La cuarta jornada de huelga convocada por el sindicato de maquinistas Semaf en Renfe, en este caso de 24 horas, ha obligado a suprimir 646 trenes, según la compañía, que ha recomendado usar transportes alternativos en todas las líneas de cercanías de Madrid, salvo en una, por el "incumplimiento" de esos mínimos.

Según la operadora ferroviaria, la mayoría de las cancelaciones de trenes por el "incumplimiento injustificado" de los mínimos han afectado a Rodalies de Cataluña, Cercanías de Valencia y Cercanías de Madrid mientras que en el resto de núcleos de Cercanías, y en AVE y Larga Distancia, se están cumpliendo con "normalidad" los mínimos.

En Rodalies de Cataluña se han suprimido 298 trenes de servicios mínimos, con un grado de cumplimiento del 48%; en Cercanías Valencia, 53 trenes suprimidos (cumplimiento del 63%); y en Cercanías Madrid, 164 trenes suprimidos (60% de cumplimiento).

En el resto de núcleos de Cercanías y en Ave y Larga Distancia se están cumpliendo los servicios mínimos con normalidad.

El sindicato de maquinistas ha explicado a Efe que están secundando la huelga "todos los trabajadores que no han recibido la notificación de los servicios mínimos" y confía en abrir una negociación con la compañía para resolver el conflicto.

Transporte alternativo en Madrid

Los mayores problemas se han dado a primera hora de la tarde en Madrid, donde Renfe ha recomendado el uso de transportes alternativos salvo en una de sus líneas (la C-5 que une Móstoles con Humanes) por el incumplimiento de los servicios mínimos.

A las 14.00 horas de este martes los túneles madrileños de Sol y Recoletos estaban congestionados, lo que provocó el cierre temporal de la estación de Sol, retrasos generalizados y numerosos problemas en las estaciones de Atocha y Chamartín.

En Barcelona, aunque también ha habido incumplimientos de los mínimos, que han provocado la supresión de 112 trenes, la acumulación de viajeros fue inferior a la de los otros días de huelga en las principales estaciones de Rodalies y por lo tanto no se veían escenas de caos como las de los pasados jueves y viernes, según fuentes de Renfe.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, exige soluciones "urgentes" ante la huelga y la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha urgido al Gobierno central a poner fin a su "desidia y dejadez" con el servicio de Renfe en Cataluña.

El presidente de la patronal catalana Foment, Josep Sánchez Llibre, ha cifrado entre 200 y 250 millones de euros diarios lo que les cuesta a los catalanes la huelga de maquinistas en Cercanías y ha pedido al Govern que aproveche la fuerza que tiene en la negociación de los presupuestos generales del Estado para cerrar su traspaso.

Vía de diálogo

El portavoz de Semaf, Diego Martín, ha dicho a Efe que el seguimiento de la huelga está siendo "masivo. Todo maquinista que no ha sido notificado con carta de servicios mínimos está siguiendo la huelga".

La gestión que califica de "desastrosa" de los servicios mínimos es un ejemplo más de la "poca voluntad" de los responsables de la empresa para "la supervivencia" de la empresa pública ferroviaria, según el sindicato convocante de los paros.

Semaf entiende que "se ha abierto una vía de diálogo" con Renfe -la empresa también dice que hay contactos con los representantes de los maquinistas- y confía en que la dirección convoque el comité de huelga para dar salida a este conflicto, que "demuestra el profundo malestar de los trabajadores con las decisiones de la actual dirección del Grupo".

La protesta, que seguirá los próximos días 7, 8, 11 y 12, está convocada en demanda de la recuperación de trenes y plantillas y para que se garantice la integridad del grupo Renfe frente a procesos privatizadores o se trocee en trasferencias a comunidades, según Semaf.