Cara y cruz en el mismo día. En Roma, por la mañana, Pedro Sánchez afianzó su alianza con Italia, Portugal y Grecia para empujar a la Unión Europea a que adopte soluciones "urgentes" para un problema "común", el de la subida "inasumible" de los precios de la energía. Y en Berlín, por la tarde, se encontró con un canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz, mucho más frío de entrada hacia la propuesta conjunta de los países del sur. Convencerlo será clave para que la Europa meridional vea triunfar sus planteamientos en la cumbre ordinaria de los Veintisiete los próximos 24 y 25 de marzo en Bruselas.

Para Sánchez, el Consejo Europeo es "prioritario", y por eso defiende, para intentar aplacar la presión que recibe en España de la oposición y de la calle, que hay que esperar para el plan nacional de respuesta a la guerra en Ucrania. Los "pasos" son dos, y por ese orden. Primero, Bruselas, la próxima semana, y luego la aprobación del real decreto ley con medidas anticrisis en el Consejo de Ministros del 29 de marzo. Porque considera que hay que atacar "el origen del problema", y es el diseño de un mercado energético que sufre una "volatilidad insoportable" como consecuencia de la escalada de los precios del gas.

Pero el principal obstáculo es y sigue siendo Alemania. Tras reunirse en Roma con los primeros ministros de Italia, Mario Draghi; Portugal, António Costa, y Grecia, Kyriakos Mitsotakis (este, por videoconferencia, por Covid), Sánchez viajó hasta la capital germana. El canciller, en una declaración conjunta de ambos y sin preguntas, previa a su cena de trabajo, fue extraordinariamente breve en esta materia. Y vago. Constató que una "dificultad muy concreta" para españoles y alemanes son los elevados precios de la energía. "Queremos deliberar sobre cómo solucionar este problema, intercambiar ideas sobre nuestras estrategias nacionales y hacer todo lo posible para que la UE sea más rápidamente independiente en todo lo que tiene que ver con la energía", se limitó a expresar. El paquete 'fit for 55', el plan diseñado por la UE para la transición ecológica, es "un proyecto estratégico". Punto. No avanzó más. No sorprendía: en las últimas horas, en el equipo del presidente admitían que Berlín seguía muy duro, contrario a revisar el modelo.

Sánchez, en cambio, expuso ante los medios el apremio a la UE en el que habían convergido horas antes Draghi, Costa, Mitsotakis y él mismo en Roma. "Este es un problema europeo que exige una respuesta común, no que 27 países den sus respuestas dependiendo de la realidad de cada uno de los Estados miembros", hay que actuar "ya" y hacerlo "de manera urgente", por el "bien" de familias y empresas. Para el Ejecutivo español es "fundamental", por tanto, que el Consejo Europeo adopte respuestas "concretas" e "inmediatas". Incidió en que así como Europa está "unida" contra "la guerra de [Vladímir] Putin" y a favor de Ucrania, debe unirse ahora en torno a las medidas económicas y sociales que protejan a sus ciudadanos, avancen hacia la autonomía estratégica de la UE y salvaguarden la recuperación que asomaba tras la pandemia.

"Convergencia natural"

En la comparecencia de la mañana, Sánchez había empleado un tono dramático: "Tenemos que actuar conjuntamente y hacerlo ya. Vamos tarde, debíamos haberlo hecho antes. No podemos esperar un día más". El líder socialista advirtió del riesgo de que, si no se adoptan soluciones colegiadas y comunes, cada Estado reacciones por su cuenta, y entonces se "fragmentaría" el mercado energético. De ahí que recalcara que las propuestas de Italia, España, Portugal y Grecia no alteran la "robustez" del sistema, ni afectan a la "estabilidad del suministro" ni desincentivan la transición hacia las renovables.

Draghi destacó la "convergencia natural" de los cuatro países mediterráneos, apremió a que la UE intervenga de manera "unida y decidida". "Decisiones concretas y firmes, y no meras orientaciones", demandó Costa. En la misma línea se manifestó Mitsotakis: "Ningún país por sí solo puede encarar una crisis como esta", hacen falta "respuestas europeas armonizadas para contrarrestar la especulación". El dirigente conservador alertó de si no hay una réplica "contundente", no se removerá la "mina en el campo" que, a la larga, puede convertirse en la semilla del populismo.

Coincidencia en la necesidad de reforzar la Europa de la defensa

Italia, España, Portugal y Grecia comparten, de cara al Consejo Europeo de la próxima semana, medidas como topar los precios de la energía, las compras centralizadas, el desacople del coste del gas de la factura eléctrica, las interconexiones (no solo de gas, sino también de hidrógeno), la diversificación de las fuentes de suministro y la aceleración del despliegue de las renovables, porque "hay que recorrer todos los caminos a la vez", y en este objetivo la Europa meridional desempeña un "papel fundamental", según expuso el italiano Mario Draghi. Un plan al que, 'a priori', se opone Alemania, salvo que opere un giro en los próximos días.

En los que sí están de acuerdo los países del sur y también Berlín es en potenciar Europa como actor geoestratégico global. Todos respaldan la Brújula Estratégica diseñada por el alto representante de la UE, Josep Borrell, y el objetivo de cooperar con EEUU y con una OTAN "reforzada". Como dijo Olaf Scholz, la hoja de ruta que aprobará el Consejo dará "una orientación clara y una nueva dinámica" a la política común de seguridad y defensa "en estos tiempos tan inseguros". "La paz se defiende", había convenido Pedro Sánchez desde Roma.

El presidente amplía su gira previa al Consejo. Antes de la visita programada a Dublín, el martes 22, se desplazará a París y Bruselas. Será el próximo lunes, para entrevistarse con el presidente francés, Emmanuel Macron, y con el primer ministro belga, Alexander de Croo.