previstos antes del conflicto. "A corto plazo, habrá ajustes. Pero a medio plazo, no nos genera ninguna duda", ha mantenido después de afirmar que el "el covid está muerto, ya no preocupa nada".

Más rentable

Ante este escenario, Oliú ha refrendado que el banco prevé alcanzar este año una rentabilidad sobre el capital tangible del 6% desde el 5% del año pasado, como anunció hace unas semanas. Adelantará así en un año, a pesar de la guerra, el objetivo que su plan estratégico contemplaba para 2023. Con todo, González-Bueno ha evitado precisar cuándo podría alcanzar dicha rentabilidad el nivel que le exigen los inversores (entre el 9,5% y el 11%). 

El presidente, por otro lado, ha descartado devolver la sede social del banco a Cataluña desde Alicante, ciudad a la que la trasladó en 2017 por el 'procés'. "No sé lo que tiene que pasar (para devolverla a Sabadell), pero sé que no ha pasado. No está en la agenda", ha sostenido. También ha afirmado que no tiene "ninguna intención" de dejar la presidencia, que lleva ocupando desde hace 22 años, y ha ratificado que el banco no tiene "ninguna idea" de participar en una fusión, realizar una compra o vender su filial británica TSB, así como que tampoco tiene intención de realizar un nuevo ere antes del final de 2023, después de los dos realizados en 2020 y 2021.