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Recuperación

El 'milagro' de los ingresos: la recaudación fiscal crece el doble que el PIB

La caja de los impuestos aumentan a un ritmo superior al 13% mientras que la economía lo hace a un promedio inferior al 6% | Economistas opinan que la metodología del INE infravalora el actual crecimiento de la actividad

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Existe un pequeño asador en la sierra de Madrid regentado por un empresario autónomo que, hasta hace muy poco hacía negocio sirviendo los asados a sus clientes ‘in situ’. Con la pandemia, empezó a explorar el negocio de la entrega a domicilio, envasando sus asados al vacío. Este año lleva semanas y semanas haciendo entrega de menús navideños a 70 euros para cuatro personas. Si antes solo podía servir para la Nochebuena los asados que le cabían en el horno ese mismo día, ahora está sirviendo centenares de ellos a lo largo de semanas.

El IVA de cada una de estas compras se liquida a Hacienda, que ve aumentar los ingresos derivados de este tipo de ventas. Sin embargo, esta nueva realidad digital de los negocios y de un número creciente de autónomos —aumentada durante la pandemia—, parece no estar suficientemente recogida en los manuales de Contabilidad Nacional que maneja el INE, según subrayan algunos economistas. El resultado: crece la recaudación, pero lo hace en menor medida el Producto Interior Bruto (PIB).

Esta podría ser una de las causas detrás del ‘milagro de los ingresos’ que asombra más y más a los economistas a medida que avanza el año: la recaudación está creciendo más del doble que la economía, cuando lo normal sería observar una variación similar.

Con datos hasta noviembre, la recaudación de ingresos por parte de la Agencia Estatal Tributaria anota un crecimiento en términos homogéneos del 13,2% respecto al mismo periodo de 2020 (aumento del 3,9% respecto a los once primeros meses de 2019). Sin embargo, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la economía ha crecido en promedio el 5,6% en los tres primeros trimestres del año.

“No tenemos una explicación exacta del fenómeno”, admitió recientemente Óscar Árce, director general de Economía y Estadística del Banco de España. “Es una de las cuestiones más misteriosas que estamos observando en las estadísticas, junto a la evolución del empleo”, que también crece a tasas desacostumbradas en su relación con el PIB, comenta el director de Coyuntura de Funcas, Raymond Torres.

Hay causas que sirven para explicar por qué los ingresos están creciendo tanto. Otras, para explicar por qué el PIB crece menos. Estas son algunas de las razones sobre el desacoplamiento entre los datos de ingresos y de actividad económica:

¿Posible error en la estimación del PIB?

“Tenemos una intuición, más que una intuición, sobre que no estamos midiendo bien el PIB”, enfoca el profesor de Economía Aplicada Jorge Onrubia (Universidad Complutense e investigador en FEDEA) que señala dos factores: la transformación digital de la economía y la dificultad en la toma de datos vinculada a la pandemia. “Hasta ahora estaban muy identificados los indicadores que servían para medir la actividad. Puede que ahora no sean tan fiables para medir la nueva economía”, razona Onrubia, en alusión a elementos como la actividad logística de los negocios digitales.

El PIB se calcula a partir de 700 indicadores y de una metodología acorde con oficina estadística europea Eurostat. "Los efectos económicos de la pandemia covid-19 y el impacto sobre la actividad y sobre la coyuntura económica de las medidas adoptadas para combatir sus efectos están planteando un desafío sin precedentes para la estadística y el análisis”, admiten en el INE. Con todo, desde el Instituto se sostiene que “no se pueden comparar el PIB y los indicadores de base de forma directa” y que “las relaciones entre variables macroeconómicas e indicadores pueden no ser estables en el tiempo”.

¿La construcción, infravalorada?

“También puede haber una estimación a la baja en la contribución de la construcción al dato de crecimiento económico”, abunda Raymond Torres. El director de Coyuntura de Funcas explica que las reglas de la oficina estadística europea Eurostat, a las que se ajusta el INE, incorporan un método para evaluar la aportación de la construcción del PIB en los momentos posteriores a una crisis (como fue la de 2020) que podría resultar obsoleto para un momento como el actual en el que los datos de consumo de cemento y empleo aportan evidencias de una mayor actividad en el sector.

Elementos como estos podrían estar dando como resultado una infravaloración del PIB, especialmente llamativa en comparación con la evolución de los ingresos.

Viviendas y coches de segunda mano

Según el director de general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, hay dos circunstancias parciales que podrían estar contribuyendo a la discrepancia entre los datos de recaudación y de PIB.

