Las perspectivas económicas de cara a 2022 centraron el debate organizado por CaixaBank y Diario de Mallorca en el que participaron representantes de los principales agentes económicos de Balears. Jaume Fornés, presidente de la comisión de Industria y Transporte de CAEB; Javier Ibáñez de Aldecoa, economista de CaixaBank; Llorenç Pou, director general de Modelo Económico; Antoni Mercant, presidente de la Cámara de Comercio; Antoni Riera, director de la Fundación Impulsa; y María Cruz Rivera, directora territorial de CaixaBank en Baleares; participaron en esta mesa redonda que se celebró en el Club Diario de Mallorca el pasado martes. Moderó el coloquio Fausto Oviedo, abogado y empresario. 

La recuperación experimentada después de la fuerte crisis provocada por la pandemia ha dejado entrever cierto optimismo de cara a 2022, si bien hubo coincidencia en señalar algunos de los puntos a mejorar como la formación para contar con personal cualificado, y la competitividad de las empresas, dos factores, por otro lado, fuertemente relacionados. Las posibilidades que se abren con la gestión de los fondos europeos y los retos lanzados por las megatendencias, marcarán la evolución de los próximos meses, coincidieron los expertos. 

Después de la bienvenida a los ponentes por parte de Marisa Goñi, directora de Diario de Mallorca; Javier Ibáñez de Aldecoa, economista de CaixaBank, abrió el turno de participación poniendo sobre la mesa los datos económicos recogidos por la entidad en nuestra comunidad. «Venimos de un 2020 muy duro y en los indicadores económicos de cualquier dimensión vemos caídas muy importantes». En este sentido, Ibáñez mencionó que el índice de producción industrial cayó un 20%, la compra venta de vivienda cae 23%, el índice de comercio minorista un 14%, la afiliación a la Seguridad Social un 9%, y si descontamos los ERTES cayó más de un 20%. Con todo eso estimamos que la economía de las Balears cayó un 23% en 2020, según cifras de CaixaBank, ya que todavía no tenemos las oficiales, caída sin precedentes y muy relevante, mientras que la economía española cayó un 10,4%. Estamos hablando de una caída mucho más severa ¿por qué? el turismo. Es una industria que genera casi el 50% de la economía de Baleares 45% y la actividad turística cayó muchísimo, un 90% en el conjunto del año.

"El turismo internacional es una de nuestras fortalezas por que tiene mayor poder adquisitivo"

Javier Ibáñez de Aldecoa - ECONOMISTA CAIXABANK

El primer trimestre de 2021 también empezó muy mal, según detalló Ibáñez de Aldecoa, aunque hubo un punto de inflexión entre la primera y la segunda semana de mayo debido al fin del estado de alarma y a la vacunación que, por esas fechas, alcanzó a un 80% de la población de riesgo. Estas circunstancias inciden en el inicio de la recuperación, a ellas se suman otros factores como el inicio de la movilidad o la caída de la severidad del virus. Todos los indicadores mejoran y se pasa del -90% de pernoctaciones al 40%. Javier menciona el dato del turismo doméstico que crece de forma espectacular aunque, obviamente es algo que retornará a la normalidad. «Se ha alcanzado la recuperación, las caídas son menores. Los datos de hoy son positivos», enfatizó Ibáñez. Los números así lo manifiestan: el PIB se sitúa en el 11,9%, después de una caída de 23%. «Estamos un 13% por debajo del nivel precovid». La gradual recuperación del turismo y los fondos europeos contribuyen a esa subida. 

Marisa Goñi, directora de Diario de Mallorca, se dirige a los participantes en la mesa redonda. bernardo arzayus

Llorenç Pou, director general de Modelo Económico y Ocupación, quiso iniciar su intervención hablando de las buenas perspectivas de cara a 2022, año en que se espera alcanzar un PIB al nivel pre-pandemia. «Tenemos que extraer una lección en positivo. Nadie estaba preparado para una caída como ésta. Se ha hecho un trabajo por parte del sector financiero y la Administración Pública para una aportación de recursos sin precedentes para salvar el tejido social y empresarial» Pou habló de la crisis de 2008 supuso una caída de entre el 3 y 4%,y la comparó con la de 2020 en la que hubo «una hibernación forzada». Los ERTES, los créditos ICO y las moratorias han servido para amortiguar el golpe. «Lo importante es que las empresas se hayan mantenido». Sobre el año en curso resaltó que «ha superado las expectativas». El reto del año en curso es que las empresas tengan liquidez. De cara a 2022, Pou reclamó un cambio estructural, pero se mostró convencido de que «la situación se reconducirá». En cuanto a las previsiones para 2023, auguró que «será un gran año, con la normalización de los balances. Habrá tranquilidad en las empresas y la parte social gracias a la respuesta del Gobierno central y del autonómico», opinó Pou al tiempo que sugirió combinar las soluciones a corto plazo al tiempo que se abordan las cuestiones estructurales. 

"La temporalidad es un freno, hay que hacer un cambio global y reinventarse"

Llorenç Pou - Director General de Modelo económico del Govern

En cuanto al cambio de modelo económico, Pou dijo que «hay que poner las bases de para que el tejido productivo pueda crecer» y abogó por un crecimiento inclusivo. Señaló los que, a su juicio, son elementos transversales que hay que mejorar: el capital humano y la investigación e innovación, dos factores que afectan a la productividad y que son «cuellos de botella» que lastran el crecimiento. «Llevamos años resolviendo la cuestión de la formación profesional. Contar con personal cualificado es sinónimo de productividad». En su análisis, Pou se refirió también a la etapa precovid en que «la economía balear dio un paso importante, con balances muy saneados. La covid-19 nos ha hecho cambiar el chip en cuestiones como la digitalización, que teníamos pendiente». Para Pou, «la temporalidad es un freno, hay que hacer un cambio global y reinventarse también globalmente». 

Antoni Riera vio necesario no relajarse en el contexto postpandemia en que nos hallamos. Según explicó, tras una paralización fuerte de la economía se ha dado un efecto rebote y, aunque el crecimiento haya sido elevado, cabe recuperar los niveles de 2019 «y sanar los males generados por la covid-19». Riera consideró quel en 2022 continuará en positivo «si se alarga el rebote y matizó que «tan importante como crecer es la fase de expansión. Hacer un esfuerzo de reformulación estratégica y estructural». En este sentido, Riera hizo notar que Balears arrastra una serie de carencias, tanto en las llamadas megatendencias -sostenibilidad y digitalización, entre otras-. «En el año 2000 balears era una de las regiones más ricas de Europa y ahora está en la posición 100. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea se han puesto como objetivo crecer más, vía productividad». Riera advirtió que «Balears sufrirá en un escenario de mayores costes. La forma de crear más valor es siendo más productivos». 

"Hay que hacer un esfuerzo de reformulación estratégica y estructural"

Antoni Riera - Director de la Fundación Impulsa

La productividad, los costes de producción y la falta de personal cualificado serían para Jaume Fornés los escollos más importantes con los que se encuentra la economía balear. «Seguimos teniendo los mismos problemas que en 2018», dijo. Fornés lamentó qu,e a causa d e la crisis de la covid-19, «muchas pequeñas empresas han quedado en el camino, bien por que no se han adaptado o por que arrastraban otros problemas». Insistió en que «me preocupa que como empresas seguimos sin ser competitivas y rentables».

Para Antoni Mercant la pandemia ha hecho visibles lo que considera carencias o desventajas. Por un lado, señaló la dependencia del exterior que se hizo patente con las restricciones a la movilidad. Por otro lado advirtió que «ser sostenible no es barato», en referencia a la transición energética prevista para el periodo 2020-30. Mercant apuntó la necesidad de «crear una industria nueva que ayude a sobrellevar la estacionalidad» así como la búsqueda de la eficiencia en el sector primario. Coincidió en la importancia de la formación profesional para cortar el lastre de la falta de cualificación. En este sentido destacó los avances realizados en la formación profesional dual aunque, matizó, «todavía no tenemos las cifras del País Vasco o Cataluña». 

Ibáñez de Aldecoa tomó de nuevo la palabra para establecer que «la sostenibilidad es clave, somos todos conscientes». Quiso transmitir un mensaje tranquilizador ante supuesta crisis del modelo de transporte de viajeros: «No hay que caer en el alarmismo. No creo que suceda en Balears una falta de conectividad causada por la sostenibilidad». En este sentido, admitió que «el transporte de viajeros va a seguir evolucionando, pero primero hay que solucionar la coyuntura y luego a estructura. Este sector se halla en una situación complicada y no podemos pedir una transformación».