La venta de viviendas está creciendo con fuerza. En los diez primeros meses del año las transacciones han crecido nada menos que el 35,9%, según datos del INE. Sin embargo, ocho de cada diez viviendas que se venden son de segunda mano. Estas operaciones generan ingresos tributarios pero no computan como un mayor crecimiento económico, pues esas viviendas ya estaban construidas y su traspaso no ha generado actividad productiva adicional. En definitiva: son operaciones que contribuyen a un aumento de los ingresos pero no del PIB. Y algo parecido podría pasar con los coches de segunda mano.

El auge de los trabajadores autónomos

Otra circunstancia señalada por Óscar Arce y por Jorge Onrubia tiene que ver con el papel de los trabajadores autónomos en la actividad económica. La economía digital y la pandemia han aumentado un tipo de trabajo autónomo vinculado a internet (como el asador de la sierra) que, sin embargo, podría estar traduciéndose al cálculo del PIB bajo esquemas más antiguos que atribuyen una menor productividad al trabajo autónomo que al asalariado.

Ventas en grandes empresas

Las ventas, empleos y salarios en grandes empresas y pymes constituyen una base fundamental para la estimación del PIB. En el segundo trimestre las ventas crecieron el 26,1%, los rendimientos del trabajo subieron el 20,9% y el rendimiento bruto medio avanzó el 4,1%. Según algunas fuentes consultadas, esta información, que proporciona la Agencia Tributaria al INE, pudo haber llegado con algún retraso para la estimación del PIB del segundo trimestre con el resultado de una posible infravaloración de la actividad económica en ese trimestre, desacoplada de los datos de ingresos. El propio INE ha reconocido en algunas de sus notas un retraso en la recepción de determinados datos necesarios para estimar la evolución del PIB.

La inflación

La subida de precios de buena parte de los productos también contribuye a una mayor recaudación de impuestos indirectos como el IVA, señala Raymond Torres. También en el caso del impuesto sobre la renta —abunda Onrubia—, en la medida en que la inflación se empieza a trasladar a los salarios sobre los que se aplican retenciones a cuenta del tributo. Este último fenómeno, no obstante, podría resultar más intenso en 2022. “Si en el verano no se corrige la inflación, habría que empezar a pensar en deflactar la tarifa del IRPF”, aconseja el profesor de Economía Aplicada, para evitar que la simple subida salarial de acuerdo con el IPC dé como resultado un salto en la escala del tributo.

Afloración de economía sumergida

La pandemia ha generalizado el uso de medios digitales de pago y eso ha podido contribuir al afloramiento de cierta economía sumergida, con un mayor efecto práctico sobre la recaudación tributaria (por la vía del IVA, sobre todo) que sobre la estimación del PIB, según Raymond Torres.

Espejismo en el impuesto de sociedades

Uno de los datos que más sorprende de los datos de recaudación tributaria hasta octubre es el fuerte crecimiento del impuesto de sociedades. En términos homogéneos, la recaudación por este impuesto ha crecido el 46,5% en los once primeros meses del año respecto al mismo periodo de 2020 (y del 10,8% respecto a 2019). La Agencia Tributaria reconoce algunas operaciones empresariales extraordinarias detrás de este dato (de fusión y venta de activos), pero podría haber algo más. “Es posible que el fuerte crecimiento de la ingresos provenientes por pagos a cuenta de los resultados de este año se vean desinflados en la declaración de 2022 por la compensación de bases negativas”, anticipa Jorge Onrubia.

Subidas de impuestos

Hasta noviembre, la subida del IRPF para las rentas más altas, el alza fiscal de las bebidas azucaradas o las primas de seguros, las tasas ‘Tobin’ y ‘Google’ o los ingresos por cantidades que se aplazaron en 2020 han dado como resultado una recaudación audicional de unos 2.150 millones. Sin embargo, han sido mayores las rebajas fiscales adoptadas por el Gobierno, sobre todo para compensar la subida del recibo de la luz, que dan como resultado una merma de ingresos por 269 millones hasta octubre. Los cambios normativos no servirían, pues, para explicar la explosión de los ingresos en lo que va de año.

Medidas de apoyo a trabajadores y empresas

“Creemos que la razón principal para este comportamiento de los ingresos está en las medidas de protección de rentas de trabajadores y de actividad de las empresas”, aseguran desde el Ministerio de Hacienda. Desde su punto de vista, medidas como los ertes, la prestación por cese de actividad para los autónomos o los avales a empresas “han posibilitado que los ingresos se hayan sostenido mejor en esta crisis y tengan un mejor comportamiento que el PIB”. Algo parecido sucede con el poder adquisitivo de las pensiones de jubilación: No suponen más crecimiento del PIB pero sí se traducen en mayor recaudación fiscal.

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