"La digitalización nos hará más competitivos. Tenemos que aprovechar los fondos europeos para dinamizar al máximo la economía"

María Cruz Rivera - Directora Territorial de Caixabank

En cuanto a la digitalización, lejos de verla como una amenaza que ponga en peligro puestos de trabajo: «Es una herramienta espectacular. Habrá reestructuración de empleos, pero se generarán otros». Por otra parte, Ibáñez admitió que el peso económico del sector agro en Balears es «testimonial», pero matizó que «está de moda y tiene el efecto de preservar el capital natural». Finalmente, Ibáñez discrepó en que la dependencia del exterior sea un problema: «Es un punto fuerte por que la demanda está diversificada. Si un mercado falla, tenemos otro. El turismo internacional es una de nuestras fortalezas por que tiene mayor poder adquisitivo», reflexionó. 

María Cruz Rivera aportó una visión positiva. «Ha sido un período duro e intenso, aunque suavizado por la liquidez que llegó a las empresas y autónomos gracias a los préstamos ICO y las moratorias que ayudaron a las familias. Ahora la oportunidad la tenemos si utilizamos los fondos europeos para ser más sostenibles y circulares. La digitalización nos hará más competitivos y eficientes. Tenemos que ser capaces, con esta gran oportunidad, de dinamizar al máximo la economía», opinó. Aunque Rivera admitió que, en este momento, las empresas no tienen muchos proyectos para nueva inversión y que el 2022 será un año «bisagra», también mandó un mensaje «constructivo y optimista. Todos somos conscientes de lo que tenemos que hacer. La banca tiene que acompañar y asesorar en financiación para complementar los Fondos Next Generation. La valoración del partido jugado hasta la fecha es muy positiva».

"Me preocupa que como empresas seguimos sin ser competitivos"

Jaume Fornés - Presidente de la Comisión de Industria y Transporte de CAEB

Antoni Riera retomó la cuestión de los fondos europeos resatlando que los proyectos públicos «son motores de actividad». «Hay que aclarar el escenario, ver qué intensidad de ayudas se necesita». En este sentido, Antoni Mercant quiso resaltar que se trata de «una oportunidad única que dará coraje a la empresa». Por su parte, Jaume Fornés valoró que «mucha inversión va a la administración, son proyectos tractor que estiran del sector privado». Fornés también puso sobre la mesa la necesidad de que la gestión de las ayudas sea ágil. Sobre este punto, Pou estuvo de acuerdo en señalar que «ahora la administración tiene que cambiar el chip» y dejar atrás los procesos administrativos «más clásicos». Sin embargo, también quiso subrayar que «Balears ha sido la primera comunidad en repartir los fondos».

De hecho, una de las cuestiones que se tocaron fue la creación de sinergias entre el sector público y el privado. Los fondos Next Generation se vieron, en este sentido, como una oportunidad, no solo de avanzar en competitividad sino también en verdaderos generadores de cambio a nivel económico y social.

"Hay que crear una industria nueva que ayude a sobrellevar la estacionalidad"

Antoni Mercant - Presidente de la Cámara de Comercio

A modo de balance final, Llorenç Pou enfatizó que «con independencia de la ideología, es importante tener un sector público fuerte, algo que se ha demostrado con la gestión de los ERTES, la sanidad pública y la gestión de fondos». Pou remarcó el papel de la administración para conseguir «una sociedad cada vez más eficiente. Si queremos tener proyectos complejos, un sector público capaz es fundamental». 

Riera se mostró convencido de que 2022 «será un año bisagra en el que la estrategia ganará fuerza, se despejará la incertidumbre y se darán saltos cualitativos importantes». Así mismo, abogó por tener una mirada «holística» e hizo notar que «el reto está en la etapa de expansión. Hemos de ir a 2030, no a 2019». Sobre el sector agrario coincidió en su importancia y en que la digitalización puede ser clave para su rentabilidad.

Con todo, a pesar de admitir que la crisis causada por la pandemia ha sido dura, los participantes confiaron en que 2022 traiga el deseado empuje de la economía. Insistieron en la necesidad de establecer «una nueva era estratégica en la que haya colaboración pública privada», como mencionó Antoni Mercant. 

La situación vivida a causa de la covid-19 ha puesto de manifiesto que «el mundo ha cambiado. Hay cosas que mejorar, pero estamos ante una oportunidad única para afrontar retos. Hay que ser optimistas desde la responsabilidad y trabajar juntos», argumentó Llorenç Pou. Javier Ibáñez de Aldecoa resaltó la importancia de dejar atrás la actual coyuntura y aprovechar la «oportunidad histórica» que ahora se presenta. María Cruz Rivera reiteró su mensaje positivo y resaltó el importante papel que tendrá la banca, bien adelantando las ayudas o completando la financiación necesaria para poner en marcha nuevos proyectos